sábado, octubre 16, 2004

Gaelitis

En el cine hay dos opciones, Gael en plan héroe de izquierda o Gael en plan travesti radical. En una racha que es la envidia de cualquier Salma Hayek que ande por ahí, el diminuto actor tapatío se ha vuelto, como el mismo lo ha dicho, en el helado de la temporada. Lo malo es que le ha pasado como a María Félix en su época: los mejores directores con los que trabajó, desde Renoir hasta Buñuel, hicieron con ella de protagonista sus peores películas.
Salles, en un arranque autocomplaciente de cursilería roja, utiliza sólo el registro carilindo naif del hasta ahora sobrevalorado actor. Almodóvar le exige un poco más, pero en realidad todo parece un pretexto para enfocarle unas nalgas fabulosas en primer plano.
"Diarios de Motocicleta" no vale una secuencia de "Estación Central", aunque ya se adivinaba su tendencia a la sensiblería. "La mala educación" debía llamarse La mala dirección. ¿Porqué no se conformaría Pedro con "La ley del deseo"? La neta esta película no hacía falta que se filmara. Zahara no vale una mirada de rencor de la increíble Tina, la transexual entrañable que hizo Carmen Maura. O una ocurrencia de La Agrado en "Todo sobre mi madre".
Hay algo que reconocerle a Gael, aparte de ese trasero, esa cualidad innata para fingir ser sodomizado. Le ha salido tan natural. Aplauso.