lunes, septiembre 29, 2008

Miopía

Hoy vi un documental acerca del suicidio y apenas ayer platicaba con una amiga del caos que se avecina en el país -e intuyo en el mundo- cuando toda la población económicamente activa en estos momentos se convierta en un lastre para el sistema económico que se ha encargado de ir desmantelando los programas de salud y de pensiones para facilitarles el camino a las empresas chantajistas con los gobiernos, que con la mano en la cintura especulan con los derechos de los trabajadores alguna vez fundamentales y hoy canjeables por esa espantosa equis tan temida los domingos con Chabelo, que fue el rescate bncario de los noventa y la consecuente y cínica rebatinga en que se han convertido los afores y demás reestructuraciones institucionales.

La cosa no es nueva y la sensación de desamparo que permea la sociedad convertirá nuestro futuro en una tragicómica adaptación a la mexicana de aquellas películas futuristas rusas que vi de niño, sólo que con un poco más de color y folclorismos verbales, que lo último que se pierde es el estilo (por eso no tenemos un Vajda o un Tarkovski -me atrevería a decir que gracias a Freud- y sí versiones chiconcuac de Tarantinos o Cassavetes y uno que otro que se cree Bresson).

Por eso me enternece ver la fascinación infantil de mis roomates con el fin del mundo, el apocalipsis y las profecías de Nostradamus y los mayas y las que vayan surgiendo. No sólo porque su fascinación es idéntica a aquella de quienes alucinan la maniquea feria de atracciones Lego de Star Wars sino porque ubican una destrucción de ficción, espectacular y cósmica -lista para la cámara- cuando en realidad todo resultará menos fotogénico de lo que quisieramos y la verdadera peste no la traerán los roedores sino las mismas acciones humanas, esas que no pueden desarticularse y estudiarse en un laboratorio, aislando el gen de la irresponsabilidad y la inconciencia.

Entre sorbo de café, leyendo sobre el origen del universo según la revista Quo y un proyecto de recrear la supuesta exploción atómica de la que proveemos me pregunto si la miopía no será la principal pandemia humana.

jueves, septiembre 25, 2008

Bastón

Este fin de semana me gané el cielo -al menos por un ratito. Mi pedacito de nube llegó mientras esperaba cruzar hacia la Alameda Central para tomar el metro Bellas Artes. Llegó enjuto, con bastón y postura lerda, pero una sonrisa bien puesta. Me pidió que lo ayudara a cruzar la calle, me tomó la mano y al sentir su tacto cálido sonreí al recordar dónde había estado mi mano apenas unos minutos antes y me divertía la posibilidad de que el señor supiera y se apartara asqueado con la misma intensidad con que yo pudiera encontrar abyección en su vejez.
Mientras algunos conductores decentes -que no abundan- se detenían abriéndonos paso, el anciano comentaba del clima, el lastre del tráfico en la ciudad pero en ningún momento aprovechó el trayecto para quejarse de nada. Al despedirse me agradeció y me deseó buen viaje y me dijo Hasta Luego. No sé si lo suyo sea optimismo o certeza, pero me dejó una extraña sensación. Una que no sentía desde mi niñez.

miércoles, septiembre 24, 2008

Miedo al miedo

Y así. Como quien no quiere la cosa te enfrentas una y otra vez al mismo esquema, al interés alimentado por el desinterés y mi desapego. La gente llega y se va como una ráfaga de aire agridulce y sólo queda una huella en el cuello que se borra en tres o cuatro días, una sensación en el cuerpo parecido a una cicatriz transitoria, un número telefónico al que nunca recurres porque las historias repetidas no entran en el saco de la desesperación sino en el del hastío. Y te preguntas si la gente ve en tí algo que tu no alcanzas siquiera a divisar, que si tus ojos dicen una cosa y tu boca otra, pero yo cuando se trata de mi no hablo mucho, mejor lo escribo o lo olvido. Y luego incluso piensas que sería bonito -sí, esa palabra tan tramposa- que esa gente encontrara en ti lo que busca o lo que creen tienes para ofrecer, pero en cada mirada se borran las preguntas antes siquiera de atisbar las respuestas, o las promesas. Hay quienes piensan que si no te comportas como una mierda ya eres de pronto la salvación, la pirinola que cae siempre en Toma Todo. Y en realidad nadie pone nada si no es el cuerpo, que lo demás tiene tantos rayones como un disco de vinil (o una nalga llena de estrías, casi pandémicas), pero de pronto el cuerpo también se desvanece y se repliega y se escapa como todo lo que quiere sobrevivir a la nada. Yo a veces creo que me gustaría ser diferente si tuviera opción, saber decir que sí o expresar mejor mis sentimientos, pero cómo va a expresar uno fielmente algo que realmente nunca tiene claro y cómo va a necesitar uno desesperadamente a los demás sin convertirse en una rémora, un lastre o un amuleto.

miércoles, septiembre 17, 2008

Él le mintió

"Yo sé que eres buena persona", me dice el desconocido al momento que casi me arrebata el cigarro para quedarse con las tres. Yo sólo alcanzo a ver una sonrisa calculada y una mirada de borrego a medio morir tan impostada como la de las señoras que piden una moneda en cualquier esquina de la ciudad. Al bajar la mirada me topo con sus piés cubiertos por unos calcetines sucios debajo de unos guraches plateados de tiras. La propuesta chimoltrufiesca me parece, al menos, congruente.

"Yo a todo el que pasa le ofrezco amor", dice este remedo de Agrado, quien ha dedicado su vida a incomodar la de los demás. Yo sólo escucho y alcanzo a mascullar lo titánico de su tarea, pero como todo semi indie-gente el sujeto tiene oído de tísico y reprueba con una mueca mi excepticismo y hastío y algo está a punto de decir cuando se escuchan dentro del bar las notas de una balada ochentosa de la gritona Amanda Miguel. Yo finjo un capítulo epifánico y le digo adiós con la mano al autoinvitado.

"Te quiero mucho", me alcanza a decir. Y yo me devuelvo como impulsado por un resorte para decirle algo que es casi un postulado para mi y que pocas veces está tan bien utilizado:
-Tú no me quieres. Lo que pasa es que no me conoces.

Acto seguido, me pierdo entre las notas amargosas y katebushescas de la Miguel, lamentándose las mentiras de alguien que la dejó con el corazón destrozado, el rostro mojado y tan desdichada como el dador de amor que se terminó mi cigarro.

PS: ¿Qué le pasa a la gente que le cambia a uno de nacionalidad por el simple hecho de ponerse una boina?

jueves, septiembre 11, 2008

Novedad

La novedad. Me gusta Kanye West... bueno no hay que ir tan lejos, digamos que fue lo único que me gustó de la pasada entrega de premios MTv, así que casi me gusta por eliminación.Ni siquiera voy a justificar haberlos visto casi obligado por la fiebre y mi garganta que se empeñó en arruinarme mi fin de semana pasado, pero entre dormmitada y levantada al baño vi a un presentador injerto entre la Manson y la Mercury, sin la gracia de ninguno de ellos, flemático hasta decir basta y con serios problemas de dicción.

West, que es un egomaniaco y tiene una ligera tendencia a irse de lengua, me demostró esta vez que no es competencia del six pack de 50 Cents ni de tanto afronegro saltando en los escenarios con los pantalones sostenidos en la pelvis, presumiendo lo bien que los ha tratado la naturaleza por delante y por detrás, sino que sigue la ruta de artistas de mayor rango musical y lírico, como Beck. Casi estoy seguro que con eso que dije, Mr. West habrá pedido su baja de mi club de fans, pero -para mi- Beck representa lo que Bowie para la generación de las flores, la mota, los movimentos estudiantiles y la trasnochez que se creyó trascendente.

Nosotros, renegados de la trascendencia, frívolos y pretenciosos al autonombrarnos nihilistas, seguimos reaccionando a lo que nos sucede pero de una manera mucho más mediatizada, menos melodramática pero profundamente desolada sin reconocerlo. Nadar de muertito próximamente será deporte olímpico y ahí es donde los mexicanos tendremos oportunidad de medallas, seguidos por los gringos que llevan dos períodos presidenciales ajustándose los dedos que no les ajustan para seguir negando la realidad y lo que las decisiones globales han hecho de ella, tan puta ella.

Volvamos a Beck, que según me enteré es fiel seguidor del culto que tan mala imagen ha tenido gracias al ex-carilindo Tom Cruise. Yo me haré de la vista gorda hasta que no lo escuche decir sandeces salidas de The X Files y se dedique a hacer lo que mejor le sale, que es la música.

martes, septiembre 09, 2008

Petit

Tres noches soñando infiernos y criaturas deformes, atrapado en la serie B de la fiebre que no es calentura sino su némesis, con dolor de espalda y riñones por tenerlos oprimidos contra el colchón, arropado por la soledad y el silencio del departamento, adormecido por el ruido de la televisión que bien podría utilizarse como tormento chino al ver sobreactuar a Daniela Romo que no encuentra su norte sin la melena urzuelosa que la hizo famosa o a Allly McBeall haciendo su dramita por que estuvo a unas cuadras de las torres gemelas el día que las derrumbaron mientras Sally Field le escupe su discurso demócrata de madre castrante y cornuda pero rete comprensiva, tan a huevo como Phoebe, mi personaje favorito de la serie que está tan mal visto ver (uno tiene que amar Seinfield por no sé qué posada razón) y que odia tener a una hermana igualita a ella pero más guapa y despiadada. En mi delirio veo La Petit Mort, de Francois Ozon, un corto que condensa las obsesiones pater-filiales del director francés sobre un fotógrafo cuyo eje temático son los rostros de hombres en el momento del orgasmo, como buscando entender aquella primera foto suya que le envían a su padre, quien se resiste a reconocerse como el progenitor de semejante engendro... ¿Y lo culpan?

viernes, septiembre 05, 2008

Snow

Winter has locked us in its icy embrace. The pelts of the animals are thick and bluish and our home is blanketed with snow. Papa calls it "limbo" because it sure isn't heaven and it's too cold to be hell. Mother wondered about purgatory, but he said no. Purgatory has an end to it. "Don't torture me so," said Mother.
(John Sayles, "Limbo")

miércoles, septiembre 03, 2008

Unfulfillness = rings under the eyes

Dicen que sólo el unfulfill love puede ser romántico, y según esa máxima mi vida amorosa debía ser la más romántica de todas (y la del resto de la población que habita este mercado de lágrimas tan cercano a La Carabina de Ambrosio que da miedo cuando se agota la risa).
Me pregunto si al unfulfill sex podría considerársele romántico y se me enredan los dedos en el teclado al querer convencerme a mi mismo de lo que escribo. Tratándose de escepticismo me convierto en mi primera víctima propiciatoria, pero los destellos de novedad e inesperado magnetismo sexual que me asaltó este fin de semana me tiene con las ojeras hasta el piso mientras sigo coloreando el mapa de la República Mexicana en la parte del Istmo de Tehuantepec y coloreando encima de Jalisco, nomás por repetitivo que es uno mientras se entera que los norteños no somos bien vistos en La Perla Tapatía, y yo ni por enterado cada vez que voy. Ahora me pasará cada vez que vaya como este día que salí y sentía los ojos de medio mundo posados en las marcas de guerra que cargo en mi cuello con una dignidad que sería fácilmente confundida con desfachatez (al menos los distrae de mis ojeras).

martes, septiembre 02, 2008

Enciende una vela...

nomás recuerda apagarla a tiempo, no vaya a convertirse tu pólvora en infiernote.

Vestirse de blanco y salir a las calles para demandar medidas eficaces en la procuración de justicia y en la prevención de los delitos que abundan y son coleccionables en esta monstruosa ciudad (y más monstruoso país) resulta una idea tan fotogénica como casi irrefutable. But God is in the details, dice el dicho, y el CASI es tan grande como la mancha humana impoluta, enchida de superioridad moral, reclamando una solución a lo que no es más que el resultado de años de impunidad patrocinada desde el poder y no a pesar del mismo.

Pasa un poco con la élite social y empresarial mexicana lo que con las estrellas de Hollywood quejándose de los papparazzi y la invasión a su intimidad. Salir a pedir que se deje en paz a la GRAN familia mexicana (asaltos, secuestros, extorsiones, ETC.) es negarse a reconocer el despojo continuo y a la vista de todos del resto de la población que probablemente utilizaría esa manta blanca para cubrir el techo de su casa y para quienes la palabra BASTA parece haber desaparecido de su diccionario y que paradójicamente tienen espacio para compadecerse por el dolor (real, hay que decirlo) de unos padres de familia que pasaron de tenerlo todo resuelto a reconocerse tan vulnerables como la señora que tiene que sortear cualquier cantidad de peligros cada día para llegar a tiempo a limpiarles la casa.

Y como nuestra realidad es una comedia negra, durante la marcha de este sábado, una familia era olbigada a asistir al evento por los plagiarios de su hijo para hacer el pago del rescate. Hoy sus declaraciones adornan las portadas de los diarios y señalan sin tapujos al culpable en turno, asegurando que se irán del país como adolescentes amenazando con dejar la casa paterna al primer desencuentro, actuando como personajes de película mexicana de Sariñana. Digo, al menos esos señores recuperaron a su hijo con vida.

No todas son malas noticias. Al menos Britney recuperó su figura.