lunes, julio 30, 2007

Pasmado

89 años me parecen muchos. Como que Bergman debió morirse antes. ¿Cómo se puede pasar por la vida así, decir esa cantidad de cosas, mostrarte esa cantidad de imágenes, choquearte con esa cantidad de verdades, hacerte sentir un insecto más por lo annoying que por lo frágil, tener tal cantidad de hijos con tal cantidad de mujeres diferentes, escribir tal cantidad de cosas buenísimas, influenciar a tal cantidad de personas y no morirse a los 40?
Para muchos, Bergman era Dios, pero tenía demasiado talento para ser perfecto, lo suyo era Demoníaco (un cuchillo que rebana sin filo dejando marcas por dentro) y encontraba en la agonía una belleza pasmosa.

martes, julio 24, 2007

Cachitos

Cada vez que subo a un avión pienso en la muerte en chachitos estilo el capítulo piloto de Lost. Por una extraña razón casi siempre me toca viajar a la altura de las alas y siento el vibrar de los motores encenderse, presto atención a cada sonido esperando detectar el momento que desencadena el desastre y sonrío después de imaginar mi cuerpo hecho pedacitos, brasas mezclándose con los demás a la inversa de como evito rozar con la gente al pasar por una multitud, como si el sólo contacto pudiera contagiar la estupidez, la indolencia o el mal gusto.

Frente a mí se encuentra una familia entera: la madre, cuidadosamente maquillada, lee un manual cristiano de comportamiento y uno de sus hijos hojea lo que juzgando por la portada parecería un libro punk a juego con su outfit y sus pins pseudo-anarquistas. Al rato alcanzo a leer una frase destacada que dice algo sobre cómo evitar caer en las tentaciones del mal. Supongo que en ningún capítulo el libro de autoayuda adolescente habla sobre las tentaciones de la moda.

Volteo a mi alrededor y parece que hicieron casting de pasajeros, todo medio agüerado, como para comercial veladamente fascista. No puedo dejar de pensar que la señora que viaja al extremo de mi fila -gordita, morena y sencillita- es la nana de alguno de los niños de la fila delantera pero me resisto a preguntarle.

En las telenovelas, las nanas son metiches, hablantinas y son consideradas como de la familia. Eventualmente resultan madres biológicas de algún galán teñido, pero aquí sólo veo distancia, sumisión y una especie de incomodidad cuando es atendida por la sobrecargo, con quien comparte más rasgos étnicos.

Imagino el modo en que la muerte se reiría a carcajadas de esas diferencias, poniendo los restos que sobrevivan a la explosión encima unos de los otros sin importar su origen y color, formando con su amalgama de carnes y vísceras un hermoso cuadro influenciado por la rabia de Pollock.

viernes, julio 13, 2007

Estilo Imperio (Madonna's "Hung Up" Mocorito Remix)

Pues fíjese, comadre, que un diarreón fabuloso.

Ajá.

No sé, ¡pa’saber!, con todo lo que se mete una a la boca… bueno pues, su boca es un templo (lip reading: fangoso).

Para nada. Es lo mejor que me ha pasado en las últimas semanas.
¿Cómo que porqué? No pasa una de talla 5 a la 2 todos los días. Supongo que las tops se la pasarán de cursera en cursera, con el fundillo ampuloso todo el tiempo, por eso caminan así las turulatas.

Es lo muy verga, comadre. Si no me queda una garra de esa talla pa eso está el closet de mis hijas, que me lo tengo ganado de sobra, así como el cielo por aguantar al progenitor. Además, como están volviendo los ochenta, bien puedo abrir el baúl de los recuerdos (mind reading: tan entelarañado como su coño, comadrita) y ni quien se entere. Si acaso le bajo un poco a la pedrería y le recorto a las hombreras y quedo como pa fachion chou.

Que no, comadre. Que no tomé ningún laxante, que lo mío no es la farmacología y esas dependencias, habiendo tanta bacteria radioactiva en la cocina local, le voacer el feo yo al mercado de abastos.

Lo bailado nadien me lo quita.

No, con el dinero de una consulta me compro una blusita de esas de tirantitos dobles pa’completar el bronceado de trailera que me cargo. Si me espero a que el compadre me lleve a Kino voy a llegar y econtrar un salar enorme donde ahorita hay playa.

¿Cómo que cual compadre, comadre? Pues el suyo, ¿su marido pa’qué me va a servir? (mind reading: a mi no me sirvió y nomás verle la cara a usted me doy cuenta que no me equivoqué).

Es broma comadre, no sea simple (mind reading: pinche vieja, hasta parece que me lee el puto pensamiento por teléfono la muy mustia).

Pues ya como que se me está quitando, pero no he querido comer nada.

¿Cuál miedo? Para nada. Si acaso de volver a recuperar los kilos, pero ahora que sé la fórmula no habrá nada que me detenga para volver a ser la varita de nardo de siempre.

Qué mala memoria, comadre. Lo que pasa es que usted siempre me tuvo envidia por mi escultural figura.

Mejor aquí la dejamos, comadre. Y le voa tener que colgar porque con esta urgencia que me dio, seguro en dos días me quedará el ropón con el que me bautizaron.

Sí, como usté siempre ha sido gorda, no supo lo que era el estilo imperio.

(beep – beep – beep)

martes, julio 10, 2007

Ódiame

Después de varios días fingiendo que no me importa haber perdido mi oportunidad de ir Seattle por una estupidez burocrática tengo que hacer catarsis. Y me da lo mismo el grunge, los lagos y la cuna de Starbucks, pero no me puedo sacar de la cabeza el sentimiento de culpa por faltar a mi cita con Alex Kareb, tan solitario, tan mascota herida, tan cínico, tan confundido entre la ginecología que no se da cuenta que conmigo tenía la felicidad asegurada, al menos por varias horas (más no puedo garantizar). Después podría volver a su heterosexualidad impostada, persiguiendo ex modelos tetonas con alto IQ, o ginecólogas divorciadas nalgaprontas, o enfermeras sifilíticas. No me importa, su historia iba a ser un antes y después del revolcón conmigo. Pero él se lo pierde (y todo el titipuchal de contactos en línea que ya había hecho en la región).

Ódiame por piedad yo te lo pido, que estaré disfrutando de los 45 grados centígrados a la sombra, de las madrugadas a las 4.30, de mi nariz congestionada a causa del aire acondicionado, del sudor a chorros en la caminata vespertina, de los tres baños con agua tibia, de traer la cara tiroleada con tanto bloqueador solar, ódiame sin medida ni clemencia, odio quiero más que indiferencia, que tan sólo se odia lo querido.

miércoles, julio 04, 2007

deVoto













Por fin nuestro Ex econtró algo que sabe hacer perfectamente: turismo (es)catól(log)ico.
¿Cuántos votos útiles y años de desempeño mediocre se necesitan para encontrar le verdadera vocación?
Y la pregunta: ¿porqué tiene uno que pagar ese propedéutico vocacional?
México ha perdido un (mal) presdidente, pero Santiago ha ganado un (gran) devoto.

martes, julio 03, 2007

Llamada en espera

Hoy un empresario chino culpó desde Estados Unidos al secretario del trabajo en México de obligarlo a ocultar sacos llenos de millones de dólares en billetes de diferentes denominaciones, cantidades ofensivas para los bolsillos de la mayoría.
Hoy hace 366 días que quedó en duda la legitimidad del actual Presidente de La República de los múltiples fraudes: los cotidianos, los sexenales, los de hace ratito, los de mañana y los de ever after.
Hoy Carlos Slim superó al geek de geeks, Bill Gates, como el hombre más rico del planeta (también hoy México sigue teniendo las tarifas de telefonía celular más altas del mundo y casi todos -el casi siempre hace la diferencia- tienen un teléfono celular, mientras al otro lado la euforia del iPhone hace cosquillas a un risueño consumismo compulsivo.
Hoy, como hace un año desde hace casi diez, estoy indeciso en si debo o no hacer ESA llamada, que alguna vez fue de auxilio.