martes, mayo 31, 2005

Activiartistas

Hay varias cosas por las que odio no vivir en el DF y en estos momentos me odio por no estar allá para ir a pedirle un autógrafo a Nacho, que estará en un festival de cine erótico en esa ciudad. Además estará a mediados de mes su majestad Nina Hagen, la misma que ha sido paradigma de las viejas bragadas e iconoclastas de hoy (que no abundan).
Esta fantasía bisexual mía sólo está confirmando esa tendencia snob de aspirar a la bisexualidad como territorio de superioridad, por encima de identidades más tradicionales u ortodoxas, lo cual me puede tener sin cuidado, si no fuera yo el primero en criticar esa debilidad de algunos por disfrazar de cosmopolitismo una sexualidad que aún les avergüenza. Cada quien adorna sus fobias internas como quiere o puede.
Lo que me llama la atención de ambas “estrellas” es que tanto Nacho como Nina son un poquito activistas, Nacho donó las ganancias de la edición de su autobiografía para la lucha contra el sida y –cáiganse pa’tras- donó una parte de las ganancias de la réplica en plástico de su vergón para combatir la violencia doméstica en su natal España: How cute! ¡Una verga contra la violencia machista!... son mis nervios o la realidad imita al cine: esto suena a argumento de película punk del Almodóvar de antes. A eso llamo yo altruismo y no a la náusea social disfrazada de diezmo.
Nina es anti-imperialista y toda un defensora de la libertad desde su natal Alemania. También pertenece al P.E.T.A., pero pues parece que todos llevamos un hitlercito dentro, y aunque no comparta eso de abogar por el trato humanitario hacia los animales (como si la crueldad no fuera inherente a la naturaleza humana) habiendo tanto humano tratado peor que animal, la Hagen es la Hagen. Yo al único animal que defiendo es a la perra de de Paris Hilton (y que conste que perra es sustantivo, no adjetivo): mira que ser víctima del mal gusto de su dueña y ser presa de los paparazzi con las uñas pintadas de rosa y un collar de diamantes es para desquiciar a cualquiera: o la llevan a terapia gestalt o de plano la meten a la industria porno, donde el vacío existencial es equivalente al vacío uterino: sólo es cuestión de tener cada agujero ocupado y no hay tiempo de preocuparse por any kind de vida interior. Así de simple.

PD: Ya dejen en paz al pobre de Fox con los feminicidios en Juárez, ¿No ven que no soporta que reciclen muertas para arruinarle sus encuestas?

sábado, mayo 28, 2005

E-mail

Todo bien por acá.
En resumen, te diré que ando bastante bien a pesar del calorcito que ya nos llegó aunque aderezado con unos nublados pasajeros medio extraños y, si se pone uno dramático, apocalípticos.
Resulta que justo acaban de comenzar las Fiestas del Pitic y estábamos escuchando a la escritora de moda, Cristina Rivera Garza (que es buenísima), cuando se suelta un ventarrón en pleno callejón y al rato una lluviecita en plena fiesta.
Sin embargo, es de esas veces que la ciudad (o por lo menos ese cuadro) se ve hasta bonita, con un chorro de gente caminando sobre calles limpias, luces alrededor de la plaza y tal, vigilancia vial policiaca: cosas que hace el gobierno municipal tres días para que la clase media se olvide de la ineficacia oficial el resto del año: ella le va a su Hermosillo, el que vive en su cabeza alaciada y bienintencionada.
Gracias a eso, y al gusto bizarro de alguno de sus asesores, hoy estará Astrid Hadad que a mi me parece genial y también la Tania Libertad con el mini-Manzanero, que son como un buen chiste ya contado muchas veces...Ah, también estará Jorge Volpi, de quien leí "A pesar del oscuro silencio" (sobre Jorge Cuesta) y me gustó, pero tengo ahí "En busca de Klingsor" atorado en la página 60 o algo así, sin señales de que lo vaya a continuar: es denso-densito...
En fin, es un buen fin de semana para el snobismo y hay que aprovecharlo, es todo lo que te puedo decir por el momento, espera un reporte detallado después.
¿Y tú? ¿Qué ha sido de ti? ¿Sigues en el puerto o ya te moviste a Oaxaca para convertirte en toda una “muxe” hecha a mano?
Un abrazo.
Moi

viernes, mayo 27, 2005

Limpieza Ciudadana

Creo que voy a volver al activismo, hay algo dentro de mi (que lírico ando) que me mueve a promover una serie de reformas y casi estoy a punto de pedir que volvamos a la época del bando de policía y buen gobierno, con policía montada y toda la cosa, que no es que tenga yo nada contra la tecnología, pero uno no sabe si un policía está barrigón o sotaco dentro de una patrulla, pero arriba de un caballo puede uno ver el ejemplar en su máximo esplendor, y creo que está claro que no me refiero al equino, por que a mi eso de la ecología me parece –con todo respeto- casi como ir a cursos de macramé.

No me malinterpreten, que yo trato de poner la basura en su lugar, pero es que la basura parece tener voluntad propia y se pasea por la ciudad como Pedro por su casa y con su pulserita amarilla (de imitación u original, da lo mismo) para más detalle. Contra el voluntarismo no se puede hacer mucho si no hay leyes que lo respalden a uno, a menos que se convierta uno en homicida.

Por eso mis iniciativas, un poco plagiadas de mi amigo Vipére para ser honestos, serán para el bienestar general y para llevar a la ciudad por el sendero del buen gusto y la armonía.

Primero que nada, prohibidos los maestros de ceremonia de corbatita acrílica que tienen un enorme desprecio por algo que cada vez debería ir ganando popularidad entre la gente en general y los presentadores en particular: el silencio. ¿Nadie les habrá dicho que si no hay nada que decir es mejor ahorrar la saliva para mejores empresas? Pareciera que les pagan por estupidez cometida o que cobran palabra por segundo o algo así y con una impostura de cantante de ópera que da vértigo.

Segundo que nada, prohibidos los bebés en las presentaciones literarias. Digo, los bebés son lindos y todoesoqueyasabemos que es mentira, pero qué negocios tienen escuchando a una escritora hablando de la novela histórica y de la importancia de los silencios en la narrativa, cuando todo lo que saben es berrear monosílabos a unos despistados e irresponsables progenitores que no hacen sino esquivar la espada de darth vader del engendro, en lugar de inyectarle un sedante.

Tercero que nada: Hay cierto sector de la comunidad que debería convivir un poco más fuera de los antros para que se de una idea de lo que es interactuar en territorios neutrales y no andar por la calle como la justificación personificada de la homofobia. De los modelitos ni hablemos, que esa es una pandemia que se expande con más rapidez y eficacia que cualquier virus asiático o africano: si cayera un meteorito o una bomba lo único que sobreviría al holocausto serían las greñas entresacadas, el gel y las pinzas de las cejas al lado de las pulseritas de caucho.

Cuarto que nada: si ven a un individuo con greña larga pidiendo a gritos un tratamiento Pantene y cargando una guitarra llame inmediatamente a un policía (y si vale la pena pídale su teléfono o queden para después) y que lo encierre ipsofacto, que puede ser un trovador y eso hay que castigarlo con la pena capital. La trova se ha convertido en tal plaga, que si levantas una piedra suena una canción de Silvio o Pablo o Sabina o Aute o Nicho o el que sea, todos son lo mismo: escoria.

jueves, mayo 26, 2005

Desde el baño

I’m not a perfeet peeersoooon.....

No. Nadie es ferpecto, ni yo: eso me gritaba un pseudoroquerillo con acné por los pasillos del walmart, entre la sección de salchichas y la de blancos, pasando por la de artículos de limpieza e higiene personal a los que me he vuelto adicto. Los quiutips son mi adoración y los jabones para baño líquidos con scrub se han vuelto mi adictiva caricia mañanera. El baño es el mejor refugio.
Antes no acostumbraba leer ahí, por ejemplo. Pensaba que era si acaso para leer algún tvynovelas pero siempre me pasa que cuando hojeo esas revistas en la fila para pagar me dan unas náuseas y por más que quiero soltarla se me pega como si estuviera hecha de chicles o algo así y ahí me tienen enterándome de la vida de Maribel Guardia y su cuerpazo, o que si Joan Sebastian esto o su hijo y la Ninel lo otro, que si Anahí se puso la prótesis dental de un pony o Yuri ahora hace exorcismos o la D’alessio tiene la meno (más bien ha de tener 20 años con ella, pero bueh...), que si fulanita se puso tetas como si no estuviera en su derecho de ponerse tres si le da la gana, que si la Martita en jeans habla en diminutivos lo bonito que es casi todo, sobre todo si resulta candidata, etcétera.
Tal vez mi problema con esas lecturas es que las empiezo del final y termino en el principio, por eso me mareo y a punto estoy de caerme en un charco de danóp que tiró un engendrito amarrado al carrito de enfrente.
Ahora lo que hago por puro sentimiento de culpa es leer sólo premios Nobel en el baño, pero le he estado sacando la vuelta a García Márquez y me puse la meta de echarme todo lo que tengo del húngaro ése de nombre impronunciable, sobreviviente de Auschwitz y del comunismo. Como comprenderán el tipo es monotemático y con cero sentido del humor, lo cual se entiende tomando en cuenta su vida que espero haya cambiado con el recibimiento del premio y se haya ido a un crucero por el Caribe y no a visitar el museo del holocausto, porque eso sí que sería tener un sentido del humor muy negro. Tan negro como el hecho que su literatura se lleva muy bien con mis esfínteres y defeco como si mis intenstinos estuvieran de fiesta cuando lo leo.
Veremos como se llevan el grueso y el delgado con la Jenileck y -por supuesto- me voy a comprar un kit de mascarillas hidratantes para leerla como es debido, porque supongo que ha de ser un poquito ácida, a juzgar por lo que he leído de ella y eso es algo que a mi humor le viene muy bien, pero a mi cutis no creo que tanto. Si en una de esas es demasiado para mis nervios tanta tortuosidad femenina, tengo a la mano el teléfono de la Juani para llamarla en calidad de uuuurgente a hacerme un extreme-facial-emergency a domicilio.

martes, mayo 24, 2005

La bondad de los desconocidos

Estamos en la puerta, Rano me hace entrar y en lo que lo sigo por un pasillo enorme me dice que tiene un lugar donde puedo pasar la noche. El lugar es un hotel abandonado que sirve de guarida a gente sin hogar, drogadictos y una galería de personajes que apenas alcanzo a distinguir en mi afán por alcanzar la zancada de mi guía, un moreno grandulón y afable con quien me contactaron unos muchachos que conocí en la calle.

Al llegar al final del último pasillo pasamos al lado de una familia que parece desayunar en una terraza iluminada por un domo gigante, cuya luz alcanza la puerta del cuarto del fondo. Rano la abre y me invita a pasar al galerón enorme, que parece bodega de antigüedades, muebles estilo Luis XV se alcanzan a divisar por debajo del polvo que los cubre y de sábanas percudidas que se ondulan al ritmo del viento que entra por los ventanales.

Me señala el fondo del cuarto donde está una cama enorme rodeada de unos muebles blancos llenos de libros, discos y otras cosas que no alcanzo a distinguir. Mientras escucho que me dice que me puedo quedar el tiempo que quiera, la luz de una de las ventanas ilumina una figura postrada del lado izquierdo de la cama. Es Carlos, apenas veo su figura a contraluz y reconozco su perfil, su camiseta ceñida a rayas azul y rojo, su corte de pelo irregular.

Algo que prepara con las manos lo mantiene distraído y cuando nos escucha entrar voltea. No alcanza a decir nada cuando ya le estoy cuestionando su presencia ahí y él sólo responde con una sonrisa y un sorprendido hola. Tiene unas ojeras rojizas que apenas alcanzo a ver porque se voltea a inhalar la fórmula que momentos antes preparaba.

Rano le dice que ya era hora de que se hubiera ido, que no esperaba encontrarlo todavía ahí y que tiene cosas qué hacer. Él voltea y lo mira con sus ojeras más encendidas y hace una mueca de enfado con los ojos, me besa en la mejilla y sale por la ventana, se agarra de un tubo y baja como si fuera un bombero saliendo del refugio.

Volteo a ver a Rano, esperando a que cuestione mi relación con el muchacho pero todo lo que hace es bajarse la bragueta y sacar su enorme verga, casi morada y viscosa. Sonríe y me guiña un ojo.

Me quedo en silencio un momento, como si fuera un teléfono viejo y tardara en caerme el veinte. Reacciono cuando escucho el chasquido de la verga contra la palma de su mano y lo único que hago es tragar gordo, voltear a la puerta de entrada y ...

-¿Qué pedo?, me dice.
-...Hay gente allá afuera que nos puede ver. Contesto yo, cuando en realidad lo que quiero es salir corriendo.

Rano camina hacia la entrada sin preocuparse en subirse la bragueta, empuja de una patada la puerta, se acerca a mi y me toma de la nuca y yo espero que sea para rompérmela, pero no.



Sentado en el filo de la ventana, con un vaso de agua en la mano, miro como va apareciendo el sol a lo lejos, compitiendo con las miles de luces que hacen ver a la ciudad como un enorme pastel de cumpleaños. Pienso que debería estar fumándome un cigarro al mismo tiempo que pienso en Carlos y su estancia en este lugar, el hogar de los desconocidos de siempre...

lunes, mayo 23, 2005

Alcohol

Hoy estoy lejos, fuera de personaje, con ojeras como siempre las he querido y quiero verme hacia adentro, nadar dentro de mis ojos somnolientos y perderme en la revolución de agruras y bilis de la que estoy hecho.

Meaning? ...I'm sleepy.

viernes, mayo 20, 2005

¿Quién es és que anda ahí?...es Xiu-Xiu

Cremate me after you come on my lips, honey-boy,
put my ashes on a vase, beneath your workout bench…

(Fabulous Muscles, Xiu Xiu)

No hace mucho salió del clóset mi fascinación -rayana en lo enfermizo- por los personajes decadentes. Obviemos el hecho de que por encima de cualquier elaboración mía esos personajes son, deshojándolos, tan gente como uno y también –aclarémoslo- tan decadentes como uno.
La reciprocidad es una fantasía, así que nos movemos en un terreno movedizo y anárquico y ese es un terreno muy fértil si sabe uno aprovecharlo, como pasa con Xiu Xiu”, un grupo de la escena alternativa (qué bonito se oye eso) estadounidense que no hace mucho descubrí.
No es que uno busque lo raro, lo raro lo sigue a uno. “Xiu Xiu” es la pesadilla de Jamie Stewart, un treintañero prófugo del gótico que decidió hace más de 4 años sacar algo, si no productivo, al menos entretenido de sus fantasmas internos.
Uno puede joderle la vida a alguien más, o exprimirse el bolsillo y pagarle al psicoanalista para ser escuchado, o está siempre la opción de hacer tu propia banda (lo que sea que esto signifique), poner tus canciones a rolar, grabar un disco y ser el helado del mes en la industria bulímica que también es el indie.
Pero resulta que incluso puede resultar en un estilo de vida y un medio de subsistencia también, sobre todo si estás en el medio idóneo (California en este caso), en el momento preciso y tienes un poco de talento y tiempo para pulirlo y explotarlo.
Así pasó con Stewart y “Xiu Xiu”, nombre tomado de la película debut del reconocido actor chino Joan Chen (el mismo de “El último Emperador” y M Butterfly), la historia de una mujer esclavizada sexualmente en una provincia de la República China a finales de los setentas y en plena crisis de la revolución cultural.
Too much information, ya sé, pero el caso es que el grupo se llama así porque según el líder de la banda esa película es la más deprimente que ha visto. Se nota que no conoce el cine mexicano y la dupla Ripstein-García Diego, porque le cambiaría de nombre al grupo inmediatamente.
El caso es que “Xiu Xiu” es un buen nombre para que todo el mundo se pregunte de qué se trata esa música: un cóctel, híbrido o un engendro musical que va de la canción con la base melódica más sencilla a la experimentación más arriesgada, de la instrumentación clásica contemporánea a lo electrónico puro sin perder su esencia primordial que es la mala leche.
Las letras van desde el romanticismo mórbido-radical de “Fabulous Muscles” a la letanía apocalíptico-suicida de “I luv the Valley, Oh!” , todas cantadas con una afectación teatral y en momentos hasta operística de Stewart, comparado con Robert Smith o Ian Curtis, de Joy Division.
A mi lo que me parece es que cualquier influencia que tenga “Xiu Xiu” (o Stewart para ser más precisos) la pasó por un marinado de bilis y sangre que terminó en una fórmula explosiva capaz de atraer o repeler con la misma intensidad.
Parecería calculado tanto retorcimiento, y lo es. Pero el cálculo cerebral no se sostendría sin darle su lugar a la víscera y el desgarramiento para que, a merced de la experimentación sonora, choquemos de frente a un vacío tan grande y temerario como el futuro mismo, donde cualquier expectativa es correspondida con su respectivo palmo de narices.
Así me topé con “Xiu Xiu”, se apareció ante mi una tarde de invierno y el frío nunca fue tan hondo y entrañable al mismo tiempo, empecé a querer a ese monstruo dibujado en mis oídos por un Tim Burton que dejó de ser naive: un joven manos de tijera con lengua asesina.

jueves, mayo 19, 2005

Elipsis

Las primeras veces nunca se olvidan, se quedan atrapadas en la garganta como si fueran bacterias y de repente algún detonante las hace aparecer, tan frescas e infecciosas como lechuga de taquería.
Mi memoria, por lo visto tiene voluntad propia porque justo cuando creo que ciertos momentos han quedado sepultados se me aparecen campechanamente de frente, como el holograma de Obi-One Kenobi.
Todavía me acuerdo del momento es que hice mi primera declaración de amor: fue hace casi diez años y, para no romper ninguna tradición milenaria, me fue de la chingada. Pero no nos adelantemos, que ya todos hemos oído hablar de la Ley de Murphy.
Salimos, platicamos, pisteamos, dimos la vuelta un rato hasta que nos detuvimos cerca de mi casa y el silencio se apoderó de nosotros...

Ambos eramos en ese entonces estudiantes y nos conocimos en la universidad. Yo nunca había estado interesado sentimentalmente en alguien y no había imaginado que su sola cercanía podía provocar tanto alborotamiento hormonal de la que daba razón mi corazón y mi entrepierna.
Recuerdo que una compañera estaba interesada en mi y esa noche que planeamos salir nos la encontramos en la calle y nos vio como si algo le debiéramos, creo que apartir de ahí me libré de las explicaciones.


...lo único que se escuchaba en esos momentos era la respiración agitada de los dos, uno en plan de seductor imberbe y el otro con las manos temblorosas y la mirada extraviada. Ambos temblábamos y cuando por fin decidí acercarme sonó el motor de arranque y el clotch para meter reversa.
Así de simbólico me resultó el momento y mi angustia empezó a convertirse en rabia, una rabia contenida, opresiva.
Cuando llegamos a mi casa estuve a punto de bajarme sin decir nada, si no me llevo nada de esto cuando menos me quedo con mi dignidad, pensé.
Pero no, mi sensatez de vacaciones y mi boca en su día libre dieron como resultado una torpe declaración de principios, solemne y parca que para algo me había servido mi educación cinematográfica con lo mejor del cine autista europeo.
Les ahorro el numerito por salud mental y demos paso a la elipsis...

-Mira, entiendo que te cueste trabajo aceptarlo pero no te creo nada de lo que me dices, para mi está todo muy claro pero es mejor que aquí la dejemos.

Me bajé del carro y caminé los metros más largos de mi vida sin mirar atrás, instalado en mi personaje bergmaniano, pensando que esa era mi mayor venganza contra el amor: darle la espalda, cuando en realidad era al contrario.
La noche que pasé se las ahorro con otra elipsis maravillosa, unos ojos abiertos que conocieron por primera vez el desvelo que nada tiene que ver con ensayos de fin de cursos o parrandas interminables, la resaca del desamor es tan lánguida y fotogénica que puede ser adictiva.
La noche siguiente vino a buscarme y algo me iba a decir pero yo, aún instalado en mi profundidad dramática pongo mi cara de heroína de David Lean y le digo:

-Lo de anoche, haz de cuenta que nunca pasó.

Se quedó mudo, agachó la mirada y se fue (como si se hubiera aprendido el guión de memoria) y Siberia se abrió ante nosotros, tan fría y nívea en pleno verano hermosillense.
Mi megalomanía se lo imaginaba llorando y lamentándose por el error cometido, pero mi sentido común no hizo sino confirmarme que las verdaderas historias de amor son esas, las que se inventa uno en la cabeza y el resto del mundo no hace sino preguntarse: ¿de qué me perdí?

miércoles, mayo 18, 2005

Naked Lunch

Hay algo de liberador en dormir desnudo, que te estorbe la ropa, como a la D'alessio pero por razones diferentes. Cero climaterio o ninfomaniquez.
Sólo la sensación urgente de la desnudez porque sí, porque la sábana te pide piel directa y el vecino espero lo sepa agradecer cada mañana que saca su carro que deja justo frente a mi ventana.
A lo mejor ni voltea, pero a veces me siento Sharon Stone en Sliver, sólo que con menos maquillaje y años.
He estado pensando en convertirme en un almanaque para mis stlakers imaginarios: un día me vestiré como bombero, vistiendo sólo el casco y las botas, enredado en la manguera como símbolo yasabendequé. Otro día de albañil, son un shorcito biby que no deje nada a la poca imaginación y un cinto de herramientas amarrado a la cintura. El que sigue dormiré con una bata de carnicero manchada en sangre, lástima que no sea de pelo en pecho para gritar "chicharrón de puerco y puercaaaaa". Luego la misma bata pero sin manchas, con un estetoscopio colgando de mi cuello y nothing else: ¿dónde te duele, papi?.
Sólo tengo un pequeño problema (no, ese no es tan pequeño como para preocuparme), tengo sinusitis y ronco como carretonero y creo que eso no es muy sexy...
Ya que yo no soy muy dado a las fantasías, ¿qué de malo tiene convertirme en la fantasía de alguien más?

martes, mayo 17, 2005

La lengua de las mariposas

La lengua es un invento prodigioso, sirve para muchas cosas santas y non santas. También sirve como arma de destrucción masiva, aunque en el caso de nuestro Presidente ¿qué va a destruir, su reputación que se ha ganado a pulso? No creo, para eso se necesitan lobotomías para todos, así México se acercaría más a una película de Roger Corman y no de Juan Orol, cuestión de estilos.
El fin de semana Vicente Fox se echó encima a la comunidad afroamericana (eufemismo para referirse a los negros, que desde que tienen el rap en el billboard y el rating en los talk show no hay quien los baje de la nube) y de paso le pintó una raya más al tigre de nuestros paisanos indocumentados. Lo bueno es que lo dice con cariño y la intención es lo que cuenta, pero ustedes ven algo realmente ofensivo en “los hispanos hacen los trabajos que ni los negros quieren”.
Yo lo que veo es sabiduría y elocuencia inédita en nuestro presidente, el mismo que fue elegido hace 5 años vía votos útiles e inútiles (el mío, que no fue para él fue inútil por ejemplo) y que no ha hecho sino poner de relive la verdadera naturaleza del mexicano.
Pero sobre todo veo honestidad en ese gesto bienintencionado e incomprendido. Sí señores, honestidad. Porque hasta ser pendejo tiene su gracia y nuestro presidente será todo lo que quieran, pero si hay algo que le sobra es gracia.
¿A qué viene ahora la rasgada de vestiduras por las expresiones coloquiales de nuestro representante?, ¿puede alguien decir que sus palabras no lo representan?, ¿alguien se siente con estatura moral como para indignarse cuando eso que dice Vicente es el pan nuestro de cada día?
Ahora el tipo de cambio es estupidez =hipocresía, escupirle a nuestro reflejo en el espejo y esquivar el golpe al mismo tiempo que escondemos la mano.
No cabe duda que cada pueblo –esa figura retórica secuestrada por el populismo de todos colores- tiene los representantes que se merece.
Usté no se agüite, Mr. Fox que lo presidente se le quita en un año (lo pendejo no se lo garantizo), pero el negro no se quita ni con leche de magnesia.
Y nuestros paisanos que no se quejen, que ¿para qué se arriesgan a cruzar el charco y se rebajan a hacer trabajo de negros estando Suiza, Holanda y otros países donde se pude ser ciudadano de primera?

lunes, mayo 16, 2005

Luciérnagas

desplantus liricus

A veces uno es un fantasma, una sombra en un camino sinuoso que va reflejando la sombra de la sombra de la sombra que el deseo hace de nosotros, que va borrando lo poco de humanos que nos va quedando, que vamos empeñando en cada ritual erótico y dejando huellas que se borran con una pastilla de jabón y agua sucia.
Hay veces que uno es menos que uno y que pasa frente de los demás como un chamizal transparente, una bocanada de humo azul que se desvanece al agitar la mano y tritura un estornudo.
Incluso hay veces que no podemos evitar la ceguera de un caballo desbocado buscando abismos que temer, vallas que derribar y espejos que romper. Esas veces uno se pone el traje de cuero, la máscara negra y la correa ofrecida al amo que nos domine y nos guíe por el laberinto en búsqueda del minotauro.
Esas que uno se olvida de sí mismo para dejarse habitar por el deseo, son noches de viaje sin retorno, de extravíos mudos, de perros aullándole a su sombra, de miradas huecas y de tactos fríos, buscando en entrañas ajenas la respuesta a una pregunta nunca formulada pero siempre presente.
Las noches salvajes las reconocerás cuando voltees buscando a tu vecino y todo lo que veas será una estampida de lobos ladrándole a una luciérnaga divertida y veloz, rumbo al final del camino donde aguarda la entrepierna prometida.
Así es el deseo cuando se apodera de uno... temor y entraña.

viernes, mayo 13, 2005

Desperate Cinefilus

Post con acentos alrevès

Resulta que voy saliendo de ver "Birth", con la Nicole Kidman creyèndosela como toda una actriz de primera en pelìculas de segunda y estoy casi seguro de conocer su mètodo de actuaciòn. Es el mismo que usò Ana Martin en "El pecado de Oyuki", que se amarrò unos ganchos para rasgarse los ojos y quedar como toda una japonesa de Chiconcuac (no confundir con china poblana). La gèlida Kidman -estoy casi seguro- se amarra algùn alambre desde la nuca hasta la espalda para mantener una postura inverosìmil y un rictus de bailarina rusa en decadencia que està a punto de patentar.
No sabìa si cachetear a la mujer para que reaccionara como una persona normal o nalguear al chamaco insoportable instalado en su plan de consorte prematuro. Ambos compitiendo a ver quien mantiene la cara màs inexpresiva por màs tiempo y ¿adivienen quièn gana?... Claro, la que tiene el Oscar en su vitrina, la misma en la que guardò el secreto a voces de la sexualidad verdadera de su comadre Tomasa Cruise.
Creo que quedò claro que no me gustò "Birth", asì que saliendo del cine me metì al sanborns y me quedè de a seis cuando vi una ediciòn especial de "My own private Idaho", de cuando Van Sant usaba su talento. No estaba nada barata pero no me pude resistir a comprarla y es una caja bellìsima, con un booklet fabuloso y dos dvds, uno de la pelìcula (que es una de mis favoritas de siempre) y otro de extras, con escenas borradas y cometarios de los involucrados.
No cabe duda que el consumismo va a acabar conmigo, pero es que despuès dè tan mala pelìcula algo tiene uno que hacer en lugar de vomitar, que cada vez està màs mal visto.

jueves, mayo 12, 2005

Llamado vocacional

He decidido cambiar de profesión y convertirme en preparador de cadáveres, como personaje de six fit ánder pero con más morbo, si es posible.
Si hay algo que le puedo envidiar yo a un cadáver, aparte de su sobriedad y sangre fría, es el cutis, tienen un cutis que ya lo quisiera Inés la de Lancome, terso y ligeramente opaco, con los poros como deben estar, ni muy abiertos ni muy cerrados.
Además esa falta de pudor me causa una envidia que me pone casi tan verdoso como ellos: yo para desnudarme con esa facilidad, sin preocuparme por nada más que por mi paz interior y sumir debidamente el abdomen sólo con un poquito de sustancias sicoactivas, y si son ilegales mucho mejor.
La última vez que me desnudé frente a alguien sin ninguna intención erótica de por medio (por lo menos de mi parte) fue con un doctor que me hacía un examen médico, requisito para un empleo al que estaba aplicando.
El doctor me pidió hacer cada cosa que luego yo como que no entendía, como cuando vas a revisarte las amígdalas y el doctor te pide que te desnudes, ¿es que querrá vértelas por detrás o qué pedo?
El caso es que éste me pidió que me bajara los pantalones, me pusiera en cuclillas, me agachara, me levantara los testículos y quién sabe qué cosas más, no recuerdo bien. Cuando le pregunté sobre la necesidad de hacer todo eso me dijo que era para saber si tenía alguna hernia y yo pensé ¿no podía habérmelo preguntado?
El caso es que el empleo me lo dieron, que si no me lo dan regreso a poner en su lugar al galeno, porque para mi que se pasó.
Toda esta anécdota para explicar mi respeto por los muertos.
Otras cosas que me gustan de ellos es su elocuencia, esa economía verbal que pocos políticos y presentadores de televisión conocen.
También son muy buenos para escuchar, les puedes contar de todo sin que se molesten, se asusten o te juzguen. Poca gente sabe ser tan buena oreja como un muerto.
De lo que no estoy seguro es si hay que estudiar algo en específico para trabajar con cadáveres o es suficiente con mi buena voluntad y espíritu ciudadano, tomando en cuenta que la población cadaveril va en aumento por estas tierras, gracias al narco y próximamente a las altas temperaturas combinadas con el tandeo de agua.
No sé, tendré que hacer una investigación de mercado y preparar un proyecto en el que especificaré obviamente con qué tipo de cadáveres estoy dispuesto a lidiar, que no puede uno hacerse caso de todo, tiene que haber un filtro, un examen de admisión en el que lo menos importante será la causa de la muerte, sino el estilo de vida que haya llevado el fiambre, porque generalmente eso se nota en el cuerpo.

Life goes easy on me

And so it is, just like you said it would be
No, en realidad no es como pensé pero sigo esperando el día que...
Life goes easy on me, most of the time
Pues lucky you, la vida es tan díficil de lo fácil que resulta...
And so it is (he has)the shorter story
Pues espero que sólo sea la historia, porque, ¿te acuerdas de la canción de Gillette?
No love, no glory. No hero in her sky
Pues no será la única, eh? Eso de seguro.
I can't take my eyes off of you, I can't take my eyes off you...
I can't take my eyes off of you, I can't take my eyes off you
I can't take my eyes off you, I can't take my eyes...

Ok, creo que me quedó claro.
And so it is (he has), just like you said it should be
Odio tener siempre la razón, pero te lo dije.
We'll both forget the breeze, most of the time
Entre otras cosas, yo tengo muy mala memoria para los detalles ambientales.
And so it is (he has), the colder water, the blower's daughter, the pupil in denial
No puedo negar que es cierto, ál amor es más frío que la muerte.
Did I say that I loathe you? Did I say that I want to leave it all behind?
Sí, lo dijiste varias veces, pero lo único que no se puede dejar atrás es la frente, los ojos, el pecho que guarda un corazón que late al ritmo propio.
I can't take my mind off you, I can't take my mind...
My mind...my mind...'Til I find somebody new

Mucha suerte, lo malo de lo nuevo es que es nuevo sólo una irrepetible vez.
C'est la vie!

miércoles, mayo 11, 2005

Oral SEX?

Nada mejor para dejar de quejarse que dejar de quejarse. Así de sencillo, si no has cogido en más de una semana, pues no pidas que te llegue todo como obra y gracia del espíritu santo (que otras cosas tendrá que hacer el pobre, con que te digan dónde hay es suficiente.
El chiste es aplicarse y no solucionar todo con duchas frías o ajusticiamientos a mano propia habiendo tanta mano generosa y solidaria rondando por donde menos te lo imaginas: el sexo express es el mejor invento, después de la comida ídem.
No hay necesidad de mucho preámbulo, va uno directo al grano (y no me refiero al acné) y lo más importante de todo: no es necesario hablar mucho.
Eso creía yo, pero el detalle es que hay mucha gente que pasa ese ligero detallito de largo y siente la imperiosa necesidad de narrar lo que está sucediendo en el más puro estilo “Red shoes diaries”, como si una escena sexual necesitara voz en off.
Hay a quienes eso les excita, pero la verdad yo no tengo clítoris en el oído (ni en ninguna otra parte, aclaro antes que me visulicen como fenómeno intersexual) y me tumba un poco el rollo porque luego me gana la risa y me desconcentro con facilidad, lo cual no debería de ser un problema si de lo que se trata es de divertirse, pero tal vez esa clase de sexo “oral” no es precisamente mi favorita.
El capítulo de la otra noche fue muy chistoso porque el hombre no dejaba de hablar y de decir y de felicitar y de gemir y de contar al viento lo que hacíamos en tiempo real, como si estuviera narrando un partido de futbol con su acento sinaloense y una mirada de fanático en campeonato mundial.
Hasta que me hartó y le dije que se concentrara en lo que estábamos haciendo y sonriendo me dijo: Está bien, pero con la condición de que me dejes penetrarte, me excita mucho la gente de tu tamaño (aquí hay que aclarar que el sujeto es de estatura discreta).
Yo, en plan Lauren Bacall, muevo mi cabeza a manera de negativa y el interesado pone esa cara de borrego a medio morir que más que conmoverme me irrita, cuando se da cuenta que no voy a cambiar de opinión me dice que por lo menos lo deje venirse en mi boca a lo que también digo que no, alegando intolerancia a la lactosa.
Sin ánimo negociador termino el capítulo donde debe terminar, sin dejar de sorprenderme que a estas alturas siga habiendo quienes piensan que el sexo oral es el que se platica. Ni hablar.

martes, mayo 10, 2005

¡En la MADRE!

¿Cómo es que después de tanto avance científico, la pastilla anticonceptiva, la del día después, los legrados, el condón femenino y masculino, los retro-diafragmas y un ilustrativo etcétera, la maternidad sigue siendo tan popular y hasta se festeja con un día entero?
Mer-ca-do-tec-nia, claro, como diría sabiamente Manolito, el amiguito de Mafalda. ¿Qué se inventaría primero, la mercadotecnia o la maternidad?
Yo soy muy ignorante, como se habrán dado cuenta, por lo tanto no puedo responder a este cuestionamiento que me rebasa, pero algo supongo que significaba la hojita de parra en los genitales de Eva y no era un arranque prematuramente vegano, supongo.
El caso es que las florerías, los restaurantes, las joyerías, las tiendas de electrodomésticos son festejados al mismo tiempo que la madrecita santa que tanto promovió el cine mexicano, llámese Don Saro García (la más bragada de todas las madres lesbianas), Dolores del Tío (la más sobreactuada y más estéril que una piedra), Charrito Granados (una émula de la que sigue), Libertad Temarque (el puchero hecho carne, pateada en el culo por Evita, la Perrón), María Pérrix (icono de la mala madre y actriz)...y así puede seguir una extensa lista hasta llegar a las mamás campanitas de la televisión, la mamá dolores del derecho de joder, la mamá-dora...ups! creo que esa es otra.
Es bien bonito este día: la secre con una sonrisa ancha y una rosa roja en el escritorio y el pecho inflado casi tanto como sus caderas.
La depentonta con su “corsash”, la acostólica y romana festejada por su nunca mejor ponderada santa “inglesia”, la mayestra, la cochinera, la profechonista, la actirchivista, la ferminista y todas las etcéteras serán felices un día al año, incómodas por el día internacional de la mujer pero emocionadas por el 10 de mayo donde aceptaron la condena con gusto, porque ¿Madre sólo hay una?, Noooo: hay millones. Levanten una piedra y se van a encontrar que más persistente y virulento que un hongo es la maternidad.
¿Felicidades? ...Sí, pero sólo a la mía, que ESA sí es madre (Pepe el Toro dixit), chorreadaaaaa!

lunes, mayo 09, 2005

Lúcida lucía, Lucía

Versión corregida y con acentos...

Acabo de caer en cuenta, platicando con mi hermana de mi repentino apetito voraz, de que el asunto es que necesito una vida sexual más activa (y no me refiero a posiciones, sino a actividad, ok?). Y supongo que por eso se entiende no que me masturbe más veces al día de lo que ya lo hago, sino de procurar tener sexo con alguien más que conmigo, porque eso de que la última vez me dejaron llena la alacena (por usar un termino domestico sin llegar a la vulgaridad) está bien, pero a veces es mejor administrar bien los dividendos para luego no andar almacenando energías que se desbordan.
El asunto es que mis caiditos están fuera de circulación: uno se fue de la ciudad (y por cierto, se dio el lujo de plantarme en la ultima cita, creo que para casarse), el otro cambió de celular o ya me borró de su lista. El mozito volvió a aparecer pero no estoy seguro que el sexo telefónico sea lo que ande yo necesitando.

Huele a peligro, pero creo que lo que necesito es una pareja full-time, y después de más de tres años he perdido la práctica en esas lides y -la verdad sea dicha- el ganado tampoco da para mucho en estas tierras expo-ganaderas.
Los chats son un refugio de losers o swingers (así o más retros?), sexoadictos o romantic freaks.
Los antros son la vitrina oscura con barra libre de mal gusto para los modelitos y las mechas, el maquillaje invisible que hace su aparición en la luz neón de la pista de baile, las musculocas o las tardías metrosexuales de hoy, que se saben todas las coreografias de Pau o Jlo., aunque no sepan qué se festeja el 5 de mayo o qué significa una suástica en una chamarra militar muy "fashion".
De seguro por ahí habrá gente interesante por conocer, pero por el momento mi imán atrae sólo stalkers u otras versiones "freak" del vacío emocional -entre otros vacíos- que ha traído la globalizacion, envuelta en falso hedonismo: una prisión vistosa, de una frivolidad que si fuera conciente, podría ser hasta interesante como estrategia de resistencia y postura ideológica, si alcanzara ese estatus.
Ya lo dijo en los early nineties, la Méndez..."Ay, ay. ay no hay homres...todas piensan lo mismo que yo".
También dijo premonitoriamente: "Nos aburriremos juntos"...
Ay, Lucía, siempre tan sabia tu filosofia del crepé.

jueves, mayo 05, 2005

La niñez, divine treasure!

Cuando era niño, ¿era feliz?
Supongo que sí, porque no recuerdo haberme hecho nunca esa pregunta y eso debe ser señal de algo.
¿Qué es lo que necesita uno para ser feliz en la infancia?
Olvidémonos por un ratito de la carta de derechos humanos de la niñez de la vapuleada Naciones Unidas., que yo no la ocupaba para jugar a las escondidas o al Carro, las canicas o las muñecas (trámite que tienes que pasar independientemente de tu orientación sexual si tienes primas como las mías).
El caso es que de niño no todo es más fácil pero uno tiene esa candidez que va perdiendo con la experiencia. Todo es porque tiene que ser, cualquier resistencia al destino es además de mal vista, inútil.
Creo que por eso entiendo -sin compartir, aclaro antes que me manden al MP- esa inclinación enfermiza de Michael Jackson por los menores.
Alguien que no está a gusto con su cuerpo ni con su color ni con su nariz (o falta de) y probablemente con su género no puede sino envidiar la promesa de algo aún por definir, un proyecto de ser humano, una página en blanco para escribir, como el Señor (dios o el que sea) en renglones torcidos.
Sin embargo, haciendo memoria, creo que uno de niño más que ingenuo es distraído. Ese mito de la ingenuidad no me lo quieran vender con celofán, porque uno puede ser igual o más perverso en la inconciencia que en cualquier otro estado. Y si a eso le agregas que siempre está la opción de apelar al papel de víctima que tan bien le combina a uno cuando tiene el cutis terso y un brillo angelical en la mirada, pues el numerito está hecho.
Pero a mi el papel de víctima ni de pequeño me gustaba, por eso pasé de ladito por el abuso sexual. Propuestas, he de presumir, no me faltaron, pero digamos que o no me llegaron al precio o de a tiro la tiranía adulta no mostraba su mejor cara y convertirme en esclavo sexual de algún pariente cercano no estaba en mis prioridades en esos momentos.
¿Qué hace uno en esos casos? Pues se conforma con los juegos sexuales con las primas: después de jugar a las muñecas, nosotros nos convertíamos en nuestros propios muñecos y nos daba más por desvestirnos que por vestirnos.
Así es la inocencia, un poco exhibicionista y tocona.
Luego ya en la adolescencia, aparte que el cutis se vuelve fatal con la revolución hormonal y tal, también se le aparece a uno el monstruo de la conciencia y la culpa y todo eso combinado con la calentura no hace un buen combo.
La adolescencia habría de prohibirse.
Yo si pudiera volver atrás igual y decidía empezar desde pequeño para pasar por ese trámite de acné y bad mood (aparte del pésimo peinado, que ocupa otro post) de una manera más relajada, dejando a las hormonas hacer su trabajo y dando a la inconciencia el lugar que se merece.
Ni hablar, como dice Cristina (la Oprah que nos merecemos): pa´trás ni p'agarrar impulso.
Aunque de seguro ella se refería a una balsa, pero ese es otro tema.

miércoles, mayo 04, 2005

¿Y qué hace uno?

La boca es uno de los inventos más interesantes y polifacéticos que hay debajo de la nariz.
Sirve para comunicarse verbalmente, para alimentarse, ayuda a respirar, es de mucha utilidad para besar y muchos otros asuntos relacionados con el placer.
Pero es tan traicionera y en muchos casos taaan imprudente que a veces quisiera uno que la guillotina fuera algo más que una pieza de museo.
Con mi boca tengo una relación de amor-odio, porque a veces pareciera que tiene mente y voluntad propia.
Para no ir más lejos, anoche entre una cerveza y otra, una broma y otra, un hola-como-estás, tanto-tiempo-sin-verte y tal, resulta que habló más de lo debido.
Y eso es lo que me pasa a mi cuando no tengo algo a la mano para besar o comer (en su defecto): me voy de boca. Me desboco se dice, ¿no?

Pues eso, que me desboqué y le solté a una de las crápulas que había visto a fulanito muy de manita sudada con una morra en un supermercado de la localidad.
Si ella se hubiera apurado a decirme que estaba saliendo con él, igual y puedo obviar el lo ví con una fulanita, pero no se apuró y entre preguntas cada vez más presurosas y respuestas evasivas nos agachamos ambos a juntar los pedacitos de cristal de un corazón, mezclados con los de una botella de corona semivacía.

¿Qué se hace en esos casos?

martes, mayo 03, 2005

Musul-Man

Soñé que era musulmán.
Pero no me pregunten del Corán porque no le quiero seguir la huella a Salman Rushdie, que famoso se hizo, sí, pero cualquier rato lo encontramos hecho un fiambre o volando en pedacitos en alguna habitación de hotel de lujo.
Es que los musulmanes serán muy guapos y tendrán muy buen gusto para vestir, pero sentido del humor no tienen mucho.
Pregúntenle a esas gemelas neoyorquinas, que en paz descansen: no, las Olsen no, las Torres.

El caso es que para mi, en el sueño, se musulmán es tener la piel un poco más oscura, unos ojos como los de Omar Sharif y unos dientes que ya los quisiera el burrito de Shrek.
Y puedes hacer lo que quieras, porque ser musulmán es una cosa y ser musulmana es otra.
Si uno quiere ver las ventajas de la desigualdad de género no hay como soñarse musulmán varón para valorar un poquito la misoginia. Tiene sus ventajas si sabes ver el lado amable de las cosas.
Yo pensaba que sólo los escoceses usaban faldas sin nada debajo y en mi sueño uno como musulmán anda directísimo debajo de las túnicas.
Lo cual se hace evidente en las reuniones sociales cuando cualquier erección se hace presente sin necesidad que aparezca por el salón mujer alguna.
Pero eso se ve como algo muy natural, nada de suspicacias homofóbicas, por el contrario. Una de las ventajas de negar la existencia de la homosexualidad es el libre intercambio de favores eróticos entre camaradas varones.
Así como que se me pegó un chicle en el cabello, ¿me ayudas a quitármelo? Igualito: fíjate que traigo una erección que no se me baja con nada, ¿nos hacemos un paro?
La solidaridad masculina tiene los límites de unas amígdalas y un recto, porque eso sí, muy rectos somos como musulmanes en mi sueño.

Estoy considerando seriamente dejar de profesar el agnostismo, por poco sexy.
Creo firmemente que hay que creer en algo, y Alá puede ser toda una revelación para un alma descarriada como la mía.

lunes, mayo 02, 2005

El crimen no paga

De que no paga, preguntenme a mi.
En el buró de crédito habría de estar las calorías y los carbohidratos.
¿Qué si de qué me declaro culpable?
Pues que si a ustedes el capítulo del Brownie con nieve le agregan, al siguiente día, una cena a base de pizza con champiñones, chatarras de las que quieran, coca cola y nieve de chocolate con fresas, el resultado no puede ser nada bueno.
Pena de muerte para mi.
El único que hizo eco de ese arrebato anárquico-alimenticio fue mi estómago y es hora de nada sólido puedo digerir.
Vamos, que ni una ensalada griega me pude terminar ayer.
Sólo un par de cervezas fueron mi cena.
En lo que mi metabolismo levanta la huelga, tendré que cultivar mi espíritu a ver si mis chacras hacen un poco por alinear mi intestino delgado y grueso.

En la misma situación ha de estar nuestro querido canciller, su majestad Derbez, cuando después de presumir a quienes se dejaran su candidatura a la dirección de la OEA, a primeras de cambio y vía intervención del engendro shakesperiano (mezcla de lady Machbet y Otelo) Condoleeza Rice, se quedó con un palmo de narices.
Después de lustrarle los zapatos le devolvieron un túmbate el rollo y a tejer chambritas en tu rancho. Quien nace para maceta, no pasa de cenicero.

Le voy a pasar el número de mi gastroenterólogo, para que vea que solidario puedo ser yo cuando ando estreñido.