jueves, mayo 12, 2005

Llamado vocacional

He decidido cambiar de profesión y convertirme en preparador de cadáveres, como personaje de six fit ánder pero con más morbo, si es posible.
Si hay algo que le puedo envidiar yo a un cadáver, aparte de su sobriedad y sangre fría, es el cutis, tienen un cutis que ya lo quisiera Inés la de Lancome, terso y ligeramente opaco, con los poros como deben estar, ni muy abiertos ni muy cerrados.
Además esa falta de pudor me causa una envidia que me pone casi tan verdoso como ellos: yo para desnudarme con esa facilidad, sin preocuparme por nada más que por mi paz interior y sumir debidamente el abdomen sólo con un poquito de sustancias sicoactivas, y si son ilegales mucho mejor.
La última vez que me desnudé frente a alguien sin ninguna intención erótica de por medio (por lo menos de mi parte) fue con un doctor que me hacía un examen médico, requisito para un empleo al que estaba aplicando.
El doctor me pidió hacer cada cosa que luego yo como que no entendía, como cuando vas a revisarte las amígdalas y el doctor te pide que te desnudes, ¿es que querrá vértelas por detrás o qué pedo?
El caso es que éste me pidió que me bajara los pantalones, me pusiera en cuclillas, me agachara, me levantara los testículos y quién sabe qué cosas más, no recuerdo bien. Cuando le pregunté sobre la necesidad de hacer todo eso me dijo que era para saber si tenía alguna hernia y yo pensé ¿no podía habérmelo preguntado?
El caso es que el empleo me lo dieron, que si no me lo dan regreso a poner en su lugar al galeno, porque para mi que se pasó.
Toda esta anécdota para explicar mi respeto por los muertos.
Otras cosas que me gustan de ellos es su elocuencia, esa economía verbal que pocos políticos y presentadores de televisión conocen.
También son muy buenos para escuchar, les puedes contar de todo sin que se molesten, se asusten o te juzguen. Poca gente sabe ser tan buena oreja como un muerto.
De lo que no estoy seguro es si hay que estudiar algo en específico para trabajar con cadáveres o es suficiente con mi buena voluntad y espíritu ciudadano, tomando en cuenta que la población cadaveril va en aumento por estas tierras, gracias al narco y próximamente a las altas temperaturas combinadas con el tandeo de agua.
No sé, tendré que hacer una investigación de mercado y preparar un proyecto en el que especificaré obviamente con qué tipo de cadáveres estoy dispuesto a lidiar, que no puede uno hacerse caso de todo, tiene que haber un filtro, un examen de admisión en el que lo menos importante será la causa de la muerte, sino el estilo de vida que haya llevado el fiambre, porque generalmente eso se nota en el cuerpo.

1 comentario:

Mercedes dijo...

Si porque imaginate que te llegue uno con espinillas, con celulitis, con ojos de pescado o con hemorroides, o con demasiado sobrepeso, o sabes que ? mejor me voy a hacer ejercicio, bye
Te amo.