viernes, mayo 13, 2005

Desperate Cinefilus

Post con acentos alrevès

Resulta que voy saliendo de ver "Birth", con la Nicole Kidman creyèndosela como toda una actriz de primera en pelìculas de segunda y estoy casi seguro de conocer su mètodo de actuaciòn. Es el mismo que usò Ana Martin en "El pecado de Oyuki", que se amarrò unos ganchos para rasgarse los ojos y quedar como toda una japonesa de Chiconcuac (no confundir con china poblana). La gèlida Kidman -estoy casi seguro- se amarra algùn alambre desde la nuca hasta la espalda para mantener una postura inverosìmil y un rictus de bailarina rusa en decadencia que està a punto de patentar.
No sabìa si cachetear a la mujer para que reaccionara como una persona normal o nalguear al chamaco insoportable instalado en su plan de consorte prematuro. Ambos compitiendo a ver quien mantiene la cara màs inexpresiva por màs tiempo y ¿adivienen quièn gana?... Claro, la que tiene el Oscar en su vitrina, la misma en la que guardò el secreto a voces de la sexualidad verdadera de su comadre Tomasa Cruise.
Creo que quedò claro que no me gustò "Birth", asì que saliendo del cine me metì al sanborns y me quedè de a seis cuando vi una ediciòn especial de "My own private Idaho", de cuando Van Sant usaba su talento. No estaba nada barata pero no me pude resistir a comprarla y es una caja bellìsima, con un booklet fabuloso y dos dvds, uno de la pelìcula (que es una de mis favoritas de siempre) y otro de extras, con escenas borradas y cometarios de los involucrados.
No cabe duda que el consumismo va a acabar conmigo, pero es que despuès dè tan mala pelìcula algo tiene uno que hacer en lugar de vomitar, que cada vez està màs mal visto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Supiste que en Brasil multan por vomitar en lugares públicos? No sé si Lula está más empeñado en combatir el liberalismo ramplón, o la bulimia...

Manuel dijo...

Pues a juzgar por la anatonía del ex-sindicalista, de seguro pretende combatir la bulimia, que no se lleva con el populismo.