Cremate me after you come on my lips, honey-boy,
put my ashes on a vase, beneath your workout bench…
(Fabulous Muscles, Xiu Xiu)
No hace mucho salió del clóset mi fascinación -rayana en lo enfermizo- por los personajes decadentes. Obviemos el hecho de que por encima de cualquier elaboración mía esos personajes son, deshojándolos, tan gente como uno y también –aclarémoslo- tan decadentes como uno.
La reciprocidad es una fantasía, así que nos movemos en un terreno movedizo y anárquico y ese es un terreno muy fértil si sabe uno aprovecharlo, como pasa con Xiu Xiu”, un grupo de la escena alternativa (qué bonito se oye eso) estadounidense que no hace mucho descubrí.
No es que uno busque lo raro, lo raro lo sigue a uno. “Xiu Xiu” es la pesadilla de Jamie Stewart, un treintañero prófugo del gótico que decidió hace más de 4 años sacar algo, si no productivo, al menos entretenido de sus fantasmas internos.
Uno puede joderle la vida a alguien más, o exprimirse el bolsillo y pagarle al psicoanalista para ser escuchado, o está siempre la opción de hacer tu propia banda (lo que sea que esto signifique), poner tus canciones a rolar, grabar un disco y ser el helado del mes en la industria bulímica que también es el indie.
Pero resulta que incluso puede resultar en un estilo de vida y un medio de subsistencia también, sobre todo si estás en el medio idóneo (California en este caso), en el momento preciso y tienes un poco de talento y tiempo para pulirlo y explotarlo.
Así pasó con Stewart y “Xiu Xiu”, nombre tomado de la película debut del reconocido actor chino Joan Chen (el mismo de “El último Emperador” y M Butterfly), la historia de una mujer esclavizada sexualmente en una provincia de la República China a finales de los setentas y en plena crisis de la revolución cultural.
Too much information, ya sé, pero el caso es que el grupo se llama así porque según el líder de la banda esa película es la más deprimente que ha visto. Se nota que no conoce el cine mexicano y la dupla Ripstein-García Diego, porque le cambiaría de nombre al grupo inmediatamente.
El caso es que “Xiu Xiu” es un buen nombre para que todo el mundo se pregunte de qué se trata esa música: un cóctel, híbrido o un engendro musical que va de la canción con la base melódica más sencilla a la experimentación más arriesgada, de la instrumentación clásica contemporánea a lo electrónico puro sin perder su esencia primordial que es la mala leche.
Las letras van desde el romanticismo mórbido-radical de “Fabulous Muscles” a la letanía apocalíptico-suicida de “I luv the Valley, Oh!” , todas cantadas con una afectación teatral y en momentos hasta operística de Stewart, comparado con Robert Smith o Ian Curtis, de Joy Division.
A mi lo que me parece es que cualquier influencia que tenga “Xiu Xiu” (o Stewart para ser más precisos) la pasó por un marinado de bilis y sangre que terminó en una fórmula explosiva capaz de atraer o repeler con la misma intensidad.
Parecería calculado tanto retorcimiento, y lo es. Pero el cálculo cerebral no se sostendría sin darle su lugar a la víscera y el desgarramiento para que, a merced de la experimentación sonora, choquemos de frente a un vacío tan grande y temerario como el futuro mismo, donde cualquier expectativa es correspondida con su respectivo palmo de narices.
Así me topé con “Xiu Xiu”, se apareció ante mi una tarde de invierno y el frío nunca fue tan hondo y entrañable al mismo tiempo, empecé a querer a ese monstruo dibujado en mis oídos por un Tim Burton que dejó de ser naive: un joven manos de tijera con lengua asesina.
1 comentario:
Xiu Xiu es un grupo muy raro, me llevó un buen rato poder escuchar el disco completo, al principio no me agradaba mucho pero como que ya le agarré el rollo, y ahorita no me puedo sacar de la cabeza a Brian The Vampire =)
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