miércoles, julio 04, 2007

deVoto













Por fin nuestro Ex econtró algo que sabe hacer perfectamente: turismo (es)catól(log)ico.
¿Cuántos votos útiles y años de desempeño mediocre se necesitan para encontrar le verdadera vocación?
Y la pregunta: ¿porqué tiene uno que pagar ese propedéutico vocacional?
México ha perdido un (mal) presdidente, pero Santiago ha ganado un (gran) devoto.

3 comentarios:

Joel García dijo...

no cabe duda manolito, tu expresident es un pendejo profundo.

Juan dijo...

Luego, nuestra democracia consecutiva y polietápica parece más una expresión foxista de religión que de jornadas electorales y vigencia de derechos --sin entrarle al ánimo de las relaciones internacionales y mucho menos al de la democracia ampliada--. Gabachada: no podría estar más de acuerdo contigo. ¡Saludos!

Manuel dijo...

Bien dicho.Saludos!