Dicen que sólo el unfulfill love puede ser romántico, y según esa máxima mi vida amorosa debía ser la más romántica de todas (y la del resto de la población que habita este mercado de lágrimas tan cercano a La Carabina de Ambrosio que da miedo cuando se agota la risa).
Me pregunto si al unfulfill sex podría considerársele romántico y se me enredan los dedos en el teclado al querer convencerme a mi mismo de lo que escribo. Tratándose de escepticismo me convierto en mi primera víctima propiciatoria, pero los destellos de novedad e inesperado magnetismo sexual que me asaltó este fin de semana me tiene con las ojeras hasta el piso mientras sigo coloreando el mapa de la República Mexicana en la parte del Istmo de Tehuantepec y coloreando encima de Jalisco, nomás por repetitivo que es uno mientras se entera que los norteños no somos bien vistos en La Perla Tapatía, y yo ni por enterado cada vez que voy. Ahora me pasará cada vez que vaya como este día que salí y sentía los ojos de medio mundo posados en las marcas de guerra que cargo en mi cuello con una dignidad que sería fácilmente confundida con desfachatez (al menos los distrae de mis ojeras).
2 comentarios:
Jeje en el inicio del segundo párrafo pensé que te habías convertido en Carrie. Eso solo es perdonable si tus jalecitos se parecen al Aiden.
Umhh, ya decía yo que era ficticia esta línea:
"Últimamente...
no he andado ni muy leyedor ni muy escribidor ni muy cogelón ni muy nada".
Que brille ese pelo, Manu!
Bexxxos
Med
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