viernes, julio 30, 2010

Rewind, be kind (guilty pleasure time)

Y cada vez que la ponen la veo. Orgullo y Prejuicio ha marcado mi vida, sería el diálogo irrsorio que sustituiría el de uno de tantos monólogos de Manuela en Todo sobre mi Madre. Porque a mí el tranvía ese que se llama deseo me lleva y me trae pero con aquella felicidad (meeeentiraaa). Veo la jeta burlona y arrogante de Keira Knightley compitiendo con la jeta arrogante e insegura de Matthew Macfadyen y me pregunto si Jane Austen los habrá descrito así y me dan ganas de leer la novela pero luego flojera otra vez. Lo que sí me queda claro es que el carisma o la falta del miso de los actores está muy por debajo de la construcción de este ensayo bastante elocuente y sencillo sobre el tan mal-reputado pero muy difundido orgullo. Fan here.

1 comentario:

pal dijo...

dicen que si, que así los creó... tampoco he leído el libro, ni he visto la película... creo que este fin de semana la pido. Me gustan estas orgías de amores teleséricos... y siempre quiero con todo el corazón que sean algo más que eso... no entiendo muy bien como funcionan... un poco de masoquismo un poco de sadismo... quién sabe. No me da la sinceridad para entender por qué emocionan.
(La que vi con Hugh Grant es... Sinn und Sinlichkeit... mmmhh... además me gustan las Bronte...)