lunes, mayo 18, 2009

There is no I

There's no I in threesome
And I am all for it Babe,
it's time we give something new a try
(Interpol)

Me sigue llamando la atención como cualquier discurso y convicción se vuelve añicos en el cuadrilátero de un colchón. Y me refiero a mí que reverencio la falta de reglas en la cama casi tanto como el indio Juan Diego los estampados florales divinos, pero antes era un detractor aguerrido de los tríos (incluso cuando estuvieron de moda). Pero ahora, gracias a un poco de madurez emocional y seguridad he podido utilizar la regla de tres en la matemática sexual con interesantes resultados. Incluso podría decir que sorprendentes, porque estarán de acuerdo conmigo en que hablar de química sexual es casi como hablar de hermenéutica, hay muchos factores interviniendo que esperan un resultado satisfactorio, pero con la pequeña gran diferencia que en el caso de las multitudes sexuales mientras menos cerebro le ponga uno mucho mejor. Es como hacer tonta a la matemática, como darle por el lado y adularla con que 1+1 no siempre es = a 2 sino todo lo contrario. Relativizar las cosas no significa quitarles su peso y valor. Al contrario, se trata de redimensionarlas y actuar en consecuencia, olvidarse de protagonismos por un momento -solo el necesario- y pensar como coreógrafo, contorsionista, malabarista y maestro de ceremonias al mismo tiempo. Eso en caso de querer ser correctamente aplaudido (pun tottaly intended) y que tanto público como artistas salgan contentos y regresen por el cambio o la siguiente ronda (como ha sido el caso). Aun sigo siendo mas propenso al one and one, pero mis dos compañeros emergentes comparten conmigo el gran amor y admiración por quien esto escribe (risas prestadas de Anabel).

5 comentarios:

Unknown dijo...

Clins: Tríos meramente sexuales, o de esos donde la gente vive junta?

Manuel dijo...

Chingadito!

Unknown dijo...

n_n

marmota dijo...

Re-chingadito!

Unknown dijo...

Jeje, ya pues!