lunes, junio 08, 2009
Tiro de gracias
Es muy triste asomarte a la pantalla del celular y contener el impulso de rechazar la llamada o dejar sonando el aparato como grito en desierto sin eco posible. Que la inercia de tu mano tome el teléfono y lo coloque en la oreja respondiendo en automático un hola deslavado, debería ser síntoma de algo bueno, pero no lo es. Que alguien muestre interés en tu vida un día después de sudar juntos y coordinar orgasmos debería ser algo alentador, sólo que no siempre lo es –de hecho lo es pocas veces. Que regreso a casa, un cuarto de hotel, tres preservativos y demasiada energía mal invertida después recibas un mensaje de agradecimiento y no te sientas obligado a responder más que por algo parecido a la compasión te dice que algo anda mal contigo. Cuando piensas en las veces que has estado del otro lado de la ecuación y lo eficiente que te has vuelto para arrancar esas páginas del diario, ni aun así eres suficientemente frío como para dejar navegar la botella sin mensaje de vuelta. Pero en cuanto oprimes send te lamentas por la certeza de estar ayudando algo a mal morir y te preguntas cuanto tiempo serás capaz de resistir dar el tiro de gracia a la esperanza.
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2 comentarios:
Ay pinche Manuel. Mátalo ya por favor. El pobre.
Jaja! No tardo, JP. No tardo.
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