miércoles, febrero 08, 2006

Maniático a la 5ta. Potencia

1) Mi primera y más recurrente manía es sacarme los mocos en los lugares más inoportunos, sobre todo cuando estoy en una plática interesante (me encanta pegarlos en los asientos y juro -en vano-que nadie se da cuenta).
2) La segunda se la aprendí a Linda Fiorentino y se trata de auscultar al incauto en turno con los dedos para saber que el instrumento está en buen estado (dedos al glande e inmediatamente después a la nariz para ver si hay algo evidente que evitar).
3) La misma segunda manía se aplica a los alimentos que voy a consumir: siempre que me sirven de comer huelo antes lo que me voy a comer, sobre todo si es alguna verdura cruda. Me he evitado varios problemas gástricos por esta costumbre tan de mal gusto para muchos.
4) De repente me da por morderme las uñas o arrancarme los cueritos de los dedos (el problema empezó cuando esta manía quería brincarse a los dedos de los pies).
5) La peor de todas tal vez sea la necia costumbre que tengo de juzgar a las personas a la primera impresión, la cual es totalmente correspondida por los objetos de mi manía: se empeñan constantemente en darme la razón con su comportamiento. Ni como ayudarme.

Se lo paso a la Negra, el vichu, Barro y Caro.

PD: Me faltó poner que me encanta voltear a ver lo que cago y verlo irse cuando le bajo (no me da tristeza ni eew, para los psicólistas de bolsillo), también tengo la costumbre de estirar las piernas y los brazos en los lugares más insospechados, me gusta limpiarme el ombligo con el dedo y olerlo, exprimirme las espinillas hasta sangrary ver como se estrella la pus en el espejo, sacarme la cerilla de las orejas mientras desayuno, etc. etc. etc. La lista es tan larga como la cuaresma, así que ahi la dejo mejor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira corazón, con lo del gym ibas muy bien, ahora tenemos que trabajar en otros ámbitos: sábete que una jotita como Dios manda, no tiene mocos ni cerilla ni olor en el ombligo (de la caca ni hablamos, que eso no existe). Debes ir limpio y bonito como un San Luis para que te levantes a alguien que se encargue de revolcarte y dejarte sucio y vejado como una perra en celo. En cuanto a lo de andar olisqueándole el glande a la gente... bué, no es bien pero es práctico así es que podemos conservarlo de momento.

Anónimo dijo...

por favor! cuentanos mas!!! ya me estaba empezando a dar hambre jejejeje

No one dijo...

Eres un bombón deliciosamente escatológico...

un besote, raro

Manuel dijo...

¡Qué daño ha hecho "Desde Gayola", Freud mio!

Anónimo dijo...

Bueno a la tal Amanda ¿qué le diste o qué no le has dado que la traes como entoloachada?