La pregunta de la noche fue:
N: ¿Tienes alguna cosa de la que no te desprenderías jamás?
Y yo, como esas maquinistas tragamonedas, activando una palanquita esperando que coincidan las tres pantallas y suene esa música irritante que es el éxito ajeno, pero angelical cuando es propio.
N: Un objeto, quiero decir, una prenda: algo físico, tangible...yo por ejemplo no puedo deshacerme de mi Lap-top, la adoro.
I: Ay, sí. Mi Chiquita, mi gordita (refiriéndose a su I-book)
M: Yo acostumbro desprenderme de las cosas que quiero para ver si puedo superarlo fácilmente. Vendí mi I-book y no me dolió demasiado la pérdida. Será que no resultó lo que yo esperaba o que mi insatisfacción es más existencialista y por tanto incomprensible.
-Osea que todo lo que amas lo destruyes.
M: ...Pues ya que estamos con el manual del perfecto sicoanalista express, a mis parejas siempre las he puesto donde hay, para poner a prueba su lealtad o interés en mi. Debo aceptar que es un ejercicio estúpido del que nunca he salido airoso. El apego es muy importante, pero el reto principal es el desapego, y miren que yo no me considero masoquista, ni soy fan del dolor o sus sucedáneos.
Más bien soy fan de ser sorprendido.
5 comentarios:
Yo no debi de haberme desprendido de mis anticonceptivos..
Pues espero que tu bebé traiga, en vez de una torta bajo el brazo un seguro de gastos médicos mayores y de daños a terceros. Felicidades
ayer un psicologo alegaba conmigo que la homosexualidad es una patologia. Yo le dije que no. Tu que piensas?
subi diamantes a mi blog.
Lo mejor es cuando te das cuenta que has perdido algo que tenia la categoría de "sinestonopuedovivir", y conforme pasan los días te das cuenta que sigues respirando, no se te cayó nada y la vida continúa como si nada...nada es indispensable.
Saludos.
Tal vez tu psicólogo tenga razón, Amanda. Pero para mi la homosexualidad es tan patología como la psicología o la heterosexualidad, que parece epidémica. Si se tratara de escoger patologías, yo me quedo con la mia, que al menos la cultivo con placer.
Lore, estoy de acuerdo contigo, aunque a veces quisiera pensar uno que algo es indispensable, luego la falta de eso te confirma lo contrario y uno no puede, aunque quiera, ser romántico.
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