jueves, octubre 30, 2008
Uno de esos días
Hay días peores que otros. Y otros peores. Y otros como ayer, que ni el playlist del iPod me daba por el lado y la estupidez propia, pero sobre todo la ajena, se amontonaba como en convención o marcha masiva confabulando contra el reino de mi placidez. No recuerdo con cual pié me levanté, ni si crucé por debajo de una escalera o si se me atrevezó un gato negro, pero ah, cómo chingó a su madre el día de ayer cuando a punto de terminar la cena horrenda del Vips, se me derrama el vaso de jamaica que me estaba tomando. La mesera, mi amor ella, se dio cuenta de mi estado y solita sin hacer ruido ni comentario alguno limpió la mesa, me cambió el mantel y me trajo otra jarra de jamaica y yo antes de decir gracias le pedí la cuenta. En lugar de las gracias le dejé buena propina: sólo por el hecho de soportarme porque la comida apestaba.
viernes, octubre 24, 2008
CORRESPONDENCIA I
La Anunciación
Mi hermoso pubis rojo,
Espero y estés mejor que una calabaza cuaresmeña, que la miel en penca y que un pájaro peludo. Si así fuera me dejarías parada de uñas, mas sin embargo esperemos y así sea.
Te cuento que estoy expectante pues mi primer sobrinillo viene ya casi a este pinche mundo en donde abunda la verga y nada nunca nos es suficiente.
Sin embargo me emociono y pienso en la criatura. Espero que a pesar de lo difícil que es estar aquí, en alguna medida perciba también lo divertido que puede resultar y entienda que esta vida es su única oportunidad de ser lo que se proponga.
Algún día tal vez se compruebe que existe la reencarnación pero qué hueva repetir todo para volver a valer madre o no acordarte de ¿en qué estábamos? ¿No crees?
Igual creo que mañana haré un tour como de doñona a comprarle algún regalito para el baby shower, aunque ya les hice yo una cena deliciosa que esperemos cuando vengas te la pueda preparar. Hice unos camarones a la diabla acompañados de verdura al vapor, arroz blanco y vino blanco de la región.
Ah, te cuento que me he propuesto cambiar de carro y estoy tentadito a ahorrar una pequeña parte de mi préstamo para tal fin. Lo que pasa es que deseo venderle el carro a mi hermano con tal de que se cambie a su domiclio y yo pueda estar a mis anchas.
Con mi madre las cosas se vuelven distantes a ratos, aunque trato de tener paciencia...
En mi trabajo afortunadamente creo sigo siendo yo quien tiene el control sobre la mayoría de las situaciones. Sigo en trámites para cambiar de departamento, así que te pido que cuando sacrifiques un culo se lo ofrezcas a los hados para que me sean favorables ¡ja ja ja ja! Las invocaciones, plegarias y salmodias te las dejo a tu criterio, pero sería fabulosoo que la víctima a ser inmolada fuera muy cooperadora pues eso me auguraría mucho éxito.
No dudo que harás tu mejor esfuerzo, por ello estoy cierto de que a vuelta de mail me darás cuenta de toda tu odisea.
Tuyo,
La Purísima Concupiscencia
Mi hermoso pubis rojo,
Espero y estés mejor que una calabaza cuaresmeña, que la miel en penca y que un pájaro peludo. Si así fuera me dejarías parada de uñas, mas sin embargo esperemos y así sea.
Te cuento que estoy expectante pues mi primer sobrinillo viene ya casi a este pinche mundo en donde abunda la verga y nada nunca nos es suficiente.
Sin embargo me emociono y pienso en la criatura. Espero que a pesar de lo difícil que es estar aquí, en alguna medida perciba también lo divertido que puede resultar y entienda que esta vida es su única oportunidad de ser lo que se proponga.
Algún día tal vez se compruebe que existe la reencarnación pero qué hueva repetir todo para volver a valer madre o no acordarte de ¿en qué estábamos? ¿No crees?
Igual creo que mañana haré un tour como de doñona a comprarle algún regalito para el baby shower, aunque ya les hice yo una cena deliciosa que esperemos cuando vengas te la pueda preparar. Hice unos camarones a la diabla acompañados de verdura al vapor, arroz blanco y vino blanco de la región.
Ah, te cuento que me he propuesto cambiar de carro y estoy tentadito a ahorrar una pequeña parte de mi préstamo para tal fin. Lo que pasa es que deseo venderle el carro a mi hermano con tal de que se cambie a su domiclio y yo pueda estar a mis anchas.
Con mi madre las cosas se vuelven distantes a ratos, aunque trato de tener paciencia...
En mi trabajo afortunadamente creo sigo siendo yo quien tiene el control sobre la mayoría de las situaciones. Sigo en trámites para cambiar de departamento, así que te pido que cuando sacrifiques un culo se lo ofrezcas a los hados para que me sean favorables ¡ja ja ja ja! Las invocaciones, plegarias y salmodias te las dejo a tu criterio, pero sería fabulosoo que la víctima a ser inmolada fuera muy cooperadora pues eso me auguraría mucho éxito.
No dudo que harás tu mejor esfuerzo, por ello estoy cierto de que a vuelta de mail me darás cuenta de toda tu odisea.
Tuyo,
La Purísima Concupiscencia
martes, octubre 21, 2008
Cristolandia
La primera vez que interactué con un gringo fue una vez que vino un grupo de cristianos a Hermosillo, yo era adolescente y apenas entendía su lengua, pero me di cuenta que lo suyo era la persuasión por todos los medios. Independientemente de si se esforzaban en aprender español o incluso antes de averiguar en lo que uno creía, ya querían imponerte un Jesucristo de estampita y una actitud de optimismo galopante que aún con mi provincialismo e inexperiencia me hizo bastante ruido.
Recuerdo que el más guapo de todos se me acercó y empezó a sacarme plática con su mal español y yo respondiendo con mi mal inglés. El caso es que hicimos como que nos inspirábamos confianza e intentamos comunicarnos en un dialecto bastante pintoresco pero funcional, aunque nunca llegamos a profundidades, de la misma manera que pocas veces tocas profundidades con aquellos que comparten tu idioma. Era ingenuo yo, pero hasta cierto punto. Intuía que lo suyo era una especie de seducción cautelosa y el hecho que sus compañeros y compañeras le dieran codazos cuando me veían llegar hacía todo mucho más evidente.
Lo más curioso del asunto es que yo no me sentía atraído ante este híbrido entre Tom Cruise y Matt Dillon, por más agradable que pudiera resultar para la vista, de la misma manera que uno ve una revista de modas y no invierte más de unos segundos viendo las fotos de modelos cortados con la misma tijera caucásica. Mi curiosidad iba mucho más allá de lo erótico (tal vez incluso en mi etapa reprimida tenía bastante definido un tipo físico del que se alejaban lo centerfolds de las revistas de mis hermanas) y creo que tenía que ver con el hecho de que fueran tan extraños y tan amables porque esas sonrisas perfectas y esos ojos claros se podían ver nomás asomándose un poco a los pueblos de la sierra, hablando el mismo idioma que uno, pero con un acento mucho más marcado. Ahora me queda claro que era la sonrisa del evangelizador, la amabilidad insidiosa del integrista, pero entonces sólo me quedó claro cuando nos llevaron a un salón del hotel Calinda donde se hospedaban y nos pusieron unas películas sobre Cristo y sus enseñanzas.
Salí de ahí ligeramente decepcionado pero sin ninguna de mis convicciones alteradas. Estaba ya en mi la duda de la existencia de Dios y esos discípulos de Cristo no ayudaron para nada en recuperar mi pálida fe. Tampoco ayudó que al final de la cena -la noche previa a su regreso a Cristolandia- intercambiáramos datos para seguir en contacto y cuando llegó mi turno anoté mi número telefónico en un pedazo de papel y una de las gringuitas escapadas de la casita de la pradera se rió de mis cinco números. Yo ya para entonces tenía cierta fluidez y alcancé a preguntar what is so funny? -Nunca se me ocurrió que tenían ellos que marcar una clave lada. ¿No que muy chingón Jesus Christ?
Recuerdo que el más guapo de todos se me acercó y empezó a sacarme plática con su mal español y yo respondiendo con mi mal inglés. El caso es que hicimos como que nos inspirábamos confianza e intentamos comunicarnos en un dialecto bastante pintoresco pero funcional, aunque nunca llegamos a profundidades, de la misma manera que pocas veces tocas profundidades con aquellos que comparten tu idioma. Era ingenuo yo, pero hasta cierto punto. Intuía que lo suyo era una especie de seducción cautelosa y el hecho que sus compañeros y compañeras le dieran codazos cuando me veían llegar hacía todo mucho más evidente.
Lo más curioso del asunto es que yo no me sentía atraído ante este híbrido entre Tom Cruise y Matt Dillon, por más agradable que pudiera resultar para la vista, de la misma manera que uno ve una revista de modas y no invierte más de unos segundos viendo las fotos de modelos cortados con la misma tijera caucásica. Mi curiosidad iba mucho más allá de lo erótico (tal vez incluso en mi etapa reprimida tenía bastante definido un tipo físico del que se alejaban lo centerfolds de las revistas de mis hermanas) y creo que tenía que ver con el hecho de que fueran tan extraños y tan amables porque esas sonrisas perfectas y esos ojos claros se podían ver nomás asomándose un poco a los pueblos de la sierra, hablando el mismo idioma que uno, pero con un acento mucho más marcado. Ahora me queda claro que era la sonrisa del evangelizador, la amabilidad insidiosa del integrista, pero entonces sólo me quedó claro cuando nos llevaron a un salón del hotel Calinda donde se hospedaban y nos pusieron unas películas sobre Cristo y sus enseñanzas.
Salí de ahí ligeramente decepcionado pero sin ninguna de mis convicciones alteradas. Estaba ya en mi la duda de la existencia de Dios y esos discípulos de Cristo no ayudaron para nada en recuperar mi pálida fe. Tampoco ayudó que al final de la cena -la noche previa a su regreso a Cristolandia- intercambiáramos datos para seguir en contacto y cuando llegó mi turno anoté mi número telefónico en un pedazo de papel y una de las gringuitas escapadas de la casita de la pradera se rió de mis cinco números. Yo ya para entonces tenía cierta fluidez y alcancé a preguntar what is so funny? -Nunca se me ocurrió que tenían ellos que marcar una clave lada. ¿No que muy chingón Jesus Christ?
domingo, octubre 19, 2008
Guilty as guilt
It is clear now that being a hip hop fan is kind of easy. You just have to raise your right arm and move it up and down as long as the song last. Kanye make it easier on us, he has a talent to make you feel invited to his personal party along his musicians ("Love lockdown" is the single of the year for me).
I wonder if he has a sort of deal with Louis Vuitton 'cause he mentions that label a lot. I suppose if you're exclusive with a major brand it should be enough just wearing the stuff but who knows about small letters on big contracts.
This time it happened like last week on James concert. I didn't realize until know how big these artists are in this city. Fans here not only show up and applaude, they actually do their homework and learn the lyrics and sing along. At Kanye's we were not only one of the oldest people on the crowd, we were also very uncool for not wering the scarf and the silver sunglasses (wright sunglasses to facilitate the view of course) and say YO!
The cutest thing of the night was a teenager boy sitting 2 or 3 sits away from his parents, pretending to be a tough independent grown up. I'm not sure if I was more moved by him and his imposted confidence or by his parents pretending to enjoy the moment as if their baby were into transition from crawling to walking.
The night ended up in a bar that makes kitsch it's raw material, singing 80's and 90's pop hits from our lungs and losing our coolness with guilty pleasures. The best way to lose anything.
I wonder if he has a sort of deal with Louis Vuitton 'cause he mentions that label a lot. I suppose if you're exclusive with a major brand it should be enough just wearing the stuff but who knows about small letters on big contracts.
This time it happened like last week on James concert. I didn't realize until know how big these artists are in this city. Fans here not only show up and applaude, they actually do their homework and learn the lyrics and sing along. At Kanye's we were not only one of the oldest people on the crowd, we were also very uncool for not wering the scarf and the silver sunglasses (wright sunglasses to facilitate the view of course) and say YO!
The cutest thing of the night was a teenager boy sitting 2 or 3 sits away from his parents, pretending to be a tough independent grown up. I'm not sure if I was more moved by him and his imposted confidence or by his parents pretending to enjoy the moment as if their baby were into transition from crawling to walking.
The night ended up in a bar that makes kitsch it's raw material, singing 80's and 90's pop hits from our lungs and losing our coolness with guilty pleasures. The best way to lose anything.
jueves, octubre 16, 2008
Facenet
Alguien por ahí me comentó que tener cuenta de Facebook es estar un poco desesperado. Yo, que no me considero desesperado sino desesperante, tengo cuenta de casi todo y sólo me faltaba esa, que finalmente tuve que obtener para saciar mi curiosidad fotofílica o voyeurismo, pa'que se oiga mas acá. En realidad, para mi Facebook, Myspace y todas esos sucedáneos de la interacción humana verdadera no son otra cosa que un semillero para el tan mal reputado y tan sabroso chisme.
Independientemente de existir socialmente, figurar en un círculo social determinado o simple y sencillamente llevar un registro on line de tu vida para beneplácito de tus amigos o parientes alejados geográficamente, estas redes no son más que el individuo convertido en paparazzi de sí mismo, acosados por un complejo de trascendencia tan endeble como la conexión que las habita. Una vida simi, como bien comentó alguien: genérica, barata pero tan vistosa y folclórica como uno la desee.
Hay incluso quienes consideran que es un instrumento de control del estado para mantener localizado y a la vista al ciudadano, como en una ficción de Orwell, lo cual no es tan descabellado, pero generalmente quien comenta eso encuentra complots debajo de las piedras. Además, ¿qué cosa no es un instrumento regulador? Hasta estas líneas pueden serlo. El punto es divertirte o hacer lo tuyo siendo conciente de todas esas barreras y mearte en ellas, reírte de ellas o -si tienes energías- combatirlas (para imponer las propias, claro) hasta que llegue el impuso de colgarte de ese cerco imaginario magnetizado, con tu uniforme a rayas y un número tatuado en el brazo.
Dios -que no existe- es un fascista y nos hizo a su imagen y semejanza.
Independientemente de existir socialmente, figurar en un círculo social determinado o simple y sencillamente llevar un registro on line de tu vida para beneplácito de tus amigos o parientes alejados geográficamente, estas redes no son más que el individuo convertido en paparazzi de sí mismo, acosados por un complejo de trascendencia tan endeble como la conexión que las habita. Una vida simi, como bien comentó alguien: genérica, barata pero tan vistosa y folclórica como uno la desee.
Hay incluso quienes consideran que es un instrumento de control del estado para mantener localizado y a la vista al ciudadano, como en una ficción de Orwell, lo cual no es tan descabellado, pero generalmente quien comenta eso encuentra complots debajo de las piedras. Además, ¿qué cosa no es un instrumento regulador? Hasta estas líneas pueden serlo. El punto es divertirte o hacer lo tuyo siendo conciente de todas esas barreras y mearte en ellas, reírte de ellas o -si tienes energías- combatirlas (para imponer las propias, claro) hasta que llegue el impuso de colgarte de ese cerco imaginario magnetizado, con tu uniforme a rayas y un número tatuado en el brazo.
Dios -que no existe- es un fascista y nos hizo a su imagen y semejanza.
domingo, octubre 12, 2008
Ojos que dá pánico cerrar
A veces la realidad tiene puntadas de ficción o simplemente se sincroniza con el -mal- ritmo de algunas narraciones. Justo pasando por el Parque Hundido llego al capítulo donde el personaje principal de la novela de Luis González de Alba se encuentra con el amor de su vida: mientras uno pasea al perro, el otro se come un hot-dog: una escena muy atípica para un grecofílico, pero tomemos en cuenta que en su novela "Otros días, otros años", el narrador conoce a su enamorado en las barracas de Lecumberri, la célebre cárcel que simbolizaba lo podrido del sistema de justicia mexicano en la época en que los idealismos tenían sólo mala reputación para estados represores como el nuestro, que gozaba de su época dorada de priísmo recalcintrante.
Por cierto, después del tropezón del 68, ¿qué tanto ha cambiado en este país? Muchos dicen que fue una lección aprendida para el estado y la ciudadanía, que empezó a darle la importancia debida a levantar la voz y exigir respeto por sus derechos, pero 30ytantos años después la ciudadanía permite ganar a la derecha mexicana, tan enamorada ella con los cadáveres en los clósets y del chal ocultando el adulterio solapado por las buenas intenciones y el fervor religioso haciendo de las suyas creando bombas de tiempo alimentadas de represión, la propia, pero sobre todo la del prójimo, que es casi más importante que el altísimo. ¿Y la izquierda?... bien gracias, organizando algún toquín o en algún plantón convocado por El Peje.
El caso es que casi llegando al final de este libro, que vendría siendo el lado B de sus crónicas ("Los días y los años") que detallaron la época de González de Alba como uno de los principales líderes del movimiento estudiantil del 68, no puedo más que compartir la desazón y el hastío del autor con todo en lo que se ha convertido este país. Sólo que siento que con todo lo que ha vivido -a juzgar por el relato, que no conozco mucho de su vida- debería estar más agusto consigo mismo y sus viajes, relaciones, logros académicos y aventuras. Al menos su paso por Lecumberri daría para una película menos mugrosa y sórdida que la de Cazals (basado en un relato increíble de José Revueltas), porque comparado con eso, lo que cuenta parece un campamento de verano.
Comentando con un amigo la novela y después de confesarle mi desconocimiento de la obra completa del autor (sus aportes a la divulgación científica y su exitosa faceta como empresario) le digo que me da la impresión que esta sería una novela muy genetiana.... si -y sólo si- Jean Genet hubiera sido un mexicano clasemediero con problemas de sintaxis. Lo de su proclividad a la cursilería me lo guardé, porque intuí que él es medio fan, pero no pude evitar comentarle mi desconfianza ante las primeras páginas cuando el autor menciona la pureza o limpieza en la mirada de su amado. Sorry, pero eso aquí y en china, se llama miopía.
sábado, octubre 04, 2008
We had no faith to lose
"We are all dying. Even the sun is dying. Homo sapiens is evolving toward some species that won’t care about us whatsoever and our art and literature and scholarship will fall into utter oblivion. Every author will eventually become an unread author. And then humanity will die out and beetles will rule the world. A man can fear his own death but what is he anyway? Simply a mass of neurons. The brain is a lump of meat and the soul is merely 'a story the brain tells itself.' Individuality is an illusion. Scientists find no physical evidence of 'self' — it is something we’ve talked ourselves into. We do not produce thoughts, thoughts produce us. “The ‘I’ of which we are so fond properly exists only in grammar.”
Julian Barnes in his book "Nothing to be frightened of"
El primero de mi lista de regalos para Santa Claus Maria Brandauer
“There is no separation between ‘us’ and the universe.” We are simply matter, stuff. “Individualism — the triumph of free-thinking artists and scientists — has led to a state of self-awareness in which we can now view ourselves as units of genetic obedience.”
Julian Barnes in his book "Nothing to be frightened of"
El primero de mi lista de regalos para Santa Claus Maria Brandauer
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