lunes, agosto 17, 2009

Zeus (2)

…y las olas me golpearon tan fuerte como el hecho de constatar que las personas que uno ha querido son susceptibles también de convertirse en dato estadístico, modelo para armar de la peor conducta auto-boicoteadora y muro de los lamentos particular. Y por más que uno trate de ser esa persona que ese alguien se ha imaginado, terminamos andando por un campo minado como ciego guiando al lazarillo esquizoide. Y cómo cuesta trabajo no juzgar ni condenar ni moralizar ni siquiera advertir que uno tiene una opinión aunque en realidad no entienda nada. Ser incondicional es la cosa más difícil e irresponsable que existe: cuando algo nos importa eventualmente habrá conflicto y tendremos que escoger entre ser cómplice, verdugo o partisano.

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