Mis personajes de la FIL 2007:
-Leonardo da Jandra, que no lo he leído jamás, pero nomás escucharlo hablar en la presentación de una revista de literatura bilingüe (porque según parece hay mucha curiosidad entre la cultura hispana y la francófona y yo ni enterado) me cayó de perlas su humor rancio y sus máximas de la perfección. En contra de todo menos de si mismo, el chiapaneco con acento gachupino, barrió con los organizadores de la feria a los que calificó de neo fenicios, aseguró que la mayor parte de lo que se publica es una mierda y denostó el culto al éxito y la frivolidad editorial. Sus razones las ignoro, pero aplaudo su hocicona verborrea, aunque no comparta del todo su neo-fascista-romántica de closet idea sobre la belleza y la fealdad, como polos opuestos. Lo blanco y lo negro luce muy bien en el vestir, pero pues uno no es pingüino.
-La sala de prensa de la FIL, que es como un cyber café gratuito (con acreditación, claro) tres nice, con bebidas y botanas y teléfonos con líneas abiertas y todo lo que algo del primer mundo puede ofrecer dentro del tercero (creo que ahora entiendo el término neo-fenicio de da Jandra).
-García Márquez, que le trajo un publicazo a su paisano Álvaro Mutis (el homenajeado), con quien tiene pacto de no elogiarse en público mutuamente (el elogio y el silencio tienen tantas caras como el odio). El gentío no paraba de aplaudir, el ex presidente Betancur y la ministra de cultura de Colombia (que bien podría pasar por cantante tropical) hicieron evidente que ellos no tienen pactos anti-laudas, y supongo que también hizo lo suyo Jorge Volpi, pero pa’que les echo mentiras si me fui a dar una vuelta por los stands para que se me cayera la baba con todo lo que no puedo comprar.
-Estuve a punto de comprar la edición conmemorativa de la revista BUTT (tan letrado yo pues), pero al llegar a la caja, la etiqueta que decía 269 resultó ser de 629 así que les dije métanselo por el ídem (sale más barata en línea, helou, Taschen!).
-La editorial Siruela y todo lo Colofón debería ser decomisado por ese asalto en despoblado que son sus precios. La impunidad es endémica en este mundo del dog.
-Hay una editorial queer que se presenta por primera vez en la feria, tengo pendiente echar un vistazo para tumbarme el rollo y no irme con la idea que sólo tienen versiones echas a medida de lo ya perpetrado por Jazmín y Cartland. Algo habrá de tomarse en cuenta.
-El mesero del hotel me ha preguntado en el desayuno si vengo de Colombia. Yo lo tomo como un elogio, pero dudo que mi acento sono-tijuanense próximo a guacho tenga algo que ver con el cálido y amable de la tierra de Fernando Vallejo.
-Con penita (y por encargo, claro) subí a que Carlos Fuentes me autobiografiara una baratísima edición de Aura. Una vez ante él le dije que yo hubiera preferido llevarle a firmar Cantar de Ciegos, pero lo perdí en un taxi de Tijuana -por caliente. Eso último creo que no necesitaba saberlo a sus 79 años (el canon te pone la piel estirada y rosada o venía llegando directo del peeling?).
-Mi hermana me dijo que me tomara fotos. Yo no soy de esos, le digo. Y es cierto, aunque también ha de contar que no tengo cámara.
5 comentarios:
eso le faltó a tovar y de teresa y a la bermudez un toque maraquero guapachoso... la cultura, bien gracias y usted?
acá hicimos open house de usté ya sabe qué con ya sabe quiénes. faltaron por supuesto el editor que no deja la tv ni un segundo y el cineasta agorafóbico que sólo sabe el camino del cine al lugar "ese" y no se anima a tocar otros bulevares y mucho menos otras puertas.
sí, haces falta.
¿¿¿Te fuiste a Guadalajara???!!!
pos que burrrooooooo... todo sea x una foto con la catedral gachito.... yo aporto mi camara pa la siguiente.
No me fui. Me vine. Gashitos.
N'hombre, ni pa pensar pagar 629 pesos. El BUTT sale en $18.63 en Amazon ahora. Usado, pero pues ha de ser bueno, si no un poco pegajoso.
Y pues, agrego que haces falta en el chateo también.
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