En medio del desierto las nubes intentaron quedarse más del tiempo establecido, pero el sol es implacable y hoy empezó a mostrar sus mejores greñas, como si se las acabara de teñir... al sol es al único a quien le sientan bien las mechas.
Y yo me levanté con ganas de dulce y eso nunca es un buen pronóstico: cuando mi cuerpo pide glucosa es la prueba irrefutable de que algo no anda bien. Tal vez sea la resaca de las vacaciones, el bajón inevitable ante tanta euforia y el ajuste de cuentas.
Por lo pronto, he visto más televisión que de costumbre: el domingo pasado fue maratón de “Desperate Housewives” y “Friends”, con intermedios de “E.R.” y “Related” y eso no hace sino comprobar que los guionistas de tele le están tomando demasiada ventaja al cine en el sentido de explorar territorios cotidianos sin perder por ello su interés ni agudeza. Podemos encontrar más profundidad y diversión en uno o dos capítulos de “Six Feet Under” que en toda la oferta cinematográfica del verano. Vamos, que ya ni es necesario rentar películas con tan adictivo panorama: “Nip/Tuk”, “Lost”, “Comander in Chief”, y hasta las ñoñeces de “The L Word” han cedido espacio a los planteamientos inteligentes (no hay que pedirle mucho más que a “Queer As Folk”).
No he llegado al punto de renegar del cine como aquellos que se cuestionan el porqué rodearse de extraños en una sala oscura, teniendo tu recámara para ver lo que a ti te de la gana sin que nadie te moleste pateando el asiento, hablando por teléfono o confundiendo la deglución de palomitas con un concierto acústico.
Aún disfruto la experiencia de la sala oscura y la pantalla gigante, sólo que cada vez hay menos razones de peso para continuar con ese ritual: la programación local obviamente no responde a gustos particulares y como todos sabemos el gusto masivo no hace sino cuestionarnos las verdaderas ventajas y desventajas de la democracia (que está a punto de evidenciar su crisis en las elecciones del próximo fin de semana).
Espero que este estado de ánimo no sean oscuras premoniciones porque ya hasta el pesimismo se ha convertido en un lugar común, un refugio bastante malcriado y poco productivo muchas de las veces.
2 comentarios:
Este 2 de julio va a sangrar la nación, en un momento de gran especulación política en aras de la globalización.
tu que eres rico puedes comprarte las temporadas hasta de Dallas pero uno... snif!
concuerdo contigo, blockbuster se ha estado aplicando bastante tambien ademas de Sony y HBO
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