jueves, junio 15, 2006

SF II

San Pancho también son calles oliendo a orines a dos cuadras de calles oliendo a azahares, parques perfectos con gente perfecta jugando con sus perros perfectos. ¿Qué ondas con esta ciudad y sus perros? La gente sólo tiene contacto físico casual con sus animales y cuando salen a pasear al perro y se encuentran con amigos o vecinos en lo que ellos hablan del clima (que casi siempre es el mismo en la bahía) o del nuevo restaurante de moda, sus perros parecieran hablar entre ellos del nuevo acondicionador repelente a pulgas o del nuevo suplemento de hierro hecho croqueta.
El camión que tomo de la Mission para bajar al centro está tapizado con el promocional de la película “Nacho Libre” y haciendo compañía al protagonista está Hector, un amigo de Tijuana al que ahora seguro le saldrán infinidad de amigos de debajo de las piedras al verlo caminar por la alfombra roja del Teatro Chino de LA.
Le pido a mi compañero de viaje que me tome una foto en una pared llena de los carteles de la película, lástima que el del monólogo de La China no aparezca en ella, pero me da gusto que esta Sirena del Corazón tenga la corriente a su favor y que su fogueo en el teatro underground y los bares de Tijuana le estén dando estos frutos.
En SF hay un bar justo en la esquina donde se juntan la Castro y la Market, a una cuadra del cine, al que se refieren como The Wax Museum entre cientos de motes que tiene que ver con la edad de la clientela habitual, “adultos mayores” que es el eufemismo de moda para referirse a las personas de más de sesenta años. Te atiende una anciana que bien podría ser tu abuelita o la jefa de celadoras, entre dulce y rígida, el lugar es de una elegancia en constante decadencia y tiene unos ventanales donde puedes ver el desfile de trasnochado, algunos paran aquí a tomarse la ultima cerveza.
Nosotros pasamos al otro día y me sorprendo que es tan amable de día como de noche. Le tomo una foto a mi acompañante parado en el ventanal y justo cuando hago click a la cámara uno de los ancianos sentados dentro del bar acaricia la cabeza semicalva de su pareja y no puedo evitar conmoverme por el registro accidental de un gesto amoroso genuino, espontáneo y gratificante en medio de una vorágine de frivolidad…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hablanos de tu encuentro con el jardín de las secouyas, o con Tzauzalito, o ya sea el Palacio de Bellas Artes donde Janis Joplin se tomó una foto clásica con su cuadro sicodélico, o bien del San Francisco Museum of Modern Arts, o del Centro Cultural Yerba buena, etc, etc,

Anónimo dijo...

Perdón quise decir su automóvil pintado y sicodélico.

Anónimo dijo...

Eres del Valle del Yaqui y radicas en el area de la bahia?
si es asi, pues yo tambien y creo que no somos muchos.

Te felicito por tu talento!
Que manera de decir con palabras los colores del barrio la mission

www.castrodeali.com