City: ya dije bastante, pero lo mejor fue el clima, los restaurantes y la clam chowder.
People: Ultra-civilizada que ya es una ventaja que tiende a convertirse en desventaja, dependiendo del punto de vista. Mis amistades de lo más hospitalarias a pesar del ajetreo diario de sus trabajos y demás actividades, pero como ambos trabajan para el condado se toman sus libertades como cualquier burócrata local.
Art: Si algo me ha gustado siempre de SF es que casi cada cuadra tiene una galería y una librería. No todo lo que se ve es fabuloso, pero al menos hay variedad de propuestas y diversidad de aproximaciones al arte. El MOMA nos quedó debiendo el piso 3 (estaban montando una mega instalación), pero la retrospectiva plástica que inicia con pintura de principios del siglo pasado (inluyendo Schielle’s, fridas et all) y termina en el último piso con lo más inn de lo contemporáneo que oscila entre lo ultra figurativo y lo conceptual. Me llamó la atención que tres de los artistas (uno desde Canadá, otro desde L.A. y el último desde NY) que destacan como lo NEW trabajan técnicas tradicionales desde una aproximación supuestamente moderna (pudo ser moderna incluso hace 50 años): Tim Gardner hace unas acuarelas y unos pasteles hiperrealistas que te cagas de lo virtuoso del trabajo, Marcelino Goncalves pinta una forzada cotidianidad que bien podría estar sacada de una campaña publicitaria de GAP o Banana Republic y Zak Smith (que además es actor porno) hace unos retratos muy curados con técnicas más relacionadas con el diseño gráfico y la ilustración (el Yerba Buena Center of The Arts tenía algo sobre los Black Panters que no alcancé a ver y me llama la atención que la vez pasada que estuve ahí había una expo sobre el Hip-hop. No tengo nada en contra de los negros y por lo visto este centro cultural tampoquísimo).
Men: Hay de todo y eso es lo bueno de SF, su diversidad racial. De chile, de dulce y de manteca (orgánica por supuesto).
Stores: Me di cuenta que el shopping está sobrevaloradísimo y que los nichos mercadotécnicos a uno, como consumidor ecléctico, no le convienen (más o menos pasa lo mismo con el sexo: todo tan segmentado y tan-tan que parece campana).
Food: La mejor de la que quieras (hasta peruana había y yo que pensaba que los peruanos comían sólo salchipapas, así como ellos han de creer que los mexicanos sólo comemos tacos... duh!, los sonorenses sí).
Transportation: Esta vez no usé el metro, caminé bastante. Los camiones parecen exclusivos para latinos y asiáticos y los taxis siempre tienen un conductor del medio oriente extrañando las tetas de su tierra y especialistas en economía global.
Fun: Los bares mientras más pintorescos mejores: mi favorito era uno leather-light donde el Dj se divertía como enano programando música curadísima y agradeciendo mi entusiasmo que contrastaba con la indiferencia del resto, embelesado con los jugadores de rugby que desfilaban por las pantallas de televisión. Un bar mexicano con mariachi y decoración navideña (que mantienen todo el año) fue toda una revelación (mención aparte merece el guapo solista del grupo, que departía con una clienta de mediana edad y sobradas carnes que no dejaba que se le calentara la bohemia).
Tourism: Esta vez sí me subí al Ferry, a pesar del frío. La bahía es hermosa y aunque temía que el Golden Gate estuviera destruido por cortesía de Mr. Magneto en X-Men III, lucía todo su esplendor arriba de un mar violento y de unos turistas de diferentes razas convertidos en compulsivos japoneses, tomando las fotos al puente que la neblina no permitía divisar desde tierra....
1 comentario:
Ahora sí, nos haz brindado el menú que hacía falta......
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