Sr(a)s Caníbale(a)s:
Les doy un valioso consejo: si son serial killer, con tendencias culinarias y afición por la literatura y las artes escénicas, háganse ustedes un favor y mantengan un diario, una novela autobiográfica o ya de perdida un puto blog para que no vengan peritos mexicanos freudianos de bolsillo a echarles a perder todo el tinglado que con esfuerzo –mediano o titánico- han ido armando a lo largo de su carrera homicidoartística.
No vaya a ser que por que un día le gritó a su hermana o a su ex esposa, vaya resultar usted un misógino pedestre; o que porque le gritó a su hijo o le dio un manazo vaya a resultar un simple y burdo abusador(a) de menores; o que si se tropezó un día con la ancianita que vende periódicos (y que de pronto resultó una gran maratonista) vaya a terminar como gerontoloquesea... o que de la manga surjan adicciones a sustancias que se consiguen a cien pesos la dosis o ansiolíticos del doctor simi... o prácticas santeras porque dejó mal parqueado un tarot.
Es más, hágase usted un favor: si escoge una víctima chaparrita y entrada en carnes y calcula que no va a terminar de comérsela en los días reglamentados para reportar a alguna persona como desaparecida, no cometa el error de guardarla en su refrigerador en su forma original a menos que lo suyo sea el arte instalación. Y por favor, si por alguna mala jugada del destino escribe usted poesía, quémela junto con las partes de la víctima que no piensa consumir.
Yo sé que no todos pueden ser Hannibal Lecter, pero eso es una cosa muy diferente a terminar en ese mal chiste del dedo humano encontrado en tamal oaxaqueño: no sólo es una falta de respeto al arte sino a la propia víctima. No hay que ser.
1 comentario:
Y por favor, si están escribiendo algo al respecto, sean rápidos, eficientes y trabajen como posesos, pues de lo contrario, la realidad los va a atropellar :(
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