lunes, octubre 08, 2007

Moluscos

Para Juanita y La guagua

La vida se puede caer a pedacitos, pero lo que queda es tan persistente que sólo un necio aseguraría que todo está condenado a la extinción (que lo está). Yo soy muy necio en muchas cosas, pero sin embargo batallo en soltar cosas y hay unas que no sería capaz de dejar ir.

No se trata de nada material, o si acaso lo fuera sería como no querer desprenderme de la caspa sin dejar de vestir negro. Es como estar cubierto de escamas por donde cada sensación es filtrada y que, de no existir, estaría tan expuesto como esas figuras disecadas que anduvieron exhibiendo no hace mucho.

Los muertos se nos quedan en la piel, guardados debajo de esas escamas y cada vez que los recordamos es como una comezón que en lugar de rascar, acaricias. Te abrazas a ti mismo, accionando con el tacto y el aire ese mecanismo mágico llamado memoria; el dolor es lo de menos, peor es tener la piel lisa y resbaladiza como un molusco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y qué tipo de las mil clases de molusco eres?

Manuel dijo...

He de ser una babosa, supongo.

J. dijo...

Doy gracias por todo: por ti, por ser una escamosa y también por el dolor, que en muchas formas es la medida del amor... Te quiero!