miércoles, abril 16, 2008

Memoria de corto alcance

A cada roce con la ropa se reaviva el dolor. Un dolor entre agradable y molesto, una punzada latente que evidencía la punta enrojecida. Tocarlo es como oprimir un botón que te lleva al pasado reciente y lejano, de esos nombres propios que durmieron tocándolo, encima de él, aferrados como si se tratara de un madero en plano naufragio: temerosos de dejarlo ir... marcando con saliva un territorio que se sueña propio.

¿Será la cercanía de mi pezón izquierdo al corazón lo que lo convierte en un sitio tan visitado? De tener uno, se habría roto hace mucho tiempo y sus pedazos estarían aprisionando mis arterias y demás órganos vitales... El último que intentó encontrarlo dejó marcas que apenas empiezan a borrarse de mi piel, mucho más del tiempo que su rostro permaneció en mi memoria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay muchacho, que retecursi eres...! casi me haces llorar, yo que soy muy telenovelera.

Me hiciste recordad a Jorge Isaac, Yolanda Vargas Dulché y Carla Estarada, todo de a chingazo.

Gracias!