Lo mejor de los extraños es que no se toman el tiempo para juzgarte y hacerte pagar por tus errores o tus pretensiones. Lo mejor de un extraño es que se va y al mismo tiempo siempre es el mismo con una máscara diferente.
Un extraño es el lego de una pirámide formada de posibilidades abortadas a priori, una frase escrita en el viento que pudo ser bella o desagradable, pero que puede ser borrada y olvidada o grabada en nuestra piel y reinventada cada vez en el recuerdo.
Un extraño no te desgasta, te recubre la piel y se incrusta en tu concha... como la chaquira de un vestido de carnaval.
2 comentarios:
Muy interesante y cierto.
Saludos.
Gracias Hormiguita y Aura (qué nombres más bizarros... in a good way, of course)
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