miércoles, mayo 30, 2007

en desuso

Un micrófono que ocupaba Viagra, un presentador con diadema pasando la estafeta a una escritora con conciencita social y un apego entrañable por el lugar común. Luego escucho mi nombre e improviso una lectura atropellada sobre un personaje efímero pero memorable de la ciudad para después intentar darle voz a aquella Arpía que se me atravesó en el teclado y ahora en la garganta, seguro por el torzón de no sentirse bien representada. Acto seguido, el monólogo-happening del fantasma de un escritor francés en delirio autopromotor da paso a la revelación de la tarde: una mujer de cabellos largos y voz aterciopelada que, sin fijarse mucho en el contenido de nubes y encajes calenturientos apenas, bien podría resultar agradable... tanto como la música de fondo de los supermercados.
Así fue mi primera lectura pública, con la audiencia necesaria y el atrezzo más discorde. Me di cuenta que el pánico escénico debe guardar las proporciones y que la modestia y la humildad están tan sobrevaloradas como en desuso.

lunes, mayo 28, 2007

Global Warming & las fiestas del Pistic

Mientras en Cannes premiaban una película rumana sobre el aborto (y a dos mexicanos que no precisamente fruta vendían: Miller y Reygadas), a la entrada de las Fiesta del Pistic se repartían volantes de Pro-Vida, en Venezuela se vetaban los derechos de transmisión de una cadena televisiva anti-chavista y en Pakistán se condenaba a 3 años de cárcel a una pareja conformada por un transexual y una mujer (unos kilómetros más o menos hacia el este o el oeste es la grieta que separa las barras de la lapidación).

Pero no sólo se repartían mensajes de extrema derecha, también se presentaba la selección de invitados literarios más tibia en la historia de su edición (sobrevalorados ganadores de premios internacionales, escritoras ultra-light, dramaturgos tautológicos, etc.). Si el despiste panista se daba el lujo de anteponer su snobismo al cálculo ideológico (invitando a Marta Lamas!!!: el equivalente al demonio para estos promotores de partos compulsivos), la administración priísta dio muestras de salud en cuanto a estrategias de autopromoción: jamás presentar un evento que opaque el espectacular pendón con la imagen de nuestro gober-precioso, confirmando con su careto al lado del escenario principal ese protagonismo tan de chaparro con ego descomunal a juego (Napoleon style).

Musicalmente, la ópera ocupó un lugar inexplicablemente destacado en esta edición. Igual y yo no me entero de nada y lo que se lleva hoy son las sopranos anoréxicas, que a falta de mejor voz ofrecen cuerpazo (léase Gelipa Giordano). Si una gracia ha tenido para mi ese género ha sido ver a Carmenes obesas y geishas escapadas de cuadros de Botero (¡Hola, Regina!), pero como el eje temático de las fiestas fueron las musas, supongo que la objetivación de la mujer es otra de las tendencias cuyo regreso impulsa con mayor ahínco esta administración.

No se descarta tampoco que todo esto sea pura mala leche de uno, que no debería de quejarse por un fin de semana franco en el que se pueda pistear en la calle sin que te acose la policía y encontrarte con ese pasado que más bien quisieras evitar. ¿Qué importa si todo se reduce a una reinterpretación de la kermés si al menos no tenemos que sacarle la vuelta a una vaca o embarrarnos el calzado de boñiga?

Para toda esa clase media endeudada hasta las chanclas, es la oportunidad dorada de mostrar la pujanza regional con esa invasión de carriolas cargadas de escuincles atestiguando a cada tropezón el verdadero vínculo comunitario: el alcoholismo social y el sexo sin protección. Aparte de ser de los mayores consumidores de cerveza a nivel nacional, los sonorenses también debemos tener un lugar destacado en cuanto a tasa de natalidad. A menos que yo empezara a notar esa invasión de Gremlins a partir del quinto vaso… lo cual sólo tendría sentido sin Quintero Arce recibiendo a Mel Gibson en su casa o sin esos papelitos aleccionadores repartidos por mujeres sonrientes de piel ultra hidratada, como salidas de película de David Lynch.

jueves, mayo 24, 2007

Soledad dot com

Desde que al aviso clasificado se metió a nuestras intimidades ya nada es igual. A mi como que me hacía gracia que un anuncio perdido en un mar de palabras ocasionara una oleada de encuentros y desencuentros, todos con el peregrino pretexto de encontrar tu pareja ideal, al menos para esa noche de ansiedad genital, que nunca falta… más bien abunda.
Pero desde que las pujantes cabecitas pensantes pululando el universo cibernético decidieron que era buena idea bombardear a los usuarios con promesas de satisfactores emocionales emergentes, esto se ha vuelto un acoso equiparable al cialis y al viagra que te ofrecen diariamente en tu casilla de correo basura.

Que si meetic, hi5, myspace, corazones, lovehappens, tuparejaideal, sexyornot y un interminable etcétera son la reinvención de la fórmula romántica y ominosa del solitario pre-cyber space que llevaba a la redacción de un periódico (o llamaba por teléfono) un montón de palabras que siempre empezaba hombre/mujer solero(a) busca… lo que sea que buscara para llenar ese vacío emocional que juntándolo con el de los demás haría temblar al agujero de la capa de ozono del polo sur.
Pero como la cabra tira al monte, el usuario -con su coladera imaginaria- ha filtrado finalmente cualquier asomo de delicadeza y el lenguaje se ha reducido a dos que tres balbuceos pseudos-eróticos haciendo alusión a complexiones corporales, dimensiones, posiciones de preferencia y demás exquisiteces que como novedad pueden resultar hasta divertidas pero que se agotan al primer cotejo con lo cotidiano y que nos deja claro que tenemos el autoestima o colgado con alfileres de nuestro armario o de plano le prendemos veladoras al Ego Nuestro que está por los cielos.

Si hiciéramos las mismas matemáticas que hacemos a la hora de dimensionar pulgadas y sinuosidades, quedaría claro que si ese tiempo -incluso la mitad- que utilizamos en crear perfiles, subir fotos y hacer contactos en cada servicio de encuentro al que accedemos, lo utilizáramos para interactuar con el prójimo no sólo seríamos más productivos en nuestras labores, también descubriríamos que es más divertido. A menos, claro, que tengamos fobia al aseo personal o de plano se trate de serial killers… ahí sí que recomiendo el anonimato.

lunes, mayo 21, 2007

What grew and inside who

As a cold shower, as a sudden opening act that no one is expecting. That’s how an emotion might invade you with no invitation or even a warning when you’re numb or distracted…

-¿Te parece cómico que me sonroje por las cosas que me dices?
-No, cómico no. Me llama la atención cómo desvías la mirada y le das un trago gordo a la cerveza cada que te digo algo así.
-¿Qué actitud debería tener?
-Me agradas así.
-¿Porqué la insistencia de dejarme marcas?
-Para que te acuerdes de mí.
-¿Y qué tal si tengo quién me reclame?
-¿Tienes?
-Ese no es el punto.
-¿Te gustaría tener?
-¿De qué se trata esto?
-No has contestado. ¿Crees en las parejas?
-Bueno, más que creer, es evidente que existen y funcionan.
-Pero a ti, ¿te interesa?
-Ya sé lo que es y sé que a veces requiere mucho esfuerzo hacer que funcione. Es una cuestión de voluntades sincronizadas.
-A mi me cuesta mucho renunciar a mi libertad.
-Ese nunca ha sido mi caso. Mi libertad no es negociable, no entiendo que alguien pueda ofrecerla de dote.
-A las relaciones hay que invertirles mucho.
-Supongo que sí, pero no debería ser un problema matemático o financiero de últimas. Yo de pronto me encontré en una relación que no esperaba y que duró cinco años. Nunca lo planeé.
-¿Vivieron juntos?
-No. Siempre me negué porque para mi lo más difícil es la convivencia diaria, ese tipo de desgaste me parece vulgar e innecesario. No hay como verse cuando ambas partes estén de humor.
-Entiendo.
-Luego te das cuenta que ni siquiera la fidelidad es un asunto realmente importante. No porque a mi me funcione ese asunto de las relaciones abiertas sino que entiendo que la individualidad debe conservarse y encontrar un punto de coincidencia. Tampoco creo se deba hacerse y tolerarse de todo para que las relaciones funcionen. Hay que saber hasta donde…
-¿Eres muy intenso, verdad?
-Si te refieres a que tengo carácter fuerte sí.
-No me dio esa impresión.
-Que sea complaciente en la cama no quiere decir que sea igual fuera de ella.
-No me recuerdes la cama, que me voy a querer regresar.
-Pude haber estado mejor, créeme.
-:P
-Deberías irte a dormir conmigo al hotel.
-¿No quedamos en que esa no era una opción a menos que me quieras presentar a todos tus compañeros de trabajo?
-Cierto.

Between men, love stories begin waving good bye from a taxi cab.

jueves, mayo 17, 2007

Antipáticos dot com

M: ¡Como no te tocó ir a Cannes!
H: Tengo tres amigo ahí, así que no me toques el tema…y ¿por qué me iba a tocar ir a mi en todo caso?
M: No sé, por tu suerte... ¿qué se yo?
H: Yo soy un traidor al periodismo
M: ...es más factible que te toque a ti que a mi.
H: Mi amiga Maca tiene que entrevistar a Nicole Kidman, Daniel Craig y Eva Green.
M: :O
H: Me envió ayer un sms, "espero que no te provoque una envidia malsana"
M: Como si hubiera de otra… Oye, ¿qué pedo con Norah Jones y Kar Wai juntos? Eso será un ladrillo, ella es taaan aburrida (seguro por eso la amó el chino).
H: Sí, yo no me creo que esa peli mole mucho.
M: No promete… y Jude Law de bajada, peor.
M: …y ¿cuándo irán a dejar la Binoche y la Huppert papeles para las demás actrices? Digo, soy fan, pero las matemáticas no me salen.
H: Jajaj… ¿Qué peli te excita más de Cannes este año?
M: La de Lynch, por lo pronto.
H: ¿Otra más?
M: Déjame ver…
….
….

(enviado a la(s) 9:22 del jueves)
M: Está fatal mi conexión, ¿tu tienes alguna en mente?
(enviado a la(s) 9:27 del jueves)
H: Uf, no me he podido informar bien, mañana leeré la prensa en detalle.
M: En eso ando yo también.
H: … pero supongo que en ese caso mi respuesta es no.
M: me encanta tu retórica autocomplaciente, muy parecida a la mía.
H: Me gustaría parecerme a ti
Manuel: jajaja!!! touché!

(enviado a la(s) 9:32 del jueves)
H: Honstamente, quiero ver los Transformers.
M: jaja!!!
H: …y claro, "The golden compass", y "harry potter en IMAX"
M: Eso sí fue un golpe bajo: un pretendiente quiere que vayamos a verla. Yo muy digno: “yo no veo esas películas” (jelou???, si ví Spiderman puedo ver lo que sea)
H: jajjaja
M: … pero es bonito poder decir a estas alturas que "hay cosas" que no harías.
H: Uf, J. me dijo que Spiderman había sido la mejor película que había visto en todo el año… eso enfrió en cierto sentido mi devoción.
M: A cualquiera. Eso está bien si tienes 12 años, no treintaytantos.

.. Es bonita Norah Jones. In a boring way, of course.
H: Jjajajja. Osea, un trío con ella y Jude Law no lo rechazaría.
M: ¿Por qué me cae tan mal? No entiendo.
H: Así se mide la química de las parejas, ¿no?, si fantaseas o no con el threesome.
M: I guess
H: Mañana a ver Zodiac. Mandé a J. hacer lo mismo, a ver si recupera su afición por Fincher, que es algo más digna.
M: Un caricaturista prota, no me lo pierdo.
H: Jajajjajaj!!!!! Cierto!
M: No termina uno de educar a los amantes. ¡Qué fastidio!
H: …y mucho más guapo que el de "American Splendor"
M: Sí, aunque la peli me encantó.
H: Yo lo siento, pero para estética de feísmo ya tengo a Chile. Me quedo con Hergé.
M: Jaja!!Sí pues, pero estoy hablando de la movie. Luego si uno es feo le exigen más de lo demás. ¿No es injusto?

“Y no es que WKW se haya vendido al Imperio ni zarandajas así, sino que, sencillamente, ha estirado tanto esta 'road movie' de chica sentimentalmente descarriada en pos del reencuentro (idea que era estupenda para un corto, pero no para un largo o para una suma de tres cortos, que es lo que creo que parece esta película) que se ha quedado como un lujoso chicle de fresa... un chicle de fresa demasiado azucaradito”.

(lo mismo le pasa a Wong Kar Wai)
H: jajajaj, ¿Esa es una de las primeras críticas?
M: Sí, de James Blog, de El Mundo.
H: Yo no entiendo por qué no puede volver a lo que hizo en Happy Together.
M: ¿Verdad? In the Mood for Love también me gusta, aunque no sea fan del bolero.
H: Chunking Express nunca la ví.
M: Ni yo.


(enviado a la(s) 9:49 del jueves)
M: Cómete ésta: "Escribir, ser periodista, es mucho más confortable y encima está mejor pagado que muchos oficios. No lo he elegido yo. El mercado es así. Nuestro mundo mmoderno es así. Uno está más o menos contento de como se gana la vida, tiene la conciencia bastante tranquila. Pero a veces pienso en los mineros. En l@s enfermer@s. En los fresadores, en los trabajadores de cadenas de montaje, en los panaderos, en los profesores de instituto, en los cómicos que tienen que hacer reír cada día a la gente aunque ellos tengan un día de perros, en los cirujanos, en los toreros, en los charcuteros, en los barrenderos, en los pastores. Y todos esos oficios me parecen menos confortables que el mío. Eso me hace pensar. Y estando en medio del lujo de Cannes, me hace pensar más. Pero luego pienso que aquí estoy porque aquí me toca estar. Quién sabe lo que vendrá en el futuro."

(enviado a la(s) 9:53 del jueves)

H: grrr, ojalá le cague una gaviota encima
M: jajaja!! Sabia que ibas a decir eso. Pero es que los españoles son unos echados a perder. Todo lo tienen muy fácil y se la pasan quejándose.
H: Es cierto, y no paran. Dan ganas de enviarlos a todos a sus ex colonias. Aunque no, porque van y el euro les favorece y no aprenden nada.
M: Jaja!! Cierto. Y pueden ser tan antipáticos, que con los gringos tenemos bastante.
By the way, la pagina oficial de Cannes sucks, ni te molestes.
H: En serio que habría que multiplicar a los franceses, yo no paro de caer rendido a sus encantos. Incluso Sarkozy me da ternura.
M: No he conocido a tantos como para hacerme una opinión.
H: Con los gringos nada, en serio, n con viagra. Tienen que esgrimir otras nacionalidades para que les conceda una mínima audiencia.
M: Si eras fan, ¿qué no? Creo que cuando te conocí estabas enamorado de uno, ¿o me equivoco?
H: Sí, lo fui, pero ya que no veo más sitcoms, el efecto del hechizo terminó.
M: Jajaja!!
H: No te equivocas, y si gana Obama viajo a Massachussets a visitar a Jeff, pero sólo de amiguito fan Louisa May Alcott que soy.
M: Jaja!! ¿Tener tan buena memoria me vuelve antipático o soy antipático ya de por sí?
H: (Y vale, me gusta Rufus Wainwright, que canta "I'm so tired of America" y se mudó a Berlín, pero tampoco me pone Rufus)... Me caes de puta madre y lo sabes bien.
M: Gracias, eres correspondido (Rufus me gusta sin ponerme).
H: Pero eso no responde a la pregunta. Supongo que sí eres antipático, pero lo celebro.
M: No tanto como yo, supongo.

miércoles, mayo 16, 2007

Murphy

Las leyes de la física no aplican a las relaciones humanas o aplican de una manera perversa. Uno pensaría que como elementos de la naturaleza, responderíamos a las mismas leyes universales, pero la voluntad humana si algo tiene de admirable es su vocación paradójica: a mayor atención uno corresponde con indiferencia y escepticismo en igual intensidad.
Somos necios perpetuadores de la Ley de Murphy (… su espíritu conlleva el principio de diseño defensivo; el anticipar los errores que el usuario final probablemente cometerá), que no falla jamás.

jueves, mayo 10, 2007

Cerilla

Siempre me han encantado las historias de las madres terribles, las que ahogan a sus hijos, o los ahorcan con su cordón umbilical, o los matan para hacerle pasar un mal rato al marido, incluso las que se aíslan del mundo y se convierte en un satélite alrededor de la vida de sus hijos, negando cualquier realidad que se salga de esa órbita.

Pero uno sólo puede sentir fascinación por esas terribles variantes de la maternidad cuando la propia madre no ha entrado en esos cánones de tragedia griega. No entiendo como un hijo de Medea, de haber sobrevivido, pudiera interesarse por historias de madres terribles, seguro sería fan incondicional de Disney, donde la relación consanguínea siempre es indirecta: el tío, el sobrino, la abuela, todo para sacarle la vuelta a los complejos edípicos. Como si eso fuera posible.

A pesar de lo vulgar que me pueda parecer todo el jolgorio alrededor del día de las madres, los centros comerciales atestados por compradores de último minuto, las serenatas desafinadas y todo ese pepe el toro/chorriada que se genera alrededor de este culto a la maternidad, lo primero que hice en la mañana fue llamarle a mi madre. Me contesta mi hermana mayor y me dice que está barriendo el porche. La pone al teléfono y me saluda con voz ronca diciéndome que no tiene plan, que se la pasará encerrada en su casa como debe de ser. Como si yo no supiera que le tiembla la patita para salir de vaga como siempre, pero sabe que si hay un día en que tiene que ser la madre de portada de revista es éste.

Yo, que me quedo sin muchos recursos si quiero evitar preguntarle cómo se sobrevive a una parvada de hijos de la chingada (como mis hermanos y yo), reduzco mi discurso a lo tópico y a la promesa de visitarla pronto. Al colgar, intento hacer memoria y encontrar algún recuerdo desbalagado que me haya hecho odiarla alguna vez, pero su voz fresca aún en mi oído no hace sino cubrir de espesa cerilla esa basura freudiana.

miércoles, mayo 09, 2007

Calorías VS Caracteres

¿Cuántas calorías por línea sera un cuento de Mary Gaitskill en la escaladora? Yo soy muy malo para las matemáticas, pero quemé más de 400 calorías durante 22 páginas de Daisy’s Valentine mientras pedaleaba el aparato a resistencia de 12 puntos (que no me pregunten que clase de puntos de resistencia son esos) en un lapso de 40 minutos que se me fueron como agua. Agua que se quedó instalada en mi frente, mi camiseta y mi ropa interior.

Por azares del destino o por un sentido del humor macabro, ayer mi sudor apestaba más que de costumbre, como tocado por la pluma de esa escritora inclemente y apaciblemente hija de puta, de ese tipo que adoras al tiempo que temes y que si no de hermana al menos la querrías como amiga o conocida de esas que ves de lejos diciendo -más fascinado que horrorizado- pinche vieja freak, con sus pelos cayéndole en la cara pálida y con marcas en las muñecas. Muy vieja para ser emo-girl y muy lista como para siquiera cuestionarse si es estigmatizada por no interesarse en lucir atractiva. Más allá de todo, concentrada y divertida en sus propios demonios, ensimismada en un mundo interior hecho a medida sin por eso ser autocomplaciente.

Así como de seguro estaba siendo yo juzgado por cometer el sacrilegio de leer en un lugar donde el diálogo más contundente es entre un adolescente -de todas las edades- con sus tríceps o sus pectorales reflejados en el espejo, diseñando la maquinara destructora con la que salir y conquistar el mundo, mirando por encima del hombro henchido a flacuchos indefensos u obesos mórbidos, deteniendo el aire con un torso definido que a la vez sostiene una cabeza cada vez más y más ligera… cada vez más y más pequeña...

viernes, mayo 04, 2007

Confesiones

Confieso que he leído… que para enero ya había superado la media de lecturas por mexicano al año, y por más predecible que uno pueda ser, esto no me detendrá no tanto por romper un record sino porque muchas veces la vida fuera de los libros es tan aburrida, previsible o patética que a uno no le queda más que quemarse las pestañas a falta de mejores sucedáneos. No todo ha sido bueno, pero a diferencia de la realidad, la ficción literaria al menos se impone un orden y te genera cierta expectativa que si de plano no cumple, al menos puedes presumir de leyedor y hasta intelectual (lo cual no es nada alentador en un país que desconfía de aquellos con opinión propia).

Confieso que he cogido… que si para casi la mitad del año no he peinado el rancho es porque he conservado al mejor de mis amantes y tachado de mi calendario al de la gorrita y todo aquello que se acumule. La promiscuidad es muy retro, pero yo le voy más a esa old fashion trend que a las sobrevaloradas drogas, tan autocomplacientes como sus usuarios. El sexo, seamos honestos, no siempre es la gran cosa pero al menos hay todo un culto a su alrededor que te permite tener -a parte de buen cutis- temas de conversación, imágenes frescas para el ritual masturbatorio, algo que presumirle a tus enemigos, estimula el sentido del humor, quemas calorías, etc.

Confieso que he mentido… no sistemáticamente, pero convenciéndome a cada momento que a veces mentir es una labor social. Y yo, como la Jolie, puedo ser muy caritativo sin llegar al extremo de querer adoptar a todo el chamaco lombriciento que se me atraviese con ojos de Remi queriendo telenovela. Mentir puede ser un arte, pero en épocas en que todo lo que implique repartir responsabilidades para no aceptar las propias es considerado un arte mayor, todo suena más a vulgaridad bien enmarcada.

Confieso que he asistido… al festival de danza local (el peor en mucho tiempo), que no es más que la confirmación de una crisis creativa que no tendrá rumbo hasta que sus creadores dejen e verse al ombligo un ratito y empiecen a tomar, al menos un momento en cuenta, la posición del espectador (que quede claro de una vez: hasta ver un cuerpo bonito hacer contorsiones tiene su fecha de caducidad). Buena enseñanza trajo el grupo suizo, ojala la retomaran los antares, quiatoras y demás etcéteras.

Confieso que he sentido… sí, confieso que me he conmovido con las cosas más extrañas, que he visto la nostalgia alojada en unos párpados y que por más que quiera competir con la tristeza, siempre habrá algo indescriptible que la hará más fotogénica, entrañable y menos corrosiva.

Confieso que me he pasado... de cursi. Pero sólo para visitar todos los estilos.