viernes, octubre 28, 2005

Isis con velo

Y de pronto ella se fue. No supimos más de su fleco asimétrico ni de sus tatuajes, ni de sus botas de chilanga banda, ni de sus velos negros, ni sus anillos. De pronto, el templo quedó vacío y triste, sin la risa franca y la voz dulce de Isis.

Ya los viernes y los sábados no fueron los mismos. Nuestra decadencia no tuvo más el escenario que se merece a las 3 de la madrugada, no hubo un rincón donde esconder el pudor ni una letrina llena de orcos trenzando pasiones o golpes que advierten cuando el deseo es sólo un viaje de ida.

Hoy, Osiris -un Paco rebautizado a capricho de su amada- se duerme temprano y con los calcetines puestos para soñar a tiempo con ella, para no perderse uno sólo de sus bailes hipnóticos en que contonea sus carnes generosas apenas cubiertas por los insuficientes siete velos, esos que a cada giro mudaban a nubes de algodón falseando el escenario de ventanas rotas y paredes resquebrajadas.

De pronto un día llega la otra, la copia mal hecha de Isis -su doppelgänger- sostenida en una andadera y sobreactuando una cojera que era más bien discapacidad estética, mal cálculo escénico o recurso conceptual apantalla-bobos. La vi y me dije: ¿y esa qué se cree? Todavía no se enfría el muerto y ya viene reclamando la herencia de nuestra atención, pensando que el alcoholismo sólo ve siluetas y que cualquier pieza puede dar forma al rompecabezas gótico del delirio.

No. Isis no usaba mechas de $50, ni collares de caracol, ni artilugios baratos para atraernos a su red negra. Su telaraña adornada de anillos era el abrazo que nos recibía en el portón, donde bastaba que nos vendiera a $30 la caguama y entráramos a su templo bailando a Pixies, haciendo el ridículo impunemente y esperando el primer rayo de luz para huir despavoridos, dejando estelas de ceniza con rumbos inciertos.

3 comentarios:

víctorhugo dijo...

es noche de viernes. muchos la extrañaremos. o al menos extrañaremos el baldesote con caguamas. ¿o eran ballenas?

Manuel dijo...

Ballenas, caguamas, ¿qué más da? Lo importante es que ya no está y las noches nunca fueron tan negras (que rete-bonita que es la poesía).

No one dijo...

a donde?