miércoles, septiembre 26, 2007

Realidad

Tell me about hormones, about butts with high IQ’s, intellectual midgets, lazy weekends, bed time horror stories, impenetrable hymens, STD stories, moisturizing creams, sex as the fountain of eternal youth (the ultimate myth), naming your private parts as if they’d been baptized, life as ordinary as your derriere, imperfections of the gods, saying I love you only when you don’t mean it, hating the dating scene, fucking only to have something to write about, being unfaithful to your desires… Just don’t tell me reality is overrated.

viernes, septiembre 21, 2007

Excalibur

Recuerdo con una precisión que me asusta mi primera pérdida: estaba en primero de primaria, era el más chico y el más chaparro del grupo y había unos bullies que siempre me estaban molestando. No tengo claro que era lo que me hacía blanco de sus ataques, pero era el pretexto perfecto para que Joaquín me defendiera.

Si yo fuera un poquito más cursi, describiría a Joaquín como un caballero de armadura y espada brillante, pero él sólo era un niño como los demás. Ni siquiera recuerdo sus rasgos, ni su voz, sólo que tenía el pelo negro. No era mucho más alto que yo, pero era capaz de imponerse por encima de esos bravucones y hacerlos que me dejaran en paz. Tampoco llego al punto de pensarme como una princesa de trenzas rojas, indefensa y huevona, esperando que la bajen en los brazos de un castillo resguardado por dragones, pero cada vez que él me defendía me daban ganas de echarlo a mi mochila y llevármelo a casa para no separarme de él.

Pero un mal día, una mujer llegó a interrumpir nuestra clase, llamó a la maestra y algo le dijo a Joaquín, que tomó sus cosas y caminó rumbo a la salida mirándome. Yo me quedé con ojos de plato y traté de adivinar lo que estaba pasando, pero nunca pude convencerme a mi mismo de que no sería la última vez que lo veía.

No lloré, pero sentí una punzada en el estómago que nunca antes había sentido. Debería decir que mi corazón se rompió, pero en realidad fue como si una espada me partiera en dos sin derramar una gota de sangre.

Curiosamente, los bullies no volvieron a molestarme.

miércoles, septiembre 19, 2007

¿Qué pedo?

No se que estará pasando a mi alrededor, pero parece final de temporada de algo:

-La muerte del R. que me dejó con un palmo de narices mi intención postergada de llevarle las copias que le hice de la serie “Oz”. Cada vez que lo veía le prometía llevárselas a su trabajo y el día que me enteré de su repentino deceso lo primero que pensé –sí, ya sé: shame on me!- fue ¿y ahora que hago con todos esos dvd’s?... Estoy seguro que el primero en reírse de esto sería él mismo, así que ahorrémonos el sermón y los golpes de pecho que son tan unlike him (and me).
-El conato de infarto del N., que no sabemos si fue conato o si fue infarto, pero junto como que suena más dramático y si hubiera sido alguna de las dos cosas seguro no estaría ahora contándolo como si de presumir un tatuaje o una herida de guerra se tratara. Para mí como que suena a mucha hipocondría, pero pues eso es más síntoma de algo aún más preocupante que no nos ocupa aquí. Además, yo no soy médico (pero qué pico tiene la pepa!)
-La golpiza al M., que no es por moralismo sino por matemática pura, pero se veía venir. Tan otorgado él, sigue al pié de la letra su premisa de “diosito: no me des, sólo ponme donde haiga”. Pues bueno, las plegarias atendidas a la orden del día; diosito -con su sentido del humor tan macabro y homofóbico- lo puso donde había: chingazos.
-El choque del Ch., que también es matemática ralentizada. Sólo que el sentido del humor aquí el Señor lo ha estado rizando mucho. No sólo no iba borracho ni under the influence of who knows what, sino que iba juicioso a compartir sus conocimientos con la juventú que tanto necesita norte (y asesor de imagen, entre otras cosas muchas).

Me reservo cualquier pronóstico, porque yo sin refrigeración me puedo volver muy antipático.

martes, septiembre 18, 2007

Consulta

-Y dígame, Sr., ¿qué es que no le gusta de usted y le gustaría cambiar?
-Pues es más complicado que eso, Dra. Más bien, creo que quien necesita un extreme-make over es la realidad.
-No le entiendo. Esto es un consultorio médico especializado en cirugías estética y reconstructiva. No un despacho de escritores.
-Justo eso es lo que necesito. Créame que si lo que me pasa se solucionara con una nueva nariz, me la cambiaría cada semana. Pero tengo claro que no soy yo el problema sino los demás.
-Sigo sin entender.
-Se la pongo fácil. Cada día implica un esfuerzo terrible salir a la calle y enfrentarse con el poco empeño que pone la gente en verse bien. Como si los problemas y esas cosas raras que la gente se inventa para decir que tiene vida interior, tuvieran que notarse en la cara.
-…
-No me haga esos ojos que no estoy aquí para ponerle gotas. Si quisiera resolver mi aversión por el mundo, estaría con un psiquiatra, no con Usted, Mr. Nip/Tuck.
-Su propuesta es que haga cirugía plástica a todo el mundo para arreglarle la vista.
-Nos vamos entendiendo, pero no exagere. No a todo mundo. Sólo a aquellos con los que necesariamente tengo que toparme diario.
Yo pagaría todo, sólo con la condición que me permita ponerles un zipper en la boca, para que hablen solo lo necesario.
-¿No le parece un poco extremo?
-A problemas extremos, medidas extremas. Todo lo que podría invertir en educación, sería dinero tirado a la basura. Esto sería igual de caro, pero más eficiente a corto plazo.
-¿Tiene usted algún plan?
-Sí. Yo pagaré todo, pero me cobraré a lo chino con los afores. Usted tendrá su comisión, por supuesto.
-¿Sabe por quien quiere empezar?
-Sí.

jueves, septiembre 13, 2007

Gossip Gangsta

Redefiniendo el término placer culposo, el Blog-Star Perez Hilton ha logrado posicionarse como un referente ineludible en la escena farandulera de Hollywood. ¿Quién diría que lo que empezó como una ocurrencia ociosa más de 2 años atrás se iba a convertir en uno de los sitios de Internet más visitados en la actualidad? -Se manejan cifras de hasta 6 millones de visitas diarias.

La combinación es tan elemental como exitosa: fotos de celebridades con comentarios irrespetuosos o halagadores (según dicte la tendencia del momento o el gusto personal del autor); exclusivas noticiosas generalmente relacionadas con la vida amorosa y sexual del susodicho; destapes chocantes para los involucrados pero fascinantes para los lectores (en caso de que leer un comentario al pie de una foto garabateada pueda llamarse lectura); recomendaciones musicales esporádicas y videos de sucesos actuales cuyo mérito más codiciado es la primicia, porque cualquier cosa que aparezca sin el timing adecuado está condenado a envejecer de inmediato. Y todos sabemos que envejecer en Hollywood es im-per-dona-ble.

¿Envejecer para Perez Hilton (Mario Armando Lavandeira Jr., de origen cubano y nacido en Florida en 1978) implicaría convertirse en la próxima Dame Edna? Eso lo dirá el tiempo y las decisiones que tome este personaje una vez que aproveche su éxito para moverse en la dirección adecuada. Todo esto, una vez superadas las demandas de compañías que en un principio fueron sus aliadas y que luego no soportaron el despunte mediático de Perez y su correspondiente actitud de diva.

El sueño americano por lo pronto le sonríe a Lavandeira, consentido de las Hilton (a las que trata con especial mesura) y un grupo de party-stars de élite a los que hace gracia la desfachatez y autoconciencia del gordito (se rumora que pronto recurrirá al by-pass gástrico), pero sobre todo por compartir con su público un hambre desmedida por las noticias intrascendentes pero magnificadas por la especulación maliciosa: equivalente directo de la comida chatarra, la noticia idem.

Pero, ¿quién se preocupa del potencial daño de la comida-basura al consumirla si sabe tan bien? Gracias a esa especie de relación amor-odio que la sociedad mantiene con la cultura del tabloide o la llamada prensa rosa, personajes como Perez Hilton no hacen sino aprovechar lo que servido está a la mesa y sólo espera de alguien con agallas para tomar su tajada. Al final de cuentas, el estómago bulímico de la industria da para eso y seguirá dando para más.

Abran paso para la siguiente generación de vampiros de Sunset Boulevard: Perez a la cabeza diciendo adiós con su boa de plumas a Joan Rivers, sus años, sus cirugías y su lengua viperina.

martes, septiembre 11, 2007

Lollipop

Comparar lo que hizo Britney Spears en los Premios MTV con lo que hicieron los extremistas islámicos que destruyeron las torres gemelas de NY es tan irrespetuoso como preciso. Guardando las proporciones raciales y las motivaciones ideológicas, la Spears se convirtió en rehén de su propia secta, de su popularidad alguna vez ligeramente basada en su producción “artística” y convertida luego en el bufón, maestro de ceremonias, equilibrista ebria y chica del pastel (comiéndoselo antes de la fiesta) de su propio circo.

Seis años atrás, Britney comentaba, entre masticadas de chicle, lo importante que era apoyar al Presidente Bush, convertido en la Libertad Lamarque de la política internacional. Seis años atrás Britney tenía una carrera y no se le podía pedir mayor responsabilidad que cuidar su cuerpo de la celulitis.

Hoy es el día en que Bush debería retribuirle el favor y hablar en apoyo de la catástrofe en cámara lenta que es la vida de esta joven madre de dos pequeños errores, como bien comentó la bocona Sarah Silverman. Bush debería decir que así como el pueblo norteamericano es fuerte (y que la Sontag precisó debía ser más que eso), su heroína favorita, la que potenció el gusto paidófilo con su faldita a cuadros y sus trencitas decoloradas, también es fuerte y se recuperará de esa lucha contra el terror invasivo de las estrías, de la oligofrenia mezclada con depresión pos parto y de las extensiones mal puestas.

Fellow Americans -debería decir Bush- We have a strong Britney. No one, not even stand-up comedians, are going to stop our Britney from accomplish her mission of becoming the next Queen of Pop, once Madonna finally acknowledges her age and decides to retire to her villa to take care of her adopted grand children. Support our alcoholic whore! Be a patriot! We owe her!

Se lo deben, Sr. Bush. Así como le debemos a usted y su camarilla de ratas que huyen despavoridas mientras el barco se hunde, el desastre que es Irak, que si antes no pintaba en sus noticieros, ahora que se acercan las elecciones -que su partido perderá- sólo será carne de campaña, carne fresca una vez olvidada esa copia de "Saló" que fue أبو غريب.

Las lonjas de Britney Spears darán paso a los reportajes cínicos sobre el crimen cometido contra los iraquíes, con esas imágenes que tienen seis años negándose a mostrar y que ahora competirán en raiting con la rubia emblemática que no es más que la vergüenza negándose a decir su nombre.

jueves, septiembre 06, 2007

No entiendo... (perezhilton diatriba)

…cómo Angelina Jolie puede considerarse un símbolo sexual: de cuerpo famélico que seguro no rebasa los 42 kilos (de los cuales la mitad son de bothox y colágeno), hace palidecer a una tabla de surfear. Será la primer mujer tabla (con dos topes wonder bra) que gana un Oscar por sobreactuarse, pero habría que redefinir el término, pues hay mucho mérito en sacar expresión de un accesorio playero.
Tampoco entiendo su fijación con la pobreza mundial y su predisposición a retratarse junto a los realmente famélicos (ya quisieran ellos conocer la palabra anorexia), a no ser que sea una estrategia fotogénica con tintes de Madre Teresa wanna be: olvídense de las últimas colecciones de Galiano, Valentino o Jacobs, el accesorio de moda es el chal étnico acompañado mínimo por dos negritos desnutridos de ojos pelones como obsidiana (Cartier estará a punto de montarlos en una gargantilla).

…tampoco entiendo el proceso degenerativo de la rubia emblemática con poca voz y poca ropa, adicta tanto a los flashes como a la comida chatarra, emperadora de la celulitis y las extensiones mal puestas, alérgica tanto a la ropa interior como al buen gusto. ¿Será que nuestra Britney se encontró a su Sergio Andrade? (para mi que esta mujer es más lista de lo que aparenta, pero tiene un ligero problema de timming –y de soriasis).

…el acabóse con la manía reproductiva de las celebridades. Un día son la personificación de la indolencia y al otro, madres ejemplares que hasta son capaces de ¡cambiar de pañales! (siempre y cuando haya una cámara cerca que lo registre). Al mismo tiempo que se preocupan por la calentación global las pobrecitas cabecitas concientes de todo menos de sí mismas, no se dan cuenta que reproducirse no es la respuesta para salvar al planeta (rap de Caló here) sino todo lo contrario: el hombre (o la mujer, que también desciende del mono -tanto o más) no sólo es el peor depredador de la naturaleza, también es su peor asesor de imagen y decorador.

… tampoco entiendo como Nicole Kidman pudo dejar ir a Lenny (aunque supongo que haberse casado con Tom Cruise da ciertas pistas sobre su estado mental).

...¿porqué tenían que ponerle a un huracán (o ciclón o como les guste llamarle) el nombre de mi madre?

martes, septiembre 04, 2007

The Universe

What does it matter how many lovers you have
if none of them gives you the universe?

Jacques Lacan
Uno sabe que se metió inútilmente en una empresa erótica, cuando en medio de los trámites -cuando aún no cae la última prenda- ya está pensando en lo que escribirá sobre el asunto.
La decepción es un viaje de ida. Y ni siquiera estamos hablando de una decepción sencilla, de esa que es capaz de borrarse de la memoria con algún otro encuentro. Se trata de una decepción ontológica (por más mamona que se lea la palabra).

Es que luego pasa con la promiscuidad lo que con toda empresa de mala reputación, de tanto defenderla y querer reivindicarla termina por aburrir y perder el sentido que nunca debió tener, porque luego las cosas que no debían tener sentido terminan tendiéndolo en dirección opuesta a la que debían (sí, ni yo me entiendo).

De pronto, el visitante se apodera de tres cuartos de tu cama y estás al borde. Buscas la manera de respirar y los brazos te persiguen como tentáculos, quieres que se vaya y no quieres ser tan bitch de pedírselo, así que pones la película más ruidosa y lo único que logras es despertar un deseo que no pidió nacer. Quieres que desaparezca, quisieras no haber tomado esa mala decisión e intentas ser consecuente hasta que te queda claro que no puedes más: el papel de puta te ha cansado y ¿next?:

-¿El cristianismo y escribir un libro como Anel?
-¿Hacerte semi-grupera y portavoz del papiloma humano como Yuri?
-¿Esperar a que te rescate un grupucho regiomontano como a Lin May?
-¿Renegar de todo y hacerte gnóstica jodorovskiana?
-¿Buscar desesperadamente pareja?... porque el que busca, encuentra.

Para los que dicen que la promiscuidad es la negación de la búsqueda, podrán tener la razón, pero yo sólo digo una cosa: cuando las cosas dejan de ser divertidas hay que renunciar. Aunque sea para regresar con mayor brío en la siguiente temporada.

Bien lo decía Hugo Argüelles: las pirañas aman en cuaresma.