Resulta tan vulgar limitarte debido al dinero que eventualmente terminas siendo tu peor enemigo y vas a la tienda a comprar lo que necesitas y te dices a ti mismo:
--Mimismo -no seas pendejo- no compres lo que necesites sino lo que quieres.
Y ahí me tienen comprándome mi primer Cd en mucho tiempo, pidiendo salmón en el menú y pagando taxi hasta mi casa, porque a la realidad hay que tratarla así.
Mientras más desagradable sea su cara, más espectacular debe lucir uno, aunque después tengas que esconderte entre las sábanas para que no te alcance su zarpazo.
7 comentarios:
¿Cuál de Goldfrapp te compraste? ¿El último? ¿cómo está?
Sí, se llama 7nth Tree y está muy suave, cero disco ball, muy ghostly-raro.
ESta como el primero?
esa filosofia me agrada!
No como el primero, José. Más bien haz de cuenta que la Allison G. se insipiró en Hotel Newhampshire, de Richardson. Así que para mi es genial (esa es una de mis pelis favoritas).
Disculpa que me entrometa, pero detrás de la entrada huelo un ácido olor a culpa disimulada.
Creo que lo que importa no es tanto lo que uno hace sino lo que uno siente respecto de lo que hace...
Te lo dejo para pensar :)
Pues más que culpa yo lo llamaría disociación, Alex. Además, justo de eso se trata todo este asunto del blog, lo que escribo aquí no es lo que hago realmente (al menos no siempre) sino cómo me siento en relación a ello y lo que me rodea.
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