...y no dejan dormir.
Anoche que me venció el sueño y me dirigí a mi antigua cama a dormir, pasando la medianoche, y me topé con que mi cama ya no me quiere o tiene otro dueño. Uno que no es amigable.
Me recuesto boca abajo, recargado en la almohada y en cuanto intento navegar en mis sueños la cama empieza a moverse, a little bit como en “El Exorcista”.
Yo, descreído que soy de todo (en lo único en que realmente creo es en la capacidad del ser humano de hacerse pendejo para pasarla bien o peor) me pregunto si estará temblando y maldigo a la Falla de San Andrés por hacer acto de presencia en medio de mis vacaciones que se supone serán de máximo relax. Sin embargo, compruebo entre asombrado y enojado que lo único que se mueve es mi ex cama (me disculparán el prefijo ex, pero todo lo que tengo aquí es más bien ex casa, ex trabajo, ex es, ex …trañeces, pues) y entreabro los ojos y siento una presencia extraña en la esquina derecha del cuarto, justo al borde de la cama.
No mames, pensé yo, o ya me empezó a pasar factura la Breillat con su fábula abstracta convertida en la venganza de las puchas asesinas, o de plano el higadito del Haley Joel Osment se está vengando de todo lo que he despotricado en contra suya y me está exigiendo reconocimiento por esa cursilería llamada “The Sixth Sense”, que hizo reír al propio Gasparín.
El caso es que intenté ignorar esa presencia pero fue imposible, porque al rato se me ocurre alcanzar al fantasma de mi cuarto y darle un coscorrón pero me doy cuenta que son dos (de seguro la otra ha de ser la Dakota, pero ya me reconcilié con ella en “War of the Worlds”, donde dejó en ridículo al higadito mayor, Tom Cruise). Sin embargo, mi brazo no me responde y las dos extrañas presencias agotan mi paciencia. Tomo la almohada, la cobija y me voy a dormir a la sala, a sentir la siempre comprensiva compañía de mi ex tele, la incondicional, la siempreviva, la cálida cajita feliz que me recibe con un Conan O’Brian repitiendo por enésima vez el chiste sobre sí mismo y su peinado de librito frente a uno de los ex “American Pie”, tan gringos ellos, tan autosuficientes con su republicana cabecita hueca.
Así que veo por segunda vez “L’Anatomie del’enfer”, cuya moraleja, si me permiten, es: si no puedes con el enemigo cógetelo, enfréntalo con lo que más lo asquea y descubrirá para asombro suyo que aquello que más le disgusta a uno es la génesis de nuestro propio incomprensible deseo.
Yo deseo dormir, el miedo puede esperar... las puchas también.
7 comentarios:
de que te quejas te vas en menos de una semana... en casa tengo a tres, permanentes que aparecen en cualquier momento, me ponen loca a la pobre lola, o me despiertan cuando al fin logro dormir, eso sin contar las veces que no me dejan moverme... eso sr... hasta a mi me suena a mentira ya que tampoco creo en nada.... pero que esten ahi me contradice... have fun en la adorada tj : *
a veces los remordimientos adquieren formas caprichosas...
¡Wooow, Mr. M! ¡Te has vuelto alguien presentable! Hablar de gente muerta -y no precisamente por tus propias manos- ya te haría un invitado deseable en cualquier reunión, desde la Pitic hasta la Metalera. Desde Yucatán hasta Ensenada. Desde... Creéme: es El Tema. Nadie te contradirá, nadie se ofenderá, nadie te querrá matar (por miedo a que te sientes en sus camas mientras duermen). ¡Que te la sigas pasando bien, bato!
Y más que remordimientos, no serán las víctimas de tu corazón las que te están sacudiendo el catre?, digo esto por que en más de una ocasión, las víctimas de MI corazón me han movido la cama. Y mira que es litera en la que yo duermo... matrimonial pero litera.
Litera matrimonial? No mames Bob!
La pinche conciencia...saludos desde el glande de la república mexicana
Pues nadie me lo cree, pero yo la conciencia la tengo muy tranquila. Quien opine lo contrario que arroje la primera piedra, que yo lo unico que me remuerdo son los labios, de puro placer retrospectivo. Saarry...
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