jueves, septiembre 08, 2005

(la cacofonía es lo de hoy)
Pues sí, despierto y el travestismo literario sigue ahí, con toda su pretensión que en el fondo habla más de uno que cualquier autobiografía NO-autorizada. Y NO es que me quiera casar ni que quiera ser bonita ni siquiera que quiera ser mujer. Aunque habrá quien siga pensando que la mejor manera de conseguirse un hombre es siendo mujer... Welcome to reality: esa nunca ha sido una verdad absoluta, es más: nunca ha sido verdad.
Claro que decir hombre implica muchas acepciones y sobre todo, excepciones, pero yo hablo llanamente en sentido genérico, que yo NO quiero alguien que me solucione la vida o me haga sentir seguro, protegido... resumiendo: NO sé lo que quiero, pero sí sé que eso que nombré NO lo es.
Ese ha sido siempre mi problema, que lo único que he tenido claro en mi vida es lo que NO quiero y habrá quién diga que basarse en una negativa NO hace las cosas más fáciles, pero yo diría que al menos discriminando escenarios de vida uno puede igual encontrarse con un desierto, pero uno propio, desnudo, desprovisto de mentiras, artificios y autoengaños.
Yo conozco a muchas personas cuyo principal problema es NO saber decir NO a su debido tiempo y a veces ni a destiempo y ahí sí ni como ayudarlas.
Yo creo que esa es la primera palabra que hay que balbucear de bebés: NO. Nada de mamá y papá o gugu-tata, hay que decir NO.
Ahora, claro, preguntándose qué se consigue con esa filosofía de vida sustentada en dos letras categóricas, NO puedes evitar cimbrarte de un escalofrío. Luego haces cuentas, ajustas números, restas, pones y haces que a huevo el resultado sea mínimo tablas: números negros: unos y ceros y doses o lo que sea, pero ni uno rojo. La pirinola dice pones todo, ganas nada, pero la mareada nadie te la quita.
Esto -como se puede leer- NO es un post de superación personal, ni edificante, ni siquiera simpático: es uno donde de lo que se trata es conjugar el verbo NO, que NO es verbo pero da igual, porque dividido entre sí mismo, aunque NO sea número, queda en cero.

...¡NO mames!

7 comentarios:

víctorhugo dijo...

nononononono

La Fran dijo...

Estoy de acuerdo con la disonancia de la que hablas (de manera general), pero en tu caso, no la aparentas para nada eh!!

Anónimo dijo...

Pensamos que al descartar a través del no, nos quedamos con un sí nominativo, descifrable, claro. Y suele no ser así. El "sí" final siempre es indescifrable, innominable. Pero ¿acaso importa? Debería haber un mandamiento nuevo: "No nombrarás".
Así que sigue descifrando tus "no".

Anónimo dijo...

jajaja me encantas!!!
no+no=si?

No one dijo...

A veces es difìcil de pronunciarlo...o escribirlo

hola Medea

Mercedes dijo...

Por el momento NO, es mi segundo nombre...

Manuel dijo...

Un buen, nombre Ara, combina con TODO, es como zapatos de entretiempo.