viernes, septiembre 16, 2005

Tequila doble

El mes de la patria, de la independencia, de los corazones henchidos de nacionalismo de postal, de los antojitos mexicanos, las trenzas adornadas con listones, los bigotes viriles, los fuegos artificiales, los disparos al aire, las borracheras y la fiesta interminable porque como México no hay dos.

El país que tiene cinco años padeciendo la alternancia, el presidente y la primera dama más pintorescos que un país pueda aspirar, campañas presidenciales ultra-anticipadas, desafueros, pugnas al interior de los partidos por obtener el mejor pedazo de un pastel añejo, corrupción cada vez menos disimulada, partidos ecologistas que promueven la venta de zonas naturales protegidas, video-escándalos, zombis políticos que cuando uno piensa que llegaron al fin se levantan como si nada, apelándole al ultimo recurso de hacerse la víctima, candidatos, campañas, más campañas y más candidatos.

Ese es México: país sin memoria, con un gusto malsano por repetir sus errores, enamorado de su propia torpeza, en la inercia de la dejadez, la negligencia , el silencio cómplice que recibe la torta para cerrar su bocota. Es un pueblo que no vota y cuando lo hace, vende su voto al mejor postor como quien vende un cachorro, como quien vende una estrella (¿así dice la canción?).

¡Qué bonito es México!, que sin embargo se mueve, que sigue vivo por más negros que sean los pronósticos, que despierta cada puente, cada festejo, cada navidad o cada desgracia.
Hace veinte años un terremoto sacó lo mejor de los mexicanos, la solidaridad, el apoyo desinteresado y la eficacia de la que carecen sus instituciones y gobernantes. De hecho, ahora mismo, el ejército mexicano tan vapuleado, ayuda a construir y reparar los daños que el huracán Katrina hizo en costas estadounidenses, enseñándole a un ejército especialista en destruir lo que es poner una barricada o abrir un cauce, proteger a la población vulnerable.

¿Cuántos terremotos o huracanes necesitamos para aprender a ser ciudadanos, para darnos cuenta que no somos lo peor ni engañarnos al creernos lo mejor? No me siento orgulloso de ser mexicano, porque no me costó, fue un accidente geográfico en el que no tuve nada que ver. Sin embargo, sí soy responsable del mexicano que hice de mi mismo, aunque no se si el resultado sea digno de orgullo.

Anoche no grité el vivaméxico, nunca lo he hecho y nunca me he sentido con esa urgencia, porque decirlo significa avalar muchas cosas con las que no comulgo, que no me gustan y hasta me chocan. Sé que vivo en un país hermoso con una población (aquí me incluyo) que muchas veces no está a su altura. Ni hablar de sus gobernantes y sus instituciones, que son el lastre más grande que tenemos que cargar, a la Sísifo.

Un amigo chileno (Barro) me comentó una vez que nunca hablaba de mi país y me cayó el veinte porqué: cuando no tienes muchas cosas agradables que decir de alguien a quien quieres es mejor quedarse callado y pasar a la siguiente pregunta.

-Pásenme el tequila...No, no quiero un margarita, lo quiero “derecho” (¡gulp!)

6 comentarios:

Barro dijo...

Verdad que nuestros paises celebran la patria el mismo mes!, leyéndote me doy cuenta lo similares que son (y somos)chilenos y mexicanos. Y me dieron ganas de ayudarte a celebrar con el tequila ese, el conocerte me ha borrado el mal gusto de varias telenovelas y productos de Televisa.
Así que, por ti, Viva México!, y con el efecto del tequila tal vez me anime a gritar un Viva Chile! este domingo también.

Sol dijo...

Ahora sí me moviste el piso con tu post (¿ecos del terremoto que también sucedió un septiembre?). Supongo que nunca me he sentido particularmente orgullosa de ser mexicana... pero guardo el mismo silencio que tú, con el mismo amor atorado y el dolor fluyéndome bajo la piel. Te mando un beso.

No one dijo...

Independencia? yo celebré mi dependencia al alcohol con más alcohol...

un beso, divino

Anónimo dijo...

Declaración de independencia de México:
16 de septiembre de 1810

Declaración de independencia de Chile:
18 de septiembre de 1810

Weird they don't mention that at school, huh?

cowgirl dijo...

muy bonito muy bonito..... tragedias en el pais muchas, pero el terremoto una muy grande... y mañana 19 de septiembre se cumplen 20, no diez años....

besos

Anónimo dijo...

Lo mejor y lo peor de una nación surge cuando sale ese extraño espíritu de identidad nacional. Hay que buscar un equilibrio entre la conciencia de la identidad nacional y la conciencia de la identidad de los otros. Comparto contigo el silencio. ¡Ah, pero también el tequila!