jueves, septiembre 01, 2005

¡Ni como ayudarme!

Mis disculpas por adelantado para Tim Burton, de quien me considero fan, pero es la segunda vez que voy a ver “Charly y la Fábrica de Chocolate” y la segunda vez que me quedo dormido a mitad -más o menos- de la película.
Y no es que no la esté disfrutando sino que por ahí del castigo del primer chamaco como que empiezo a sentir que se me duermen las extremidades por partes...como cuando estás en la etapa de relajación del yoga, que te dicen que relajes primero los piés, luego las piernas, luego la cadera y los glúteos (me encanta esa palabra), luego los brazos y así sucesivamente, hasta que el sueño te invade por completo y quedas en calidad de bulto con coma diabético.
Pues más o menos eso me pasa con Wonka y compañía y creo que ya no se merece una tercera oportunidad. Me esperaré a “La novia Cadáver” para reconciliarme con ese greñudito y testarudamente (entrañablemente también, why not?) gótico director, que ni con tanto guiño queer me mantuvo despierto.
...No, gente. No he leído la novela del tal Dahl, pero si en película me duerme imagino que en letritas no tendrá mucha oportunidad. No me ha llegado la fiebre Harry Potter ni creo que me llegue ahora que estoy taaaan embebido en los clásicos como Barbara Cartland.

2 comentarios:

Manuel dijo...

De acuerdo contigo, Rusted. Pero no sé si te diste cuenta del tono irónico del post...así como a mi me da igual lo que Burton piense de que no me guste su película, seguro a él le da lo mismo lo que nosotros pensemos, así que We´re even.

Anónimo dijo...

espera ver un nuevo post.. tus escritos se han convertido en mi lectura a la hora de comer. (sí, como leyendote!!!))