miércoles, agosto 30, 2006
Fresita lacaniana, o cómo cada conversación son dos monólogos simultáneos
el j apenas ayer me entregó mi regalo de cumple y tu ni tus luces adivina que fue? - ya sé oye pera me acaba de mandar la quete - manuel - qué? - el documento de la f quiere confirmación - quieres que le diga que no vas a poder - hoy quedé de ir, pero igual dile - bpara qué fecha es, pa inventarme un viaje o algo -?- # de o no te inventes nada - ah, justo -dile de plano que es por la obra - je! - yo lestoydiciendo que no me gustó, y que hablaré de la estructura y del género - que no espere tributo ciego -ja!!- ok -dile que le llevo el____ para que se consiga a otro menso con peor gusto - le diré que de plano no te sientes cómodo con presentarlo - ja ja - ok thanks - quel v presentará al y – ajá y el ch tambien, no? digo, pa equilibrar (if thats possible) - ya le dije que se hiciera a la idea que de seguro le escribirías o le llamarías para informarle –ok- ah mira, pagarán! - no está mal, pero yo prefiero que me paguen por escribir de lo que me gusta - le digo que me de los $ a mí y hasta digo que me gustó ja ja - sino, me siento sucio como maricruz en quinceañera (y eso que no le hicieron nada) ja!! - ya ves que con lana dances the dog or reads the dog – eso - bueno, no es la lana... pero ya había quedado y no podía rajar si rajabas tú - pos si - estamos pensando en el e (digo, la otra opcion era el pl) - ja!!! - porqué no alguien más como de la edad del autor? que le pueda gustar o al menos ser polite - j a r? ja ja - no se quien ese se pero tiene nombre de que le gustará la novela - el que era director del ___, - ah - el l y b presentan a m – claro - a ver, por qué no me ponen con ese que está más guapillo - por que tu misma dijites que es eew el bato, que no? - ah, mamoncillo pero guapo – ok - ah, volviendo a mi, que es el tema principal el j me regaló un idea book adivina de quien? ...warhol! – oorale te sigue! - ya se - el viernes me traigo las tarjetillas y si comemos te las doy... - y si no, no? - ja ja y si no, te las doy el sábado ja ja - ja! o ese día te las dejo por ai - ok ok relajate - estoy leyendoun pinche libro de o p que anoche acabo de aventar - por? - re triste el puto y como que ya me saturé con la infelicidad del mundo ja - y eso que se murio al mafuz, lo mas radical que se puede hacer en estos dias es ser feliz - por sup - porque no hay nada que justifique la felicidad – no hasta el equipo de ja anda bien loser - hablande de felicidad el a te manda una copia del disco nuevo de thc lo bajamos ayer - ah mira - hizo copias para el, para ti y para mi - me dijo pero no pensé que hiciera la copia yo tan poco trusty - simon, a qui la traigo si comemos el viernes, te lo doy si no, pos no -ja ja reláaaaajate ja ja – ja - estuvo mal puesto el condicional puesn y ahora que ando leyendo al pinche h como que eso de la infelicidad está muy ad hoc – ja - el muy nazi - estoy leyendo un libro de rl que me prestó el j, apenas lo empecé anoche porque lo que estaba leyendo me ponia de malas - los cuentos gringos? - y me gusta, está escrito desde el punto de vista de un adolescente ... ajá - fijate que cuando compré esa antología comp´re también una de poesía y te entiendo perfectamente - lo peor de todo, se llama - me leo uno o dos poemas al día desde la seman pasada...y se salvan pocos - osea, las antologías las habría de hacer cada quien, no? porque los criterios están de la monda – yup la selección es pésima - ah, también le pedí uno que compró de cp sobre the birds, de hitchkook esa vieja me pone tan de buen humor! - cool el j... ¿lee? - ahi donde lo ves ultimamente casi puro relacionado con sus materias pero antes leía mucho él me prestpo imaculada y algunas cosas de b v hace mucho - mira nomás, autistas vemos y lecturas no conocemos - andale el me prestó saló, de s tambien digo, es muy tópico en sus lecturas, pero sí lee aaah, por él conocí a la c mc también - ya nomás me falta que me digas que a la j - reflejo en tus ojos dorados, por ejemplo... no, esa no - ya no te voy a creer! ja ja - digamos que en mi casa sólo había enciclopedias y literatura trash estadounidense (nacida inocente, sara t y cosas pseudo feministas) ah, y los textos de la am de piaget, freud y esas cosas, que creerás o no pero me entretenía leyendo - todo es tan claro ahora... - jaja!!! - mi favorito fue l, nomás por el nombre ... ah, tambien este h, pero lara castilla no mames!!, me rio tanto de acordarme - ja ja - sabes que hacía comics? que eran como telenovelas con tintes psicoanalíticos y muuucho drama si los viera ahorita me cago de la risa - qué suave sería tenerlos de vuelta - afortunada o desafortunadamente los fui tirando tengo que hacer un post de eso uno de estos dias - voy a omitir que me encantaba pasarme las horas leyendo la enciclopedia universal y unos tomos temáticos que hasta clases de francés tenían, porque van a pensar que me lo inventé - o que viste carácter - y que me estoy inventando un personaje (too late) - de van diem - ja!! - nadie me cree que a los 12 o 13 vi Stalker, de Tarkovski pues... no la has visto? – noup - es fabulosa - yo veía rosita fresita, supongo - como me pudría esa jotería a esa edad un amigo de la secundaria me traía cosido por ese personaje - ja ja las pecas y el pelo rojo, claro un día estábamos conla p y la p hablando de noséqué - pero no me conociste a esa edad era un cerillo - y la p dijo qu equería ser rosita fresita de pequeña y a la o - y el pelo chinesco - le salió naturalote decir yo donatello! - jajaja!! - (de las tortugas ninja) nos reímos tanto – claro...
lunes, agosto 28, 2006
Norteños somos y en el camino...
La primera vez que oí hablar de Nortec, la explosión rave estaba en su apogeo o segundo aire tijuanense, pasando del underground prefabricado al mainstream cool extendiéndose luego al nivel nacional e internacional ya conocido.
Como en todo, desde un principio hubo detractores y fanáticos y, aunque no dejaba de tener un tufillo sobrevalorado, reconozco que los primero parties fueron apoteósicos (además de que no ser visto en ellos era equivalente casi a no existir socialmente).
Acostumbrado a la reserva y el escepticismo, disfruté como enano esas fiestas interminables en Rosarito Beach, cuyo último invitado era el solazo encandilándole a uno el sueño después de bailar muchas horas continuas.
También aprecié gustoso aquellos galerones del Jai-Alai, la pista de baile enorme, las siluetas danzantes cortando armónicamente el espectáculo visual que empataba el sistema productivo de la maquila con los loops de la música electrónica y el conjunto norteño. El arte urbano creyéndose artesanía posmo, la ironía gráfica decorando las secciones del laberinto conceptual que utilizaba el tianguis como modelo curatorial (las camisetas ad hoc y los accesorios a la venta en la entrada para “pertenecer” al fenómeno tijuanense más destacado en mucho tiempo).
La historia no me la sé completa y se que continúa, ni sé quienes siguen siendo parte del colectivo pero tengo la certeza que la plataforma de Nortec ha servido para impulsar otros proyectos sin necesariamente renunciar al original y, tal vez, en un inicio involuntario: crear una identidad musical regional capaz de exportarse y ser apreciada por la mayor cantidad de gente posible, gracias a ese fenómeno tan satanizado como imparable llamado globalización.
Nortec, sin embargo, para mi es el pasado. Una marca que mientras más gente reconoce, más se desgasta el vaquerito con pistolas de serigrafía que ilustra mi camiseta gris que aún conservo (y aún me queda, gracias).
Bailar a Bostich (emblemático DJ norteco) este sábado fue revivir ese pasado acorralado entre sillas de metal y una falta absoluta de sentido ya no digamos estético, sino logístico. Un antro que no es capaz de renunciar a su dinámica de karaoke con pretensiones para presentar una propuesta musical novedosa al menos en esta ciudad, alargando la espera para estimular evidentemente el consumo sin siquiera ofrecer un preámbulo congruente (un ¿DJ? malísimo rompiendo con el mood punk-fresa de Cosmopolitan), sólo reafirma esa necia y provinciana actitud empresarial sonorense que mantiene inexplicablemente a la trova como propuesta identitaria del giro nocturno.
No hay nostalgia trasnochada en mi reclamo, sólo la inquietud legítima de un consumidor que no quiere que le patrocinen deja-vus, sino que por lo menos no insulten su inteligencia.
Como en todo, desde un principio hubo detractores y fanáticos y, aunque no dejaba de tener un tufillo sobrevalorado, reconozco que los primero parties fueron apoteósicos (además de que no ser visto en ellos era equivalente casi a no existir socialmente).
Acostumbrado a la reserva y el escepticismo, disfruté como enano esas fiestas interminables en Rosarito Beach, cuyo último invitado era el solazo encandilándole a uno el sueño después de bailar muchas horas continuas.
También aprecié gustoso aquellos galerones del Jai-Alai, la pista de baile enorme, las siluetas danzantes cortando armónicamente el espectáculo visual que empataba el sistema productivo de la maquila con los loops de la música electrónica y el conjunto norteño. El arte urbano creyéndose artesanía posmo, la ironía gráfica decorando las secciones del laberinto conceptual que utilizaba el tianguis como modelo curatorial (las camisetas ad hoc y los accesorios a la venta en la entrada para “pertenecer” al fenómeno tijuanense más destacado en mucho tiempo).
La historia no me la sé completa y se que continúa, ni sé quienes siguen siendo parte del colectivo pero tengo la certeza que la plataforma de Nortec ha servido para impulsar otros proyectos sin necesariamente renunciar al original y, tal vez, en un inicio involuntario: crear una identidad musical regional capaz de exportarse y ser apreciada por la mayor cantidad de gente posible, gracias a ese fenómeno tan satanizado como imparable llamado globalización.
Nortec, sin embargo, para mi es el pasado. Una marca que mientras más gente reconoce, más se desgasta el vaquerito con pistolas de serigrafía que ilustra mi camiseta gris que aún conservo (y aún me queda, gracias).
Bailar a Bostich (emblemático DJ norteco) este sábado fue revivir ese pasado acorralado entre sillas de metal y una falta absoluta de sentido ya no digamos estético, sino logístico. Un antro que no es capaz de renunciar a su dinámica de karaoke con pretensiones para presentar una propuesta musical novedosa al menos en esta ciudad, alargando la espera para estimular evidentemente el consumo sin siquiera ofrecer un preámbulo congruente (un ¿DJ? malísimo rompiendo con el mood punk-fresa de Cosmopolitan), sólo reafirma esa necia y provinciana actitud empresarial sonorense que mantiene inexplicablemente a la trova como propuesta identitaria del giro nocturno.
No hay nostalgia trasnochada en mi reclamo, sólo la inquietud legítima de un consumidor que no quiere que le patrocinen deja-vus, sino que por lo menos no insulten su inteligencia.
sábado, agosto 26, 2006
miércoles, agosto 23, 2006
Próximamente..
...en un cine cerca de usted
La historia de tres náufragos mexicanos (en realidad eran cinco pero al parecer 2 murieron, sospechosamente, por falta de fe), a la deriva en una panga por más de nueve meses. Zarparon un día en busca de tiburones para cazar y se perdieron en el inmenso mar (la lírica, la lírica...) hasta ser rescatados en aguas australianas por un barco atunero asiático. Dicen que comieron sushi (supongo que ellos no saben que se le llama así al pescado crudo) todo el trayecto y que sólo les faltaron las coronas para prepararse micheladas. Claro, luego todo cobra matices bíblicos y la tempestad y el novenario y el pueblo rezando y los días pasando y el cuerpo resistiendo y las tormentas y las y los y él, sobre todo Él. Dios hizo el milagro, porque nada es más grande que el creador. ¿Ni la necedad humana? Están vivos, y eso es lo que importa: que se han convertido en todos unos triunfadores del reality Survivor por accidente (al parecer por necedad del capitán que no quería perder su equipo de caza, pero pues eso es mero detalle si de lo que se trata es de moralejas, pero como aquí el tinte es épico demos espacio a las parábolas).
Las versiones cinematográficas están ya en proceso. He aquí los pronósticos:
Versión Spielberg:
1) (Rated G)Los náufragos (interpretados todos por Tom Hanks en otra de sus apuestas para romper record como actor oscareado) son salvados por un extraterrestre de manos largas y ojos melancólicos que en su búsqueda de regreso a casa se encuentra a estos pobres cristianos en la misma situación desesperada.
2) (Rated R) Los pescadores se enteran (al quedarse sin ropa) que uno de ellos es un judío espía del Mosad y llevando una Biblia a bordo se enteran que los judíos mataron a Cristo. Hacen un juicio sumario (en realidad lo que quieren es algo que comer que no sea pescado) y están a punto de ejecutarlo cuando aparece un barco Israelí y les lanza un misil inteligente que mata a todos menos al judío, quien resulta un héroe nacional que, sin embargo, se siente culpable por el destino de sus compañeros y va a visitar a sus familias para hablarles de lo valiente que fueron (hay que llevar hartos Kleenex).
Versión Oliver Stone:
Los náufragos mexicanos, interpretados por Charlie Sheen, Colin Farrell y Benjamin Pratt son en realidad informantes de Fidel Castro con nexos con los Arellano Félix. Cuando se dan cuenta que se perdieron en el océano y que cada uno tiene un secreto que proteger, empiezan a enfrentarse para medir fuerzas. Los vencidos sirven como alimento para los vencedores, quienes los consumen en medio de lágrimas mudas, prometiéndose entre ellos llevar el secreto a la tumba... Años después, los falsos pescadores viven atormentados por los remordimientos, uno perdido por las drogas, otro trabajando en Wall Street y el último, ordenado sacerdote, ayudando a la insurrección oaxaqueña.
Nota: Si no le hubiera ido tan mal con Alexander, hubiera incluido sexo entre ellos, así que decidió que no hay nada más inmaculado que el ano de un varón con convicciones.
Versión Farrely Brothers:
Protagonizada por Ben Stiller, Matt Dillon y Jim Carrey (con cameo de Cher como La Virgen): Aquí la historia es lo de menos, hay tres tristes tigres que terminan después de una borrachera en medio del océano y compiten a ver quien cuenta el chiste más malo, quién sobreactúa más o quien se tira el pedo más ruidoso. Gracias a los Pedos, llegan a Sydney, donde se filma la secuela.
Nota: Quien pregunte qué pedo con La virgen de Cher, no entendió el chiste.
Versión Arturo Ripstein, guión de Paz Alicia García Diego (protagonizada por Alberto Estrella, Luis Felipe Tovar y Daniel Giménez Cacho o cualquier ingenuo actor español invitado): los náufragos son unos pescadores alcohólicos, lúmpenes hasta la náusea (no hay de otros para esta dupla), resentidos, pero eso sí: muy calientes. Ya en alta mar, después de haberse cogido todos contra todos hasta desgarrarse las esfínteres y llenar el bote de mierda (de la que se alimentan), los sobrevivientes se enteran al pisar tierra que son hijos de la misma madre: la puta del pueblo (osea, Patricia Reyes Spíndola). Todos se suicidan con el mismo machete después de sufrir el desprecio de su madre y ser señalados por la gente del pueblo.
Versión Dogma-Von-Trier: Se filma sólo de noche, porque para Lars mientras menos luz mejor (iba a ser musicalizada por Björk, pero se acordó que en el dogma no se utiliza música de fondo, así que la islandesa se quedó con las ganas de utilizar su versión cavernícola de El Sirenito, de nuestro Rigo). La historia no se sabe de qué va, ya que los diálogos son en danés antiguo. Lo único que sabemos es que son tres náufragos enfrentados a las inclemencias de la naturaleza, tan grande y tan malvada ella, que luego son rescatados por un barco gringo, donde los explotan y terminan siendo esclavizados en una planta empacadora de atún (y eso lo sabemos por la voz en off, que esa sí es en inglés).
La historia de tres náufragos mexicanos (en realidad eran cinco pero al parecer 2 murieron, sospechosamente, por falta de fe), a la deriva en una panga por más de nueve meses. Zarparon un día en busca de tiburones para cazar y se perdieron en el inmenso mar (la lírica, la lírica...) hasta ser rescatados en aguas australianas por un barco atunero asiático. Dicen que comieron sushi (supongo que ellos no saben que se le llama así al pescado crudo) todo el trayecto y que sólo les faltaron las coronas para prepararse micheladas. Claro, luego todo cobra matices bíblicos y la tempestad y el novenario y el pueblo rezando y los días pasando y el cuerpo resistiendo y las tormentas y las y los y él, sobre todo Él. Dios hizo el milagro, porque nada es más grande que el creador. ¿Ni la necedad humana? Están vivos, y eso es lo que importa: que se han convertido en todos unos triunfadores del reality Survivor por accidente (al parecer por necedad del capitán que no quería perder su equipo de caza, pero pues eso es mero detalle si de lo que se trata es de moralejas, pero como aquí el tinte es épico demos espacio a las parábolas).
Las versiones cinematográficas están ya en proceso. He aquí los pronósticos:
Versión Spielberg:
1) (Rated G)Los náufragos (interpretados todos por Tom Hanks en otra de sus apuestas para romper record como actor oscareado) son salvados por un extraterrestre de manos largas y ojos melancólicos que en su búsqueda de regreso a casa se encuentra a estos pobres cristianos en la misma situación desesperada.
2) (Rated R) Los pescadores se enteran (al quedarse sin ropa) que uno de ellos es un judío espía del Mosad y llevando una Biblia a bordo se enteran que los judíos mataron a Cristo. Hacen un juicio sumario (en realidad lo que quieren es algo que comer que no sea pescado) y están a punto de ejecutarlo cuando aparece un barco Israelí y les lanza un misil inteligente que mata a todos menos al judío, quien resulta un héroe nacional que, sin embargo, se siente culpable por el destino de sus compañeros y va a visitar a sus familias para hablarles de lo valiente que fueron (hay que llevar hartos Kleenex).
Versión Oliver Stone:
Los náufragos mexicanos, interpretados por Charlie Sheen, Colin Farrell y Benjamin Pratt son en realidad informantes de Fidel Castro con nexos con los Arellano Félix. Cuando se dan cuenta que se perdieron en el océano y que cada uno tiene un secreto que proteger, empiezan a enfrentarse para medir fuerzas. Los vencidos sirven como alimento para los vencedores, quienes los consumen en medio de lágrimas mudas, prometiéndose entre ellos llevar el secreto a la tumba... Años después, los falsos pescadores viven atormentados por los remordimientos, uno perdido por las drogas, otro trabajando en Wall Street y el último, ordenado sacerdote, ayudando a la insurrección oaxaqueña.
Nota: Si no le hubiera ido tan mal con Alexander, hubiera incluido sexo entre ellos, así que decidió que no hay nada más inmaculado que el ano de un varón con convicciones.
Versión Farrely Brothers:
Protagonizada por Ben Stiller, Matt Dillon y Jim Carrey (con cameo de Cher como La Virgen): Aquí la historia es lo de menos, hay tres tristes tigres que terminan después de una borrachera en medio del océano y compiten a ver quien cuenta el chiste más malo, quién sobreactúa más o quien se tira el pedo más ruidoso. Gracias a los Pedos, llegan a Sydney, donde se filma la secuela.
Nota: Quien pregunte qué pedo con La virgen de Cher, no entendió el chiste.
Versión Arturo Ripstein, guión de Paz Alicia García Diego (protagonizada por Alberto Estrella, Luis Felipe Tovar y Daniel Giménez Cacho o cualquier ingenuo actor español invitado): los náufragos son unos pescadores alcohólicos, lúmpenes hasta la náusea (no hay de otros para esta dupla), resentidos, pero eso sí: muy calientes. Ya en alta mar, después de haberse cogido todos contra todos hasta desgarrarse las esfínteres y llenar el bote de mierda (de la que se alimentan), los sobrevivientes se enteran al pisar tierra que son hijos de la misma madre: la puta del pueblo (osea, Patricia Reyes Spíndola). Todos se suicidan con el mismo machete después de sufrir el desprecio de su madre y ser señalados por la gente del pueblo.
Versión Dogma-Von-Trier: Se filma sólo de noche, porque para Lars mientras menos luz mejor (iba a ser musicalizada por Björk, pero se acordó que en el dogma no se utiliza música de fondo, así que la islandesa se quedó con las ganas de utilizar su versión cavernícola de El Sirenito, de nuestro Rigo). La historia no se sabe de qué va, ya que los diálogos son en danés antiguo. Lo único que sabemos es que son tres náufragos enfrentados a las inclemencias de la naturaleza, tan grande y tan malvada ella, que luego son rescatados por un barco gringo, donde los explotan y terminan siendo esclavizados en una planta empacadora de atún (y eso lo sabemos por la voz en off, que esa sí es en inglés).
martes, agosto 22, 2006
Nunca mejor dicho
Conquer the world? Madonna is like some hyperactive six year old that still believes in the Tooth Fairy. One day she's trying to sell magic water and the next she trying to adopt Africa. Pretty soon she'll try to buy a unicorn so she can ride it to the North Pole and ask Santa for a shiny new rainbow.
Que alguien le tumbe el rollo a esta vieja y deje de sentirse culpable por todo el dinero que tiene y por haber hecho tanta basura en su carrera como para contaminar el mar muerto (de risa, ante sus declaraciones). A su edad y con esos rollos mesiánicos, eso es involución.
lunes, agosto 21, 2006
Arena y sol
Pasé mi cumpleaños rodeado de arena, olas de agua salada y muchísimo sol. Claro, también había amigos y sobre todo, cerveza, que fue la invitada especial.
Aquí mis recomendaciones para mejorar las playas del mundo en general y las sonorenses en particular:
-Sería mucho mejor si hubiera un regulador para ajustar la intensidad solar y poder uno asolearse a la hora que quiera y el tiempo que uno necesite. Yo sé que en mi caso, asolearse sin protección es apostarle al look de sobreviviente de un incendio forestal, pero pues news here: no soy el único en el mundo al que el sol le puede jugar una mala pasada.
-La arena es muy bonita y tal, pero debería haber una versión que no se te pegue al cuerpo, es de por sí molesto que te quede en los recovecos más insospechados, pero el colmo es cuando estropea cualquier intento erótico. Lo bueno que uno es persistente.
-¿Qué ondas con la sal del mar? Digo, no hay necesidad de ponerle sal al agua si ésta no es en forma de hielo y está acompañada de harto limón, clamato y cerveza. Misterios de la creación, supongo, pero al menos las playas en las que uno se baña deberían ser SALT-free.
Dejando fuera esas imperfecciones de la naturaleza, este fin de semana fue muy divertido. No hubo mañanitas forzadas ni velas que tapizaran un hipotético pastel (que de haber existido lo hubiera preferido de zanahoria), hubo harto alcohol y hartas ganas de divertirse.
Eso de ver a las amistades de uno fuera del ambiente mundano del bar y a la luz del sol puede ser revelador en mucho sentidos: estoy seguro que el más extrañado fue el cantinero. Pude notar la inercia apoderarse de sus cuerpos y arrinconarse en la palapa como lo hacen en la esquina de la barra. Seguro extrañaron el techo de foam donde ensartar aviones de papel y la rocola atragantada de mondedas repitiendo su catálogo cacofónico de sabinas, bobmarlyes, guns&roses y una que otra exquisitez desbalagada.
Debo confesar que al final del segundo día yo mismo estaba extrañando el asfalto y el ruido de los motores. Extrañaba pisar un suelo parejo y que el alcohol se te suba a la cabeza, que en la playa pareciera más bien que te lo untas.
Gracias a los presentes... y a los ausentes también, que la ausencia tiene su gracia.
Aquí mis recomendaciones para mejorar las playas del mundo en general y las sonorenses en particular:
-Sería mucho mejor si hubiera un regulador para ajustar la intensidad solar y poder uno asolearse a la hora que quiera y el tiempo que uno necesite. Yo sé que en mi caso, asolearse sin protección es apostarle al look de sobreviviente de un incendio forestal, pero pues news here: no soy el único en el mundo al que el sol le puede jugar una mala pasada.
-La arena es muy bonita y tal, pero debería haber una versión que no se te pegue al cuerpo, es de por sí molesto que te quede en los recovecos más insospechados, pero el colmo es cuando estropea cualquier intento erótico. Lo bueno que uno es persistente.
-¿Qué ondas con la sal del mar? Digo, no hay necesidad de ponerle sal al agua si ésta no es en forma de hielo y está acompañada de harto limón, clamato y cerveza. Misterios de la creación, supongo, pero al menos las playas en las que uno se baña deberían ser SALT-free.
Dejando fuera esas imperfecciones de la naturaleza, este fin de semana fue muy divertido. No hubo mañanitas forzadas ni velas que tapizaran un hipotético pastel (que de haber existido lo hubiera preferido de zanahoria), hubo harto alcohol y hartas ganas de divertirse.
Eso de ver a las amistades de uno fuera del ambiente mundano del bar y a la luz del sol puede ser revelador en mucho sentidos: estoy seguro que el más extrañado fue el cantinero. Pude notar la inercia apoderarse de sus cuerpos y arrinconarse en la palapa como lo hacen en la esquina de la barra. Seguro extrañaron el techo de foam donde ensartar aviones de papel y la rocola atragantada de mondedas repitiendo su catálogo cacofónico de sabinas, bobmarlyes, guns&roses y una que otra exquisitez desbalagada.
Debo confesar que al final del segundo día yo mismo estaba extrañando el asfalto y el ruido de los motores. Extrañaba pisar un suelo parejo y que el alcohol se te suba a la cabeza, que en la playa pareciera más bien que te lo untas.
Gracias a los presentes... y a los ausentes también, que la ausencia tiene su gracia.
viernes, agosto 18, 2006
... de lo que no se habla.
still resisting?
it's 3:30 am.
there is no electricity.
i cannot upload yesterday's and today's drawings.
the war is "over" since monday.
they are still finding corpses under the fallen buildings.
we still freak out each time we hear a scooter or a truck. we think of the planes.
tomorrow we're recording a "war quartet" with sharif, charbel and marc on electric guitars.
i am still drawing.
i am waiting for the day when i can sleep.
it's 3:30 am.
there is no electricity.
i cannot upload yesterday's and today's drawings.
the war is "over" since monday.
they are still finding corpses under the fallen buildings.
we still freak out each time we hear a scooter or a truck. we think of the planes.
tomorrow we're recording a "war quartet" with sharif, charbel and marc on electric guitars.
i am still drawing.
i am waiting for the day when i can sleep.
jueves, agosto 17, 2006
La Guantera
Miércoles dos por uno en el cine: filas enormes de gent(uza)e que cree que todo lo barato tiene que consumirse en el acto y que mientras más personas quieran entrar a determinada sala es porque la película es mejor.
Uno piensa que el snobismo de uno lo salva de cierto roce social, pero no en miércoles de ceniza cinéfila... Falta mas de media hora para que empiece la función y un baguette de jamón serrano y queso manchego me guiña el ojo y se agarra el paquete: irresistible. Canceló mi acompañante, así que le pongo harta cebolla y mostaza que mi aliento no tiene porqué ser una preocupación en este momento.
En lo que espero para llegar a taquilla leo entero el cuento de navidad de Paul Auster, una señora me pregunta qué leo (seguro porque leo como haciendo playback) y le digo, mostrándole el libro: cuentos urbanos de autores norteamericanos (lo acabo de catafixiar por la primera temporada de Twin Peaks, pero eso no le importa).
Está a punto de llegar mi turno y una lepa me pide de favor que le compre un boleto para ella y su novio: tomando en cuenta que ella viene acompañada y yo no, por pura justicia mezquina y resentida estoy a punto de negarme, pero veo al novio y digo: pobrecita, seguro quiere ver la de Bullock-Reeves, la única función agotada. Le devuelvo el billete de quinientos y me dirijo a mi sala, que ya tiene varias personas haciendo fila en la puerta... filas y filas a puertas que bien pudieran ser el purgatorio de los fashion victims.
Enseguida de mi, se sienta un grupo de gordas que pareciera metieron de contrabando el refrigerador de su casa y nadie se dio cuenta ni por el olor. Por suerte llega una amiga y se sienta conmigo, así que tengo con quien quejarme (la queja se ha convertido en mi deporte favorito). Vemos -entre zumbidos de celulares y cuchicheo de la gente que confunde los lugares públicos con la sala de su casa- Shopgirl, la historia de una vendedora de guantes que vive su propia versión de Pretty Woman, sólo que con más talento que los fellatios prometidos por una boca kilométrica. Además, Meredith toma anti-depresivos para superar -asumo yo- su pésimo gusto para vestir, que parece ser el traje típico del estado de Vermont. De pronto, esta guantera parece una versión más melancólica, menos oligofrénica y más selfcentered de Amélie, salvo que es evidente que aquí de lo que se trata es de la idea que un hombre rico de mediana edad (Steve Martin, escritor y protagonista) tiene de una jovencita apocada a quien idealiza por su sensibilidad e integridad emocional que, sin embargo, no puede amar porque nunca será good enough para su estándar clasista y vacuo.
Uno piensa que el snobismo de uno lo salva de cierto roce social, pero no en miércoles de ceniza cinéfila... Falta mas de media hora para que empiece la función y un baguette de jamón serrano y queso manchego me guiña el ojo y se agarra el paquete: irresistible. Canceló mi acompañante, así que le pongo harta cebolla y mostaza que mi aliento no tiene porqué ser una preocupación en este momento.
En lo que espero para llegar a taquilla leo entero el cuento de navidad de Paul Auster, una señora me pregunta qué leo (seguro porque leo como haciendo playback) y le digo, mostrándole el libro: cuentos urbanos de autores norteamericanos (lo acabo de catafixiar por la primera temporada de Twin Peaks, pero eso no le importa).
Está a punto de llegar mi turno y una lepa me pide de favor que le compre un boleto para ella y su novio: tomando en cuenta que ella viene acompañada y yo no, por pura justicia mezquina y resentida estoy a punto de negarme, pero veo al novio y digo: pobrecita, seguro quiere ver la de Bullock-Reeves, la única función agotada. Le devuelvo el billete de quinientos y me dirijo a mi sala, que ya tiene varias personas haciendo fila en la puerta... filas y filas a puertas que bien pudieran ser el purgatorio de los fashion victims.
Enseguida de mi, se sienta un grupo de gordas que pareciera metieron de contrabando el refrigerador de su casa y nadie se dio cuenta ni por el olor. Por suerte llega una amiga y se sienta conmigo, así que tengo con quien quejarme (la queja se ha convertido en mi deporte favorito). Vemos -entre zumbidos de celulares y cuchicheo de la gente que confunde los lugares públicos con la sala de su casa- Shopgirl, la historia de una vendedora de guantes que vive su propia versión de Pretty Woman, sólo que con más talento que los fellatios prometidos por una boca kilométrica. Además, Meredith toma anti-depresivos para superar -asumo yo- su pésimo gusto para vestir, que parece ser el traje típico del estado de Vermont. De pronto, esta guantera parece una versión más melancólica, menos oligofrénica y más selfcentered de Amélie, salvo que es evidente que aquí de lo que se trata es de la idea que un hombre rico de mediana edad (Steve Martin, escritor y protagonista) tiene de una jovencita apocada a quien idealiza por su sensibilidad e integridad emocional que, sin embargo, no puede amar porque nunca será good enough para su estándar clasista y vacuo.
martes, agosto 15, 2006
Solitaria
Hoy desperté sonriendo de manera inédita, aunque realmente no sé que tan inédita pudo ser si no podía verla, pero al menos la sentí suave, ligera y ... una que no deforma mi rostro y que no me preocupa que acentúe esas líneas alrededor de mis ojos esperando el momento en que se me acabe la crema humectante para hacer su aparición más contundente.
Sentí como si me hubiera curado de una larga enfermedad a la que ya me había acostumbrado, una especie de solitaria que en momentos me oprimía el pecho y me provocaba despertar con la almohada húmeda... a veces, mientras caminaba rumbo a casa, sentía cómo ese bicho imperceptible en algún microscopio o ultrasonido, me tomaba del cuello y hasta impedía que respirara normalmente, me entraba un vértigo como aquel que se siente frente al metro o los altos edificios de las grandes ciudades... sí, esa sensación que es más cercana a la fascinación que al pánico y que te provoca lanzarte al vacío sin más protección que tu piel haciendo el amor con la fuerza de gravedad.
Hoy, en un sueño poblado por seres reconocibles y entrañables, sentí cómo ese peso que he cargado por más tiempo del reglamentario se desprendía de mi y se iba no se a dónde, pero fue el abandono más reconfortante y esperado...
En ese sueño caminaba ligero, sonreía sin cinismo e intentaba ver el rostro de quien provocaba ese efecto en mí y todo lo que podía ver era un decapitado que tenía una fuente de luz donde debía ir su cabeza.
Sentí como si me hubiera curado de una larga enfermedad a la que ya me había acostumbrado, una especie de solitaria que en momentos me oprimía el pecho y me provocaba despertar con la almohada húmeda... a veces, mientras caminaba rumbo a casa, sentía cómo ese bicho imperceptible en algún microscopio o ultrasonido, me tomaba del cuello y hasta impedía que respirara normalmente, me entraba un vértigo como aquel que se siente frente al metro o los altos edificios de las grandes ciudades... sí, esa sensación que es más cercana a la fascinación que al pánico y que te provoca lanzarte al vacío sin más protección que tu piel haciendo el amor con la fuerza de gravedad.
Hoy, en un sueño poblado por seres reconocibles y entrañables, sentí cómo ese peso que he cargado por más tiempo del reglamentario se desprendía de mi y se iba no se a dónde, pero fue el abandono más reconfortante y esperado...
En ese sueño caminaba ligero, sonreía sin cinismo e intentaba ver el rostro de quien provocaba ese efecto en mí y todo lo que podía ver era un decapitado que tenía una fuente de luz donde debía ir su cabeza.
jueves, agosto 10, 2006
Elogio a la ignorancia
Yo no lo sé de cierto, pero parece... que nuestro gober precioso -ahora resulta- es especialista en sexualidad. Para quien crea que tener chamacos implica mayo esfuerzo intelectual, supongo que cualquier padre de familia podría ser un especialista: con los ojos cerrados se puede engendrar (generalmente la ceguera implica más que cerrar los ojos), pero así no se diseñan políticas públicas relacionadas con la educación, sea ésta sexual o no.
Para censurar no hace falta justificación -sólo poder- y al paso que vamos, la tierra volverá a ser plana (al menos será más barato viajar, si de verle el lado positivo a todo se tratara) y Juárez y todo aquello que arrinconó al clero a administrar conciencias -atrapadas en el síndrome de Estocolmo que es la fe cristiana- serán borrados de los libros de texto, el diablo tendrá la cara de Darwin y todos los demás científicos serán los apóstoles de un complot parecido al de El Código Da Vinci, pero al revés, sólo que igual de mal escrito.
El oscurantismo es lo que viene, y la estupidez disfrazada de buena voluntá: la mayor muestra de neo-patriotismo será una barriga de mujer embarazada haciendo juego con la de pusilánime varón domado cantando un soldado en cada hijo te diooooooo. ¡Amén!
Para censurar no hace falta justificación -sólo poder- y al paso que vamos, la tierra volverá a ser plana (al menos será más barato viajar, si de verle el lado positivo a todo se tratara) y Juárez y todo aquello que arrinconó al clero a administrar conciencias -atrapadas en el síndrome de Estocolmo que es la fe cristiana- serán borrados de los libros de texto, el diablo tendrá la cara de Darwin y todos los demás científicos serán los apóstoles de un complot parecido al de El Código Da Vinci, pero al revés, sólo que igual de mal escrito.
El oscurantismo es lo que viene, y la estupidez disfrazada de buena voluntá: la mayor muestra de neo-patriotismo será una barriga de mujer embarazada haciendo juego con la de pusilánime varón domado cantando un soldado en cada hijo te diooooooo. ¡Amén!
miércoles, agosto 09, 2006
In love with a beauty
Cuando un cantante utiliza las palabras teléfono (celular, para ser más precisos), vibrador, britneyspears, electroclash, karaoke y drogas en una misma canción, todas ellas rimando dentro de una melodía azotada, cantada con una afectación de gran dama de la canción, muchos tirarían tomates verdes fritos encima de él: yo, por supuesto, lo amé.
Era suficiente la puntada de describir al Mesías alternativo que está por llegar con una mirada inocente, un vergón y calentadores, escapado de una película porno de los 70, pero Rufus Wainwright tiene las cualidades (y los defectos, ¿para qué engañarnos?) de figuras como Nina Simone, John Lennon, Leonard Cohen y hasta Fiona Apple.
Es como el Elton John de nuestra generación. Y, aunque nunca he sido fan de esa dama histérica en que se ha convertido el británico, he de reconocer que los unen más de una semejanza (el mal gusto para vestir, la más visible).
Rufus -con nombre de perro y todo- bien podría musicalizar el soundtrack de cualquier joto creyéndose el cuento de que vive en “Queer As Folk” (él mismo parece salido de ahí), pero si algo salva al neoyorquino-canadiense del cliché es su discurso político contrastado por sus toques de cursilería, amortiguando con harta y refrescante ironía sus arranques líricos.
Canta Old Whore’s Diet con Antony (sin The Johnsons), le dedica Dinner at Eight a su padre después de una pelea, haciendo analogía con David y Goliat, escribe sobre el 11-11, sobre Natasha (una drag queen que se encontró en la calle) y tiene una canción por cada integrante de su familia... lo bueno de esto es que no tiene una familia como la mía (de ser así, habría emprendido una aventura similar a la de Sufjan Stevens -otra joyita musical- en su afán de hacer un disco por cada estado de EU).
Era suficiente la puntada de describir al Mesías alternativo que está por llegar con una mirada inocente, un vergón y calentadores, escapado de una película porno de los 70, pero Rufus Wainwright tiene las cualidades (y los defectos, ¿para qué engañarnos?) de figuras como Nina Simone, John Lennon, Leonard Cohen y hasta Fiona Apple.
Es como el Elton John de nuestra generación. Y, aunque nunca he sido fan de esa dama histérica en que se ha convertido el británico, he de reconocer que los unen más de una semejanza (el mal gusto para vestir, la más visible).
Rufus -con nombre de perro y todo- bien podría musicalizar el soundtrack de cualquier joto creyéndose el cuento de que vive en “Queer As Folk” (él mismo parece salido de ahí), pero si algo salva al neoyorquino-canadiense del cliché es su discurso político contrastado por sus toques de cursilería, amortiguando con harta y refrescante ironía sus arranques líricos.
Canta Old Whore’s Diet con Antony (sin The Johnsons), le dedica Dinner at Eight a su padre después de una pelea, haciendo analogía con David y Goliat, escribe sobre el 11-11, sobre Natasha (una drag queen que se encontró en la calle) y tiene una canción por cada integrante de su familia... lo bueno de esto es que no tiene una familia como la mía (de ser así, habría emprendido una aventura similar a la de Sufjan Stevens -otra joyita musical- en su afán de hacer un disco por cada estado de EU).
martes, agosto 08, 2006
Rubio
Un día quería ser rubio y tenía cinco años: el domingo, en el comedor donde estaba toda mi familia, mi abuelo oyó, me llevó a la biblioteca, me dijo que bajara la cabeza y cerrara los ojos. De un cajón del escritorio sacó oro molido y lo derramó sobre mi cabello, me cayó algo en los ojos y me dijo:
--Ahora ya eres rubio.
Todo brillaba y todo desaparecía de inmediato. Al volver al comedor ya todo era igual...
Julio Galán (Múzquiz, Coahuila, 1959-Zacatecas, 2006)
sábado, agosto 05, 2006
Touché
martes, agosto 01, 2006
Déjà vu
Te diría que me quedo con nuestros mejores momentos. Aquellos donde nuestros brazos descansaban en el cuerpo del otro o cuando nos quedábamos en silencio después de coger, sin importar que el semen sobre nuestro vientre se secara mientras nos acariciábamos la cara, el cabello y las manos, besándonos los hombros y el cuello.
Te diría que sólo te recuerdo sonriendo y midiendo las asimetrías de mi rostro divertido ante sus imperfecciones, deteniéndote en mis ojos para besar los párpados.
Te diría que olvidé los momentos amargos y desagradables. Mi indolencia ante tus ausencias y tu insistente búsqueda de algo a lo que aferrarte, tus deslices compulsivos aprovechando mis despistes, llegando al punto de poner en mis narices lo que yo no tenía interés en ver. Porque querer significarlo todo para una persona es casi como querer que nunca oscurezca y porque los celos nunca han sido cute ni alimentan nada que no tenga apetito por sí mismo.
Te diría que lamento no haber estado nunca en tu mismo canal y en insistir cambiar el rumbo de una discusión o en apagar los reclamos con el control remoto de mi huída. Me declaro culpable por no tener el suficiente entusiasmo para acorralarte y asfixiarte como estoy seguro hubieras deseado, por que para ti el amor es una opera sin acto intermedio.
Te diría que lamento haberme tragado mis palabras al volver contigo: no una, sino varias veces, pero yo necesito de intermedios y hay secuelas en la vida que valen la pena, hasta que ya no.
Te diría que te extraño... pero sería confundir sentimiento con déjà vu.
Te diría que sólo te recuerdo sonriendo y midiendo las asimetrías de mi rostro divertido ante sus imperfecciones, deteniéndote en mis ojos para besar los párpados.
Te diría que olvidé los momentos amargos y desagradables. Mi indolencia ante tus ausencias y tu insistente búsqueda de algo a lo que aferrarte, tus deslices compulsivos aprovechando mis despistes, llegando al punto de poner en mis narices lo que yo no tenía interés en ver. Porque querer significarlo todo para una persona es casi como querer que nunca oscurezca y porque los celos nunca han sido cute ni alimentan nada que no tenga apetito por sí mismo.
Te diría que lamento no haber estado nunca en tu mismo canal y en insistir cambiar el rumbo de una discusión o en apagar los reclamos con el control remoto de mi huída. Me declaro culpable por no tener el suficiente entusiasmo para acorralarte y asfixiarte como estoy seguro hubieras deseado, por que para ti el amor es una opera sin acto intermedio.
Te diría que lamento haberme tragado mis palabras al volver contigo: no una, sino varias veces, pero yo necesito de intermedios y hay secuelas en la vida que valen la pena, hasta que ya no.
Te diría que te extraño... pero sería confundir sentimiento con déjà vu.
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