Proféticamente llamada "Islas Malvinas", una secuandaria ubicada en una provincia argentina fue testigo de un hecho sin precedentes, según dicen los rotativos, en la historia de violencia del país.
Un alumno de 15 años entró en su salón de clases y disparó contra sus compañeros, matando a 3 y dejando herido a otro bonche.
..."en este chico no había antecedentes de conducta que hiciera predecir esta actitud. Era un chico tímido, al que le costaba integrarse, pero nunca había tenido actitudes violentas", dice uno de los empleados del plantel. Según esta lógica el lepe debía traer en la frente un letrero que dijera P E L I G R O.
Justo acabo de ver el fin de semana la película "Elephant", de Gus Van Sant y me sorprendió la belleza de las imágenes y lo ominoso de la pulcritud norteamericana que se presenta en la película.
El año pasado, "Bowling for Columbine" resultó un descubrimiento muy interesante para quienes piensan que no hay al interior de USA una corriente crítica de la situación actual de ese país. Michael Moore, con todo y su estrellismo delirante, ha puesto el dedo en la llaga con ese documental y con "Fahrenheit 9/11".
Pero aún así, uno no deja de preguntarse cómo es que alguien se levanta una mañana y decide cumplir la fantasía de eliminar a todo aquel que le disgusta, le estorba o le inquieta.
La sensación yo la he sentido más de una vez pero no quisiera saber donde está ese switch que te lleva a considerar ese flashazo de rabia como la razón suficiente para acabar con todo aquello que te molesta a punta de pistola. De seguro está muy cerca del switch del suicida, pero el primero tiene un letrero que dice en letras góticas "El Infierno son los demás".
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