Decía un amigo que pensar que tu jefe es un pendejo era un síntoma de salud. Supongo que eso va también para las jefas que ahí se andan disputando el trono. Si no fuera por la misoginia tan inn, la competencia fuera pareja, pero como la vida no es pareja y yo tiendo a generalizar:
Todos los jefes y jefas son unos pendejos, y los míos más...
A jugar a ver quién tiene el jefe más pendejo, pero no se vale trabajar en el gobierno, eso ya sería mucha ventaja. La burocracia es la apoteosis de la pendejez. pero les envidio sus vacaciones.
Si ver a tu jefe como un pendejo es señal de salud, no nos caería mal de vez en cuando un resfriado.
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