Pues no sé si será señal de madurez o de resignación, pero viendo la película "Closer" mis peregrinas expectativas amorosas se hicieron añicos.
Ya sé que es sólo una película, pero también las películas hablan de la realidad y sale más barato un boleto del cine (miércoles del perro, por ejemplo) que comprarte una vida.
Lets face it. Será difícil tener la cara de Jude Law o Clive Owen, ya no digamos la de Natalie Portman o Julia Roberts (ahí sí yo paso, eso de tener boca de bagre y nariz de pinocho y hacer una franquicia de eso, sólo en jolibud, aunque su hermano eric no está nada mal pero ese no tiene ni papel secundario).
También aceptémoslo, no viviremos jamás en Londres, en apartamentos de lujo, con grandes espacios y mobiliario cool o tal vez ni siquiera en la versión pobre donde vive Jude Law.
Ojalá, aquí si soy cándido, algún día podamos verbalizar nuestros sentimientos con la agudeza y precisión con que estos personajes se hablan unos a otros.
Aunque sea sólo para hacernos la vida imposible, la inteligencia es algo que siempre se agradece.
Pero aunque no seamos así de guapos y fotogénicos, ni vivamos en Londres ni seamos tan buenos para expresarnos, tenemos la virtual certeza de que somos capaces de ser así o más mezquinos, retorcidos y perversos en los asuntos del amor.
¿Cuántas veces no hemos callado el reclamo urgente para usarlo en el momento que más nos convenga?
¿Cuántas veces no hemos dejado que la inercia se vuelva un monstruo que termina por devorarnos?
¿Cuántas veces no hemos anhelado algo mejor de lo que tenemos para luego extrañar lo que tanto menospreciamos?
O para ser más precisos...¿Cuántas veces no hemos hecho uso impune de la verdad para hacer daño con la bandera de la honestidad?
A veces me pregunto si la mentira debería tener mejor reputación.
10 comentarios:
Manuel, eres increíblemente sincero. ?Si te pido, por favor, que seas un poquitín hipócrita? Un personaje de una novela que yo escribí dice: "descubrí que la sinceridad, contrario a lo que se acostumbra enseñarnos, no siempre es una virtud". En otra parte también dice: "Pensé, nuevamente, que la sinceridad hería más que la hipocresía a las personas que queremos, y que ese daño podría ser más profundo que el que ocasiona un látigo, una soga, una sierra o un bisturí sin la ayuda de anestésicos". Myriam López Uruchurtu.
Pos voy a intentar, ¿bueeno?
Estoy de acuerdo que esa sinceridad que mencionas no es necesariamente una virtud, eso lo tengo claro desde hace mucho, pero la hipocresía es más elaborada y teatral y yo soy más bien anti-artificio, pero eso no quiere decir que no pueda aprender.
Lo que pasa es que el ducto que va de mi cerebro a mi lengua no tiene un buen filtro y sale en su estado bruto, generalmente si no quiero meterme en problemas cierro la llave y mejor no digo nada y sólo se escucha el grillo...cri-cri...cri-cri
No, Manuel. Para escribir no seas hipócrita. Creo que el gran valor de lo que escribes, y por eso me considero adicta a tu blog, es precisamente por esa mirada desacomodada siempre, impertinente, incómoda. No necesitamos más comodidad de la que nos da la gente que requiere la hipocresía para sobrevivir en el mundo; o por lo menos, no entramos a tu blog para encontrarnos con ella, sino para escapar y respirar esos olores que se ocultan en el mundo con un buen aerosol aroma "Potpurri". MAM.
Manuel, lo de la hipocresía obviamente era una broma. Desde luego, yo te leo por las mismas razones que menciona MAM. Querido, gracias. Myriam López U.
Con esas cosas no se bromea, Señora Uruchurtu.
¿Y qué pasaría si toda mi supuesta sinceridad no fuera más que una gran mentira, un artificio de buble gum?
Gracias por sus comments, me reconfortan sus atenciones y sus comentarios enriquece mucho mi universo. Los quiero (¿estoy aprendiendo?)
Mmm... Sigue pareciendo algo desacomodado. :P (MAM)
Nop, te escuchaste falso, mejor sigue como siempre.
Besos.
Bueno, Sólo por que me debo a mi público, como toda estrella del pop-oh!
Desde Alamos: cri-cri...cri-cri...cri-cri... (J.A)
¿Quién es ese que anda ahí? Es cri-cri (mmh...ya no le hago a eso, sólo cuando quiero adelgazar)
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