lunes, diciembre 13, 2004

America is not the world...

Pues no. Y qué suerte tenemos de que esto sea cada vez más cierto.
Mientras más franquicias se abren en todo el mundo, de preferencia frente a lugares arqueológicos, para mayor disgusto de nuestros antespasados. Ahora, cuando vayamos a las ruinas de Teotihuacán aparte del hermoso paisaje de lo que queda del Valle, podremos también ver no tan lejos el letrerito del Wal-Mart, que de seguro significó el buen aguinaldo de algún inefable funcionario público.

En fin. Este fin de semana me fui a Phoenix, Arizona, para ayudar un poco a sanear la pobre economía norteamericana.

Camionazo Hermosillo-Phoenix. Sorry nalgas, les tocó trabajar en lo que menos les gusta pero que igual para eso son también.
Casi ocho horas de camino, con el agregado de que un supremacista ario me negó el permiso porque quería saber cuánto pagaba de luz y no pudo sorportar que le dijera que no cargo nunca efectivo desde que se inventaron las tarjetas. Heeelloooou??!!

El caso es que me valió y me fui sin permiso de internación, con el riesgo de perder mi visa pero conservando íntegra mi dignidad, que cada vez se resiste más a seguir haciendo su trabajo.
Lo primero que hice al llegar fue cambiar un poco de dinero en Western Union!, los atracadores más impunes de las divisas hispanas en Estados Unidos. No mames $700 pesos por 44 dolares. Ni como ayudarlos, comunidad indocumentada: asalto en despoblado a donde quiera que vayan, con la virgencita de testigo: Lupe tiene un marcapasos.
En fin, llegaron por nosotros, desayunamos ligero para no ir sobrecargados a la jornada maratónica de shopping en el Skatedale Fashion Center o algo así: enorme mall que, sin embargo no supera los del DF o Guadalajara, menos los de San Diego.
Yo, como buen previsor, dejé guardada la conciencia social y me sumergí en el consumismo con la misma disposición con la que entro a un dark room... es decir, tanteando pero sin sucumbir al primer jalón.

Lástima de escrúpulos, porque termino siendo siempre cheap-date: que si una chaqueta vintage con 50 por ciento de descuento, el sweter que hace juego, los jeans que te hacen mejor culo, los zapatos que nunca encontraste a tu gusto y al final de la jornada preguntándote en qué momento dejaste de pensar en ti para comprar algún regalo navideño para algun miembro de tu familia. Oops! I did it again!
Como siempre, terminas cargando un montón de bolsas que pesan generalmente más que tu complejo de culpa. Ni como ayudarme.

Comida Mongol, fabulosa porque te conviertes en tu propio chef. Comida árabe, interesante porque te acuerdas de ella tres días seguidos. El humus es riquísimo, pero las pitas no tienen madre y son casi tan buenas como sus homónimos masculinos.

No pisteamos mucho ni salimos de cacería porque el consumismo nos dejó sin energías, otra ocasión será. De lo que se perdieron arizonos, les debemos una.

Llego el domingo en la noche a la casa con un cansancio que parecen dos, y dos bolsas donde cabe todo lo que compré, que en realidad no fue mucho.
No importa el dinero que gastes, el consumismo es un viaje de ida y vuelta que te desgasta por la densidad de un estilo de vida, de un país y una gente que consideras cada vez más amenazante y hueca de la que sólo escuchas estas rubias palabras:

-Did you find everything you need, Sir?
Y yo pensando:
-I just realize that you have nothing, cheap or not, to fill my needs.
Osea, tenkiu-bai!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ah pinche manuelo tan...

jeje

Mercedes dijo...

Y dime donde demonios puede encontrarse uno un pantalon de esos????

Manuel dijo...

tan qué anonymous? tan qué no sea culón y poonga su nombre o de perdida termine la frase!

Hablando de culos, Ara, los venden en cualquier tienda que vayas. En realidad lo que pasa es que los espejos están truqueados muchas veces para que te veas buanísimo pero luego te lo pones en la vida real y se te ve de la chingada, pero yo para prevenir me compré también el espejo, no vaya a ser que mi espejismo se evapore cruzando el río. Deberías probar-

Mercedes dijo...

Muchas gracias Manuel pero tambien tendria que recurrir a ponerle a mi esposillo ojos de ese espejo, (ahh! que pinches gringos que piensan en todo)porque desde que me case aparte de perder la razon, tambien perdi el trasero.
En cuanto a los anonimos pasa algo muy extraño, haya con la Sylvia hay uno que quiere conocerla pero pienso igual que tu: porque no poner el nombre.Asi todos nos enteramos del chisme completo.
Bye y gracias por el consejo.