martes, febrero 08, 2005

Apple bite...

Don´t be tempted by the shiny apple
don´t you eat of a bitter fruit...

T. Chapman
La familia es el virus más persistente en la naturaleza.
Al instinto reproductor no hay perversión pagana que lo pare.
Porque las parejas paren y paren y el mundo se convierte en un enorme parque de diversiones, donde el que mece la cuna no sabe que hacer con la plaga que él mismo provocó.
No hay condones, pastillas ni abortos que paren esta avalancha.
Ya desde hace mucho que el matrimonio dejó de ser el trámite obligatorio para procrear.
El virus mutó y las madres solteras se sienten orgullosas de preservar una tradición que las excluye para unas cosas, pero para otras les suelta una lista de obligaciones que tienen que cargar del lado contrario que el engendro para equilibrar el peso de la empresa.
El pecado original no es una mordida en una manzana, asuzada por una serpiente (ay, los simbolismos critianos!), es la manera en que la digirió Evita, en lugar de cagarla la parió. Y literalmente, la cagó.
Yo sé, sin ese pequeño paso para el hombre pero gran paso para la humanidad, tal vez no estaríamos aquí, pero yo cuando menos me hubiera esperado a que descubrieran la clonación.
Ustedes, no?

Y el sexo dirían. El sexo es un muy buen chiste.
Anoche me reí tanto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Te reíste anoche? ¿Ves? Funciona escribir sobre camas frías y democráticas.
Con tu texto recordé un Congreso en el que participé donde la pregunta era: ¿Qué razones verdaderas tenemos para procrear? ¡Menuda discusión! No encontrábamos. Y eso que había un sacerdote que era catedrático de Bio-Etica en Barcelona. Hasta que un maestro de Filosofía y Ética en la Complutense dijo: El amor benevolente. Y como pocos conocen ese tipo de amor, pues se lo aceptamos. De seguro si existe algo como eso, puede que valga la pena procrear. (MAM)

Mercedes dijo...

Te reiste anoche, ba, yo hace rato que ni sonrio.

Anónimo dijo...

Hay manuelit@!! usted siempre tan golos@...jeje

Manuel dijo...

Yo creo firmemente que para procrear hay que ser de a tiro o muy ingenuo o muy irresponsable. O de a tiro tener muy mala leche...
No sé si ese tipo de amor exista, o si sea autoengaño.

Anónimo dijo...

Existe, créemelo. Sin asomo de cursilería, existe.

Y yo tengo la prueba :D

Med