(No es un post de superación personal, ¿o sí?)
Está a punto de acabarse mi hora de comida.
Todavía traigo granos de elote entre los dientes y un calor repentino me asalta.
Llego a la oficina de Telégrafos donde hubo un tiempo un detallito de 1.90 que me llamaba a Tijuana cuado todavía no se acababa el siglo pasado.
Hay una fila como de 4 personas y eso me reconforta.
Mi comfort no dura mucho, dura más el cajero de sonrisa amable y parsimonia de monje budista.
Más de 15 minutos esperando para cuando llegue mi turno me dice:
-¿Cuál es su número de cliente?
Yo, pues eso debería saberlo usted que es el que está prestando el servicio, ¿no?
Pues no. Resulta que tengo que registrarme como en cualquier sitio de internet de encuentros románticos.
-Pase a la ventanilla para que le tomen sus datos y le den su número de cliente.
Me siento como judío en campo de concentración a punto de ser reducido a unos cuantos dígitos.
-Ya que lo tenga, venga conmigo directamente sin hacer cola.
Faltaba más pienso en lo que mis ojos ven al cielo con un gesto de piedad.
Suelto todos mis datos con credencial de por medio y un papelito donde dice que sí puedo mandar dinero por ese medio. Inédito, ni los bancos te piden identificación para hacer un depósito.
Regreso con el amable cajero que ve mis datos y me empieza a preguntar por mi profesión y el tipo de trabajo que hago.
Si el tipo fuera guapo pensaría que me está tirando la onda.
-¿Cuánto va a enviar?
-Tanto.
-Le va a hablar para que lo cobre, ¿no?
-Sí.
-Entonces le sale más barato a lista de correo, le pasa el numero y él lo cobra en cualquier oficina de correos con una identificación.
-Ok.
-¿Algún mensaje?
Me gustaría decirle que por el momento no puedo ayudarle con más, pero que espero le sirva, que yo también le quiero mucho, que a veces también le extraño aunque...(no, eso no es muy bueno leerlo en momentos de depre), que sigo teniendo su foto... que sólo me acuerdo de los mejores momentos...que si... fue por...
-Sólo REPORTATE.
-Aquí tiene.
-Gracias.
Salgo casi corriendo del edificio porque me esperan en el estacionamiento.
En el camino pienso en cómo el término eficiencia es tan relativo: El trato es muy bueno, pero todo te lo complican para una base de datos inútil que sólo te quita más tiempo del que pensabas invertir.
También pienso en la relatividad del término distancia.
Los silencios siguen habitándonos y cada vez me convenzo más de que es mejor así.
Hay un segundo lenguaje que es más eficiente y que la distancia hace más legible.
Qué guapos somos cuando callamos para dejar hablar al tiempo.
4 comentarios:
Que bonito es ese lenguaje llamado silencio, pero como duele a momentos. Este post me dejo callada y hasta me corrio una lagrimilla. Best post ever! ahora puedo decir...quiero brindar contigo el fin de semana.
Si es Beaujolai brindamos, si no NO.
Gracias, anónimo(a)
Dices algo así como: Si fuera guapo pensaría que me estaba tirando la onda.
Una parte de mí no deja de pensar: pos qué los feos no pueden tirar la onda o qué... digo, cosa distinta es decir si fuera guapo estaría bien que me tirara la onda...
Y tienes razón (you are not surprised, are you?): hay silencios que hay que dejar que nos habiten...
No es eso. Dejame me explico.
Si fuera guapo y me gustara interpretaría su amabilidad como flirteo, pero como no lo es, mejor me hago el desentendido y lo interpreto como simple amabilidad.
Soy irremediablemente polite, pues...
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