viernes, noviembre 19, 2004

Irish blood, mexican heart

This I’m made of
There is no one on earth
I’m afraid of
And no regime
Can buy or sell me

Mdme. Morrisey

-Are you Irish?
Me preguntó el pobre gringo ya juntos en la celda.
-Guai du yu askmi dat? (mi pronunciación de reo efímero)
Ambos nos acordamos del reciente trámite humillatorio que habíamos pasado en nuestro ingreso en los deparos de la 20 (Tijuana, 2000).
Después de pasearnos un buen rato por los lugares menos nice de Tijuana (es decir, nomás no pasamos por Torres de Agua Caliente), rodeados de homlesses, drogadictos y vestidas, llegamos a los deparos de la línea.
Luego nos llevaron con el juez calificador, que es la metáfora cristalizada de la justicia mexicana. No te perdonan que no los trates de usted y que les sostengas la mirada, sobre todo cuando se lee en esa mirada un chingatumadre con todas sus letras.
No sabrán escribir un oficio correctamente, pero para leerte la mirada son eficientísimos.

El caso es que como no traíamos para pagar la multa nos mandan a los deparos. Ahí, en grupos de cinco en cinco hicimos nuestro estriptís ante unos sinaloenses de muy buen ver. Aunque en ese momento los vistos eramos nosotros.
-Agáchensen. Nos dijeron.
Aquí el que no había perdido ya perdió, pensé yo.
Pero no pasó de ahí y de uno que otro olor de hazte p'allá.

El gringo y yo eramos los unicos weritos, así que nos mandaron a la misma celda.
No estaba mal el aterrorizado norteamericano, pero si me hubieran dado a escoger, hubiera preferido que me pusieran con un cholito fabuloso que había llegado con nosotros.
Digo, si no me mata igual y terminamos enamorados.
Ni pedo, la justicia no cumple antojos, pero sí enderaza jorobados.

-I just saw your bush back there... It seems like you have Irish blood.
-Ou, now ai get yiu... ai donnóu. Meibi.

I saw you back there too & you certainly don´t have black blood, pensé yo (cuando pienso nomás tengo mejor acento).

Escuché su historia: que los policías lo sacaron de un cajero y le habían querido sacar dinero y como no pudieron se lo llevaron.
Después me quedó claro que lo habían visto salir pedo de un bar gay y dijeron a este gringo joto lo exprimimos, pero como no había nada que exprimir lo subieron para completar la cuota de detenidos que yo ayudé a completar.

-Why did they bring you here?, preguntó Bryan (creo que era su nombre, pero da igual)
-'cos dey´r crap, an ai toldem dat aotlaud.

Por la virgencita que era cierto.
Me detuvieron porque caminaba en la madrugada por el centro con la cabeza recién rapada y después de auscultarme y hacerme preguntas de lo más estúpidas me hicieron encabronar y si dios existe tengo que agradecerle que no me dieran en la madre, porque a las dos semanas un muchacho al que habían detenido arbitrariamente amaneció muerto en una de las celdas, quesque por bocón.

A las seis de la mañana pasó el Oscarín por mi y pagó mi multa y la del gringo (me dio lástima).
Cuando salimos casi nos besa los piés y dijo en su inglés angelino que ese día volvía a creer en la humanidad.

OK -le dije yo- just pay me back.
Me pagó, me dió sus datos y medio se me insinuó.
You just can´t help it, do you?, pensé yo.

Vive en Los Angeles, es aspirante a actor (really?)y no sé que más, pero lo que me pudre es que de seguro votó por Bush.
Debí haberlo dejado que se convitiera en alimento para pollos, pero me ganó mi mexican heart.

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