viernes, noviembre 12, 2004

La zorra no se ve la cola

Aún no terminan de contar sus votos pro-corporativistas y ya los gringos levantan su voz para censurar todo lo que huela a progresismo, como si eso en realidad equivaliera a demócrata, en el sentido partidista de la palabra.

El objetivo ahora está puesto en "Kinsey", la nueva película de Bill Condon (Gods & Monters). Resulta que un grupo de ultraderecha está organizando toda una campaña para boicotear la proyección de la película basada en la vida del investigador Alfred Kinsey, cuyo trabajo sobre el coportamiento sexual de los hombres de los cuarentas significó un parteaguas en el estudio del comportamiento humano.

El caballito de batalla del clan de los idiotas es, desde hace rato, la pedofilia. Según ellos el autor, al que de seguro ni se han tomado la molestia de leer, promovía el sexo con menores. Como si en realidad necesitara promoción. How stupid can they be?

Como han visto que atacar por razones de orientación sexual o prácticas heterodoxas que cada vez escandalizan menos, ahora la pedofilia es el comodín ideal de los ultras, que tienen una fascinación más que sospechosa con el tema.

Si ya nadie se cae pa´trás porque fulanito/a con ideas que contradicen los evangelios es homosexual, entonces hay que apelar al sentimentalismo más primitivo acusándole de abusador de menores para que no crean que esa es una franquicia exclusiva de la iglesia católica, misma que cada vez tiene menos que vender para pagar todos los arreglos extrajudiciales que han tenido que hacer para contener, a fuerza de pudor y dinero, la cloaca de los curas que no alcanzan a cubrir con la sotana la larga cola que tienen para pisarles.

Dejad que los niños se acerquen a ti, que al cabo el que duerme con niños amanece mojado.

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