lunes, abril 18, 2005

Epifanía de Mónaco

Anoche, entre el delirio del alcohol y mi ataque bulímico (no se lo puede dejar uno todo a las lipos) tuve una epifanía.
En lo que termino de vomitar, abro los ojos y sale del escusado una luz brillante y multicolor, como de discomóvil, y aparece Cher, la madre de Dios.
-¿Acaso no eres el más pequeño de mis hijos?, me dice en un español parecido al de Madonna en la Isla Bonita.
-No sé si el más pequeño, pero tampoco el más pendejo, así que prefiero que me hables en inglés. No me quemé las pestañas en los mejores colegios (ja!) para que me vengas con condescendencias.
-Por lo visto también eres el más hocicón.
-Whatever. ¿Se puede saber a qué debo el honor?
-Me enteré de tu nuevo negocio y vengo a reclamar lo que me corresponde.
-Excuse me?
-Tengo registrado desde hace más de 20 años el negocio de las tandas plásticas y no voy a permitir que cualquier advenedizo se aproveche sin pagar derechos de franquicia.
-Yo que pensé que me venías a anunciar la llegada del juicio final o el regreso del hijo pródigo y me sales con una mala imitación de Vito Corleone.
-¿Pensabas que te ibas a salir con la tuya? No puedes negar la existencia de un ser supremo, hacer y deshacer sin rendir cuentas.
-Agradecida deberías estar, que gracias a mi iniciativa totalmente desinteresada vamos a crear seres a tu imagen y semejanza.
No habrá estría o celulitis que torture a ser humano sobre la tierra.
-No me vengas con rollos mesiánicos, que no me chupo el dedo. Lo único que quieres es sacar provecho de la situación y estoy de acuerdo con eso, pero tienes que pagar comisión.
-La compasión empieza por casa, uno tiene derecho a hacer el bien y si de paso el bien le alcanza a uno, mucho que mejor.
-La última que quiso salirse el guacal fue la Jackson y ya ves cómo le está yendo. No sólo le quité la nariz, sino le saqué a orear todas las sábanas meadas y dejé que todo cayera por su propio peso. No le perdono todavía que tenga mejor alaciado que yo, se merece la pena capital y no descansaré hasta que lo quemen en la hoguera.
-Oye, temo informarte que esa práctica está en desuso hace un buen rato. Se nota que entre faciales y masajes no te enteras de nada.
Por cierto, para ser contemporánea de Torquemada no luces nada mal, ese mérito no te lo puedo quitar.
-Pásate de listo y te quedas sin prótesis anal.
-Mea culpa. Perdóname Cher, madre de Dios, ruega por nosotros los deudores, ahora y en la hora de...
-Ya bájale, que no soporto a las beatas. Te voy a decir lo que vamos a hacer. De todas las cundinas que vas a hacer me vas a guardar el primer número, tu te puedes quedar con el segundo y ahí repartes los demás. Necesito pómulos nuevos, mentón y barbilla, caderas (apartado el número 2 para la mamá de Baby Killer), tetas y juanetes, que están de vuelta los tacones del quince y esos sólo se sostienen un unos juanetes respetables.
-Mhhh. ¿Entonces mi lipo tendrá que esperar?
-Al paso que vas, con esa bulimia y el alcohol que consumes no la vas a necesitar.
-...
-Yo sé que lo que te preocupa es cómo se te va a poner el cutis con la bulimia y eso, pero vé que bonita piel le quedó a Terri Sciavo.
-...
-No pongas esa cara. Be strong...
-Strong enough?...

Si no me hubiera desmayado hubiera tenido que soportar la remezcla número equis de esa inefable canción, pero mi epifanía terminó al mismo tiempo que mi espíritu emprendedor vía tandas samaritanas.
¡No hay manera!

5 comentarios:

Madame X. dijo...

¡¡¡Marvelous!!! Eso sí, prepárese para el ataque de las hordas catolico-integristas.

Manuel dijo...

Nada puede ser peor que la ira de los dioses de verdad, como Santa Cher.
Estoy curado de espantos, baby.
Merci.

Anónimo dijo...

Santa Cher ya hizo de la suyas o por lo menos, ya inhabilitaron a San Serrano Limón.

Miguel dijo...

Can somebody translate this?

I'm sure there's a hidden message, but I haven't had my own epiphany yet.

I suspect there's more not being said than is being typed.

...Well there's a hunger in my veins
And it's driving me insane
So won't you help me
So won't you help me...

Manuel dijo...

What part you didn't understand, Miguel.
There's not much to put in words when a miracle happens.