sábado, abril 30, 2005

Carbofóbico

Lo último no es la homofobia, lesbofobia, xenofobia (bueno esa sigue bastante vigente si checa uno los diarios), heterofobia y un largo etcétera de fobias pa llenar un album gordísimo.
No, lo último es la Carbofobia: Fobia a los carbohidratos.
Y funciona igual que las otras, uno los odia porque en el fondo los ama y no puede vivir sin ellos.
Anoche -por ejemplo- en la cena me di el lujo de ordenar una lasagna vegetariana con ensalada y -perdónenme la vida. por favor- pedí postre.
No sólo pedí postre sino que pedí Brownie con nieve.
Sé que me merezco la hoguera por ese menú pagano, pero fue un arrebato que no pude reprimir, un delirio en el que casi muerdo el plato.
Hoy tengo la resaca del azúcar y los hidratos de carbono, una sed persistente y un sentimiento de culpa que me punza sobre todo en la cintura.
Me soñé como Lara Flyn Boyle, cuando condujo "Saturday Night Live" y le pusieron un pedazo de pizza incrustado en el estómago y una dona en la cintura.
Así me he sentido desde anoche, que al parecer abrí una compuerta que no tengo manera de cerrar: todo lo que quiero para el desayuno es pay de queso, flan, pastel de zanahoria (arrebato altermundista), chocoflan y mejor le paro porque estoy babeando.
Estoy tan triste como Mariah Carey cuando vio a los niños de Somalia y no pudo contener las lágrimas por lo injusta que es la vida: con lo que cuida ella su alimentación y no logra estar tan delgada como esos niños de piel oscura y ojos brillantes.

La conciencia social, al parecer, viene en un paquete de Louis Vuitton.
Mientras tanto, en lo que el comercio justo llega a América, yo espero que mi dietista y mi psiquiatra se muden al mismo edificio.

3 comentarios:

sylvíssima dijo...

Yo hace poco escuché hablar de la metrofobia...

Manuel dijo...

...y del optimismo también.

Gentho dijo...

Hola amigo. Muy interesante blog, debes ir a free cognition, pienso que tu vas a gustarle