El año 2006 fue el del ya merito, donde posiciones antes inamovibles fueron puestas a temblar por sus opuestos sin que se modificaran significativamente los rumbos. El presidente Bush tuvo su primer revés al perder la mayoría que ostentaba el partido republicano y, mientras más renuente se muestra el tejano a modificar su política bélica, más grande es la generosidad de las celebridades de su país, adoptando niños camboyanos, africanos y todo lo que pueda generar capital mediático.
Si Angelina Jolie es una Madre Teresa con mejor cutis, ¿por qué Madonna no puede ser el próximo Mesías en peróxido y mallas de lycra? Si Pamela Anderson entrada en años sigue los pasos de Briggite Bardot en su defensa de los animales, ¿por qué Ricky Martin no puede ser la Némesis del Rey Herodes y dejar que los niños se acerquen a él?
En México, la derecha a duras penas mantuvo el poder (se tambaleó ante Andrés Manuel López Obrador) y dejó claro que quien manda en esta mala imitación de democracia son los medios de comunicación. Los partidos han salido del clóset como nepotistas agencias de empleo y El Teletón fungió de nuevo como expiación de culpas corporativas y particulares, confundiendo buena voluntad con despiste ideológico mal musicalizado.
En Venezuela sucedió lo mismo, pero al revés: la oposición se soñó derrotando a Hugo Chávez por la vía electoral, prometiendo a los pobres su ascenso en sociedad, cuando para ellos la palmadita en la espalda y la demagogia de su líder parecen ser suficientes. Eso sí, tuvieron en Alicia Machado a la primer Miss Universo desnuda en la popular revista Playboy.
Fidel Castro da muestras de maestría en el manejo de la tensión dramática al tener al mundo pendiente de su estado de salud: la crónica de una muerte temida por unos y anhelada por otros que, como aves de rapiña, esperan el festín de la Cuba sin Fidel.
Colombia renueva sus lazos matrimoniales con el polémico presidente Álvaro Uribe, mientras exporta una telenovela clonada en toda Latinoamérica, Estados Unidos y España: "Betty, la fea", la versión más dilatada, complaciente y globalizada del "Patito Feo" de Hans Christian Andersen.
El brillo de Michel Bachelet fue opacado no sólo por la oportuna muerte del ex-dictador Augusto Pinochet, sino por la represión de la mandataria a las protestas estudiantiles que hicieron recordar esa época oscura de Chile que, desde hace rato han querido barrer bajo la alfombra para no empañar la bonanza económica.
Este fue el año de un continente bipolar, de utopías dándose contra la pared, del miedo propagado como virus paralizante donde quienes pueden costearse el lujo de la frivolidad se aferran a ella como a una balsa y donde la globalización evidencia la profunda desigualdad ejemplificada en la delgada imagen por televisión de un niño africano, al lado de una Nicole Richie con los medios masivos como sus weight-watchers particulares.
sábado, diciembre 30, 2006
martes, diciembre 26, 2006
Corsé
Navidad es un trámite tan forzado como corsé victoriano y más cursi que los encajes combinados con perlas (falsas porsu). Señora, señor, si no tiene usted un mejor pretexto para gastarse lo que no tiene es momento de iniciarse en el menos decepcionante y siempre vigente mundo de las drogas (y no me refiero a las tarjetas de crédito). Al menos éste no necesita tanta decoración y big news!, el foco es ecofriendly: no necesita energía eléctrica.
Y si lo suyo es un pretexto para la sensiblería, pues escriba poemas y pensamientos y luego mándelos a concurso pa’que aproveche el presupuestazo que el ilustre Consejo de Cultura ha designado para gente tan sensible como asté.
O ya si de plano hace mucho que no ve a su familia, le informo que hay un aparatito que se llama cámara fotográfica que le evita a usted soportar malos alientos, porque malas caras no hay manera. Piénselo bien, y si de plano lo suyo es la tragadera y su carbofilia pues a eso también ayudan las drogas sintéticas.
'Ora que si lo suyo son los gorros rojos y los villancicos, debí advertirle desde un inicio pa’que no siguiera leyendo: ¡Ni como ayudarlos sin de colmo tienen el disco de Luis Miguel!
Y si lo suyo es un pretexto para la sensiblería, pues escriba poemas y pensamientos y luego mándelos a concurso pa’que aproveche el presupuestazo que el ilustre Consejo de Cultura ha designado para gente tan sensible como asté.
O ya si de plano hace mucho que no ve a su familia, le informo que hay un aparatito que se llama cámara fotográfica que le evita a usted soportar malos alientos, porque malas caras no hay manera. Piénselo bien, y si de plano lo suyo es la tragadera y su carbofilia pues a eso también ayudan las drogas sintéticas.
'Ora que si lo suyo son los gorros rojos y los villancicos, debí advertirle desde un inicio pa’que no siguiera leyendo: ¡Ni como ayudarlos sin de colmo tienen el disco de Luis Miguel!
martes, diciembre 19, 2006
Aquí debería haber un epitafio...
...y todo lo que hay es un villancico.
Él aprendió que era mejor pagar que dar las gracias. Cada vez que algún muchacho le miraba asombrado -o indignado- por sus urgencias, sacaba un billete que hacía levantar aún más la ceja del incauto. A veces funcionaba, pero le sorprendía que este mundo supuestamente tan materialista tuviera esa mirada acusadora cada vez que ofrecía dinero a cambio de un vistazo a unos genitales jóvenes y, si acaso, un poco de contacto físico. No mucho, que su cuerpo no estaba para esos trotes.
Tenía la sensación que su libido tenía mucho tiempo atrapada en ese costal de huesos a punto de romperse, pero tampoco tenía tiempo de lamentarse demasiado y nunca como ahora agradecía el buen estado de su visión, aunque a su memoria jugaba a ignorarla. Las escenas de su matrimonio y sus hijos las ponía on hold mientras en el mingitorio estaba a la caza de esas vergas que en su juventud fueron la encarnación venosa del demonio, pero que ahora necesitaba casi tanto como el bastón para sostenerse en pie.
Su edad, su bastón y la dignidad con la que aprendió a vestir su vejez lo ayudaba para evitarse problemas con la gente de seguridad, que incluso cuando lo llegaban a ver hincado y sumergido en una bragueta lo dejaban en paz, como si la idea de un abuelo en ese tipo de prácticas sexuales fuera inconcebible y hacerse de la vista gorda equivalía a ayudarle a cruzar una calle congestionada.
Esa invisibilidad, que al principio le incomodó, empezó a agradarle. Sólo evitaba compararla con la muerte y cuando esa idea se colaba por su mente se decía a sí mismo con una sonrisa desdentada: los muertos no toman leche.
Él aprendió a hacer blanca su navidad.
Él aprendió que era mejor pagar que dar las gracias. Cada vez que algún muchacho le miraba asombrado -o indignado- por sus urgencias, sacaba un billete que hacía levantar aún más la ceja del incauto. A veces funcionaba, pero le sorprendía que este mundo supuestamente tan materialista tuviera esa mirada acusadora cada vez que ofrecía dinero a cambio de un vistazo a unos genitales jóvenes y, si acaso, un poco de contacto físico. No mucho, que su cuerpo no estaba para esos trotes.
Tenía la sensación que su libido tenía mucho tiempo atrapada en ese costal de huesos a punto de romperse, pero tampoco tenía tiempo de lamentarse demasiado y nunca como ahora agradecía el buen estado de su visión, aunque a su memoria jugaba a ignorarla. Las escenas de su matrimonio y sus hijos las ponía on hold mientras en el mingitorio estaba a la caza de esas vergas que en su juventud fueron la encarnación venosa del demonio, pero que ahora necesitaba casi tanto como el bastón para sostenerse en pie.
Su edad, su bastón y la dignidad con la que aprendió a vestir su vejez lo ayudaba para evitarse problemas con la gente de seguridad, que incluso cuando lo llegaban a ver hincado y sumergido en una bragueta lo dejaban en paz, como si la idea de un abuelo en ese tipo de prácticas sexuales fuera inconcebible y hacerse de la vista gorda equivalía a ayudarle a cruzar una calle congestionada.
Esa invisibilidad, que al principio le incomodó, empezó a agradarle. Sólo evitaba compararla con la muerte y cuando esa idea se colaba por su mente se decía a sí mismo con una sonrisa desdentada: los muertos no toman leche.
Él aprendió a hacer blanca su navidad.
jueves, diciembre 14, 2006
¡Sereeeno, moreno!
¿Cuántos sueños tendrá uno cuando duerme más de diez horas continuas? Supongo que muchos, que luego con suerte recordaremos como si fuera uno. Anoche tuve el tiempo para soñar mi vida pasada y futura, porque tengo la idea que la presente tiene contrato de exclusividad con la conciencia.
Me soñé en una fiesta de esas que se cocinan en estas épocas, alguna posada (de esas abundan) o fiesta de año nuevo, estaba con un grupo de amigos platicando cuando volteo hacia un grupo que está al fondo del salón y veo una sonrisa más que conocida pero bastante improbable de encontrarme por estos lares. Aunque pensándolo bien, no ubico bien el lugar donde se desarrolla la fiesta, pero el caso es que al que diviso es mi ex, un personaje ya descartado en el casting de mi vida haciendo una aparición especial, por inesperada.
Obvio que, recuperado de la sorpresa, lo saludo con gusto, para inmediatamente después verlo sentado frente a mi con unos moretones en la cara medio extraños, una mirada extraviada y un cinismo que, para que mi me incomode, debe ser olímpico. Le pregunto qué te pasó y me contesta -con ese hastío cuando reconoce mis sospechas- que es un tatuaje apenas en vías de sanar.
Las cosas han cambiado tanto que ahora mi ex se cree maorí y tiene un novio ídem, con su mismo complejo de Marilyn-libido-desbordada que trata de seducirme a mi y lo que se atraviese, supongo que para que no me lo tome personal. Los tríos pueden ser más desagradables cuando se trata de gente con las que has compartido más que fluidos corporales en el pasado, así que me alejo de la tentación como quien defiende ferozmente su virtud. Y me sentí ridículamente aliviado, más bien entre aliviado y decepcionado, como Maricruz cuando se enteró que el Poncho (el de ¡sereeeno, moreno!) no la había violado.
Me soñé en una fiesta de esas que se cocinan en estas épocas, alguna posada (de esas abundan) o fiesta de año nuevo, estaba con un grupo de amigos platicando cuando volteo hacia un grupo que está al fondo del salón y veo una sonrisa más que conocida pero bastante improbable de encontrarme por estos lares. Aunque pensándolo bien, no ubico bien el lugar donde se desarrolla la fiesta, pero el caso es que al que diviso es mi ex, un personaje ya descartado en el casting de mi vida haciendo una aparición especial, por inesperada.
Obvio que, recuperado de la sorpresa, lo saludo con gusto, para inmediatamente después verlo sentado frente a mi con unos moretones en la cara medio extraños, una mirada extraviada y un cinismo que, para que mi me incomode, debe ser olímpico. Le pregunto qué te pasó y me contesta -con ese hastío cuando reconoce mis sospechas- que es un tatuaje apenas en vías de sanar.
Las cosas han cambiado tanto que ahora mi ex se cree maorí y tiene un novio ídem, con su mismo complejo de Marilyn-libido-desbordada que trata de seducirme a mi y lo que se atraviese, supongo que para que no me lo tome personal. Los tríos pueden ser más desagradables cuando se trata de gente con las que has compartido más que fluidos corporales en el pasado, así que me alejo de la tentación como quien defiende ferozmente su virtud. Y me sentí ridículamente aliviado, más bien entre aliviado y decepcionado, como Maricruz cuando se enteró que el Poncho (el de ¡sereeeno, moreno!) no la había violado.
miércoles, diciembre 13, 2006
Basílico
Y demos gracias a dios y a la santísima virgen que no nacimos un 12 de diciembre en plena basílica de Guadapupe, porque muy a la El Diosero, nos llamaríamos Basílico Guadalupe. Y si a la virgencita, como es mujer therefore caprichosa, le da por aparecerse en un refrigerador o en un ladrillo, tendrá que llamarse uno Refriguadalupe o Ladrilupe si se le ocurre nacer con el timming puesto en la ridiculez. Son las prerrogativas de la fe o la necedad de una tradición que confunde -acertadamente- devoción con pintoresquismo.
¿Dónde estabas cuando las mañanitas a la virgen? Pues tan dormidísimo que ni me enteré, así que de penitencia caminaré con sendas pencas de nopal atadas a mis rodillas rumbo a la cantina, como buen mexicano que soy y que lleva los accidentes geográficos a extremos de épica kitsch.
¿Dónde estabas cuando las mañanitas a la virgen? Pues tan dormidísimo que ni me enteré, así que de penitencia caminaré con sendas pencas de nopal atadas a mis rodillas rumbo a la cantina, como buen mexicano que soy y que lleva los accidentes geográficos a extremos de épica kitsch.
lunes, diciembre 11, 2006
Obituarios rojos dot com
Este blog corre el riesgo de convertirse en uno de obituarios. Se muere Robert Altman, subo una semblanza de él. Se muere Raúl Velasco, subo un mala-lechoso perfil del ex patrón de la chacha más poderosa del medio del espectáculo. No he escrito nada de Valentín Elizalde porque sólo recuerdo su trompita de lepe regañado, porque esa voz irritantemente casposa nunca la soporté. Verlo a él equivale a ver el Umplugged de Ricky Martin: con el nunca mejor ponderado MUTE.
Pero en el mes de aniversario de la muerte de mi padre (que para nadie es una celebridad como para su familia) me despierto con la noticia de la muerte de Augusto Pinochet y lo escucho en una entrevista grabada diciendo que los miles de muertos durante su larga dictadura en Chile no significan nada con los logros que alcanzó su administración (logros que tuvieron que ver con la privatización de paraestatales y el desempleo de cientos de miles de chilenos, pero que en números macroeconómicos que sólo importan a quienes tienen macro-cuentas en los bancos que, es verdad, reactivaron la economía y fortalecieron una clase media autocomplaciente y endémicamente miope, como la mexicana o cualquier otra). El fiambre hace el símil de la herencia de un abuelo (un anillo) a un miembro de la familia que significa un desencuentro con los demás, pero que con el tiempo se les olvida, hasta que alguien en una reunión posterior se le ocurre mencionarlo y la herida se vuelve a abrir.
Desafortunadamente para las analogías del dictador, un anillo no equivale a la muerte de una sola persona, ni mucho menos a la incertidumbre de miles de familias que nunca supieron el paradero algunos de sus miembros, quienes tuvieron la mala idea de contradecir los postulados de quienes accedieron al poder por medio de la violencia.
Nunca he deseado mal a nadie, esta es mi primera vez, canta el grupo chileno Los Tres, en una de las mejores canciones de corte político que he escuchado. Y aunque no es cristiano desearle mal a nadie, tampoco lo es mandarlos matar y aunque la historia de Cristo es una épica gore (como acertadamente ilustró Mel Gibson), no creo en la sangre como sanadora emocional de nuestros dramas personales, pero muchas veces la rabia es el último reducto de humanidad que nos queda cuando se nos ha arrebatado todo y el odio no es más una mondeda de dos caras.
Yo brindaría con gusto con los chilenos si Pinochet hubiera alcanzado a vivir para pagar cabalmente sus culpas, bajo el rigor de la ley que él mismo manipuló a su conveniencia para asegurase impunidad vitalicia. Su muerte es otra estrategia dilatoria para que, otra vez, al igual que en México y otros países de Latinoamérica la justicia siga siendo una asignatura pendiente.
Pero en el mes de aniversario de la muerte de mi padre (que para nadie es una celebridad como para su familia) me despierto con la noticia de la muerte de Augusto Pinochet y lo escucho en una entrevista grabada diciendo que los miles de muertos durante su larga dictadura en Chile no significan nada con los logros que alcanzó su administración (logros que tuvieron que ver con la privatización de paraestatales y el desempleo de cientos de miles de chilenos, pero que en números macroeconómicos que sólo importan a quienes tienen macro-cuentas en los bancos que, es verdad, reactivaron la economía y fortalecieron una clase media autocomplaciente y endémicamente miope, como la mexicana o cualquier otra). El fiambre hace el símil de la herencia de un abuelo (un anillo) a un miembro de la familia que significa un desencuentro con los demás, pero que con el tiempo se les olvida, hasta que alguien en una reunión posterior se le ocurre mencionarlo y la herida se vuelve a abrir.
Desafortunadamente para las analogías del dictador, un anillo no equivale a la muerte de una sola persona, ni mucho menos a la incertidumbre de miles de familias que nunca supieron el paradero algunos de sus miembros, quienes tuvieron la mala idea de contradecir los postulados de quienes accedieron al poder por medio de la violencia.
Nunca he deseado mal a nadie, esta es mi primera vez, canta el grupo chileno Los Tres, en una de las mejores canciones de corte político que he escuchado. Y aunque no es cristiano desearle mal a nadie, tampoco lo es mandarlos matar y aunque la historia de Cristo es una épica gore (como acertadamente ilustró Mel Gibson), no creo en la sangre como sanadora emocional de nuestros dramas personales, pero muchas veces la rabia es el último reducto de humanidad que nos queda cuando se nos ha arrebatado todo y el odio no es más una mondeda de dos caras.
Yo brindaría con gusto con los chilenos si Pinochet hubiera alcanzado a vivir para pagar cabalmente sus culpas, bajo el rigor de la ley que él mismo manipuló a su conveniencia para asegurase impunidad vitalicia. Su muerte es otra estrategia dilatoria para que, otra vez, al igual que en México y otros países de Latinoamérica la justicia siga siendo una asignatura pendiente.
lunes, diciembre 04, 2006
Apóstol del mal gusto
Raúl Velasco (1933-2006) fue durante más de treinta años la voz cantante en el panorama musical y de entretenimiento en México y Latinoamérica. Siempre en Domingo era el programa de variedades desde donde dictaba amablemente lo que debía ser el gusto musical hispano, quitando y poniendo en la cúspide del estrellato a figurines de mediano o notable talento, sin cuyo impulso no habrían pasado de promesas.
El poder siempre sonrió a Velasco. A finales de los sesenta, cuando el magnate Emilio "El Tigre" Azcárraga (1930-1997) lo invitó a producir un programa de variedades en los antecedentes de lo que hoy es Televisa. Con el apoyo incondicional de la empresa, el guanajuatense emprendedor y con suerte, fue creando las bases de lo que se convertiría en la escuela dominical priísta con cierto toque mesiánico y catequista.
En ese escenario vimos crecer a muchas celebridades que fueron forjándose nombre gracias a la patadita artrítica con que Velasco los impulsaba a convertirse en mega estrellas: desde Ricky Martin hasta Lucero, quien dejó de ser Lucerito gracias a una flatulencia torpemente disculpada al aire por el conductor.
El fin de Siempre en Domingo, un año después de la muerte del padre Azcárraga, fue más que ilustrativo de los nuevos vuelcos que la televisión abierta tomaría bajo la dirección del Junior más poderoso del país. No fue coincidencia que dos años después el PRI perdiera por primera vez las elecciones presidenciales.
El desgaste de la estructura política que sostenía el enquistado sistema no pasó desapercibido para el relevo generacional, Emilio Azcárraga Jean, joven y agresivo empresario que reestructuró la televisora, saneó sus finanzas (deshaciéndose de los lastres de las exclusividades millonarias de estrellas decadentes como Lucía Méndez y otros) y reconoció a la naciente competencia, pero sobre todo entendió la importancia de las alianzas estratégicas con los nuevos rumbos del poder político.
Raúl Velasco murió en domingo (el pasado 26 de noviembre), un momento perfecto para que Televisa progamara ese homenaje que días antes se había celebrado en Acapulco: desfilaron por el escenario decenas de cantantes, pero sobre todo miles de gracias y abrazos recibidos por un almidonado anciano que apenas podía articular respuestas y que más bien parecía un muñeco animado por los hilos de la nostalgia.
Apóstol del mal gusto, precursor de ese hablar torpe e iletrado, pero de impacto popular que luego adoptaría nuestro más pintoresco Presidente con botas, Velasco se lleva consigo un estilo de hacer televisión que fue posible gracias a una combinación de oportunismo, alianzas políticas y, sobre todo, una pobreza cultural extendida en un público que, a falta de más, se ha conformado con lo que los monopolios mediáticos - ahora omnipotentes gracias a la nueva ley de medios- tienen para ofrecerles.
Desafortunadamente, con el fallecimiento de Raúl Velasco (q.e.p.d.), no se acaba la mala televisión. De ésa, aún hay más.
El poder siempre sonrió a Velasco. A finales de los sesenta, cuando el magnate Emilio "El Tigre" Azcárraga (1930-1997) lo invitó a producir un programa de variedades en los antecedentes de lo que hoy es Televisa. Con el apoyo incondicional de la empresa, el guanajuatense emprendedor y con suerte, fue creando las bases de lo que se convertiría en la escuela dominical priísta con cierto toque mesiánico y catequista.
En ese escenario vimos crecer a muchas celebridades que fueron forjándose nombre gracias a la patadita artrítica con que Velasco los impulsaba a convertirse en mega estrellas: desde Ricky Martin hasta Lucero, quien dejó de ser Lucerito gracias a una flatulencia torpemente disculpada al aire por el conductor.
El fin de Siempre en Domingo, un año después de la muerte del padre Azcárraga, fue más que ilustrativo de los nuevos vuelcos que la televisión abierta tomaría bajo la dirección del Junior más poderoso del país. No fue coincidencia que dos años después el PRI perdiera por primera vez las elecciones presidenciales.
El desgaste de la estructura política que sostenía el enquistado sistema no pasó desapercibido para el relevo generacional, Emilio Azcárraga Jean, joven y agresivo empresario que reestructuró la televisora, saneó sus finanzas (deshaciéndose de los lastres de las exclusividades millonarias de estrellas decadentes como Lucía Méndez y otros) y reconoció a la naciente competencia, pero sobre todo entendió la importancia de las alianzas estratégicas con los nuevos rumbos del poder político.
Raúl Velasco murió en domingo (el pasado 26 de noviembre), un momento perfecto para que Televisa progamara ese homenaje que días antes se había celebrado en Acapulco: desfilaron por el escenario decenas de cantantes, pero sobre todo miles de gracias y abrazos recibidos por un almidonado anciano que apenas podía articular respuestas y que más bien parecía un muñeco animado por los hilos de la nostalgia.
Apóstol del mal gusto, precursor de ese hablar torpe e iletrado, pero de impacto popular que luego adoptaría nuestro más pintoresco Presidente con botas, Velasco se lleva consigo un estilo de hacer televisión que fue posible gracias a una combinación de oportunismo, alianzas políticas y, sobre todo, una pobreza cultural extendida en un público que, a falta de más, se ha conformado con lo que los monopolios mediáticos - ahora omnipotentes gracias a la nueva ley de medios- tienen para ofrecerles.
Desafortunadamente, con el fallecimiento de Raúl Velasco (q.e.p.d.), no se acaba la mala televisión. De ésa, aún hay más.
viernes, noviembre 24, 2006
Boyfriend in a Coma
Eso de ser Pop Star tiene sus bemoles, sobre todo cuando la camisa siempre te queda chica. Así le pasó a Morrisey en el concierto de la semana pasada en el DF, donde cada camisa que se ponía -que fueron varias- le quedaba chica. Le pasa como a mi, que sin ser estrella Pop, me quedé con la idea que era delgado, pero al menos yo no tengo todo un estadio enfrente de mi esperando que lo entretenga ni la hago de pedo porque venden carne en mi evento (wait, am I a Perfomer?... don’t we all are?).
La Morrisey se la pasó todo el concierto jalándose la camisa, abriéndose los botones, volviéndosela a fajar para después desfajársela. Daba la impresión de que se habría sentido más cómodo desnudo... cada vez que la abría con las dos manos con complejo de la chiquitibúm parecía querer sacarse el corazón y aventarlo al público que, afortunadamente, no estaba bailando slam. Ya ven que los chilangos no pueden ver estadio lleno porque inmediatamente arman su numerito de ritual troglodita.
También me di cuenta que su majestá -la reina- utiliza esos micrófonos con alambre como sustituto de una falda olanesca pidiendo su jarabe tapatío.
Pero lo que me quedó más claro es que este señorón de casi 50 años todavía la levanta (obviando el Viagra que lo mío es una metáfora) y que su encanto no está en lo atormentado de sus letras y lo pegajoso de sus melodías sino en su saludable y refrescante sentido del humor.
Nada en él es impostado, todo fluye con elegancia e intensidad al mismo tiempo y su relación con el público roza continuamente lo sexual, pero no por la pose o la actitud explícita, sino por esa entrega bien administrada de los buenos amantes. Cuando terminó el concierto me dije a mi mismo:
-Mimismo, sí le andas dando a Morrisey.
Te lo quieres coger y la verdad, eso debería estar incluido en el precio nada despreciable del boleto.
PD: Mención aparte merece la Kristeen Young, una vieja que hace maravillas con su garganta (y eso que quedaba lejos), un teclado y el acompañamiento de una batería. Para darse una idea, junten a Tori Amos, Kate Bush, PJ Harvey y Björk en una licuadora, póngale como pa’moler hielo, le espolvorean un poquito de Diamanda Galás y el resultado es ella. Buenísima, pero no para todos los gustos (como si eso existiera).
La Morrisey se la pasó todo el concierto jalándose la camisa, abriéndose los botones, volviéndosela a fajar para después desfajársela. Daba la impresión de que se habría sentido más cómodo desnudo... cada vez que la abría con las dos manos con complejo de la chiquitibúm parecía querer sacarse el corazón y aventarlo al público que, afortunadamente, no estaba bailando slam. Ya ven que los chilangos no pueden ver estadio lleno porque inmediatamente arman su numerito de ritual troglodita.
También me di cuenta que su majestá -la reina- utiliza esos micrófonos con alambre como sustituto de una falda olanesca pidiendo su jarabe tapatío.
Pero lo que me quedó más claro es que este señorón de casi 50 años todavía la levanta (obviando el Viagra que lo mío es una metáfora) y que su encanto no está en lo atormentado de sus letras y lo pegajoso de sus melodías sino en su saludable y refrescante sentido del humor.
Nada en él es impostado, todo fluye con elegancia e intensidad al mismo tiempo y su relación con el público roza continuamente lo sexual, pero no por la pose o la actitud explícita, sino por esa entrega bien administrada de los buenos amantes. Cuando terminó el concierto me dije a mi mismo:
-Mimismo, sí le andas dando a Morrisey.
Te lo quieres coger y la verdad, eso debería estar incluido en el precio nada despreciable del boleto.
PD: Mención aparte merece la Kristeen Young, una vieja que hace maravillas con su garganta (y eso que quedaba lejos), un teclado y el acompañamiento de una batería. Para darse una idea, junten a Tori Amos, Kate Bush, PJ Harvey y Björk en una licuadora, póngale como pa’moler hielo, le espolvorean un poquito de Diamanda Galás y el resultado es ella. Buenísima, pero no para todos los gustos (como si eso existiera).
lunes, noviembre 13, 2006
El grillete del "Dinky"
Para él, que no es un perro (a su manera)
Nadie me enseñó a decir Te Quiero y no sé si sea una gran falta, pues hay muchas más cosas que no sé aun y que tal vez nunca sabré. El asunto aquí sería: ¿es necesario aprender a decir esas cosas que los demás esperan eventualmente escuchar de nosotros?
Siempre he pensado que así como esa parte de la educación sentimental es una tara en mi familia, hemos aprendido a demostrar de muchas y muy bizarras maneras el cariño que indudablemente nos tenemos (así como también la falta de éste, pues el desamor es la más transparente de las criaturas). Ha habido ocasiones en que de verdad me he sentido miembro de Los Locos Adams, sobre todo cuando de adolescente salí de mi casa y empecé a convivir con otros desertores de las diferentes versiones de familia Monsters que existen.
En casa, si no eras un bebé de pañal o un perro no recibías un solo arrumaco (a no ser que fuera a manera de burla). La transición de niño a pre-púber era de las más críticas si eras hijo o nieto de mi padre, pues dejabas de ser el rey de la casa y pasabas a ser uno más del montón. A menos que fueras mi hermano mayor, el primer varón de la casa, la niña de los ojos del patriarca, el depositario de todas las expectativas de una hipotética dinastía cuyo principal trabajo era estar a la altura del papel, ya fuera cumpliendo con torpeza sus máximas o defraudándolas sistemáticamente para ser igualmente compensado, pues el machismo es un saco sin fondo, una trampa para incautos y la más grande muestra de amor propio.
Mientras más problemas ocasionaba, más era la atención que el vástago merecía, mientras más dinero despilfarraba y más novias tenía más se henchía el pecho de quien confundía el verbo dar con colmar a través de su hijo aquello que a él le había faltado... Nadie ha sido marcado tanto por el amor desbordado de mi padre como mi hermano mayor (salvo uno que otro perro familiar que murió empachado) y agradezco tanto que hubiera estado él para hacer ese trabajo, pues así mi otro hermano y yo pudimos hacer nuestra vida sin ese grillete.
Desde que murió mi padre sólo he visto una vez a mi hermano. Fue en un parque de Los Ángeles y reconocí en su mirada la nostalgia de estar lejos mientras me abrazaba diciéndome que he ganado peso (en nuestro idioma eso quiere decir que le da gusto verme, que me ha extrañado y que decirlo sonaría tan tópico como decir que el viento sopla).
Yo lo observo y lo recuerdo de adolescente: grande y apuesto como un toro embellecido por el amor y las atenciones del amo, un temerario animal con alma de niño, obligado a ser el bully por una extraña ley tatuada en su tobillo.
martes, noviembre 07, 2006
Sucedáneos
Desnudo, veo a través de la ventana las palmeras moviéndose, siento el viento frío sobre mi pecho y cómo se va erizando mi piel. Disfruto las bocanadas de aire que hacen que los poros de mi piel se contraigan y mis pezones se endurezcan, como si llovieran cubos de hielo.
Me digo hacia adentro que sería lindo voltear y responder cada palabra romántica con recípocra sinceridad pero mis prerrogativas no armarían una canción deMontaner y detengo las palabras con con mis labios, repitiéndome a mi mismo el error consumado a cada lenguetada.
-¿Cómo te gusta?, me pregunta.
Miento y digo RUDO, creyendo en el dolor como el sucedáneo perfecto pero convencido de que creer es una empresa tan ridícula como asegurar que la vida no es una cadena de sucedáneos infinitos.
-Para –le digo- no puedo, después del torpe intento de coreografía SM.
-Tu problema es que te cuesta trabajo entregarte. Me contesta despojándose de su capa de verdugo, y sigue:
-El asunto es entregarte desde aquí -me dice tocándome el centro del pecho con la palma de su mano- pero supongo que lo has hecho antes y te han hecho daño.
Yo sólo sonrío pensando en que el unico daño que pueden hacerle a uno es ignorarlo, que el resto se lo hace uno mismo...
Se me juntan en la memoria todas sus frases llenas de sentido en el perímetro de su cráneo y me regreo a la última parte del diálogo que nos trajo aquí:
-Me gustas mucho.
-A mi me gusta tu verga.
-A mi me gustas tu.
-...
Me digo hacia adentro que sería lindo voltear y responder cada palabra romántica con recípocra sinceridad pero mis prerrogativas no armarían una canción deMontaner y detengo las palabras con con mis labios, repitiéndome a mi mismo el error consumado a cada lenguetada.
-¿Cómo te gusta?, me pregunta.
Miento y digo RUDO, creyendo en el dolor como el sucedáneo perfecto pero convencido de que creer es una empresa tan ridícula como asegurar que la vida no es una cadena de sucedáneos infinitos.
-Para –le digo- no puedo, después del torpe intento de coreografía SM.
-Tu problema es que te cuesta trabajo entregarte. Me contesta despojándose de su capa de verdugo, y sigue:
-El asunto es entregarte desde aquí -me dice tocándome el centro del pecho con la palma de su mano- pero supongo que lo has hecho antes y te han hecho daño.
Yo sólo sonrío pensando en que el unico daño que pueden hacerle a uno es ignorarlo, que el resto se lo hace uno mismo...
Se me juntan en la memoria todas sus frases llenas de sentido en el perímetro de su cráneo y me regreo a la última parte del diálogo que nos trajo aquí:
-Me gustas mucho.
-A mi me gusta tu verga.
-A mi me gustas tu.
-...
viernes, noviembre 03, 2006
CUERO
EL CUERO GENUINO PROVIENE DE LA PIEL QUE HA SIDO EXPUESTA A UNA VIDA TURBULENTA. SU PIEL HA SUFRIDO LATIGAZOS, RASGUÑOS Y PICADURAS DE INSECTOS QUE DEJAN MARCAS Y CICATRICES.
ESTAS MARCAS DE LA NATURALEZA SON PARTICULARMENTE APRECIADAS POR LOS CONOCEDORES Y AMANTES DE LO GENUINO, COMO SELLO DE LEGITIMIDAD Y BELLEZA. *
*Texto tomado de una tienda de artículos de piel de la localidad.
ESTAS MARCAS DE LA NATURALEZA SON PARTICULARMENTE APRECIADAS POR LOS CONOCEDORES Y AMANTES DE LO GENUINO, COMO SELLO DE LEGITIMIDAD Y BELLEZA. *
*Texto tomado de una tienda de artículos de piel de la localidad.
martes, octubre 31, 2006
Mi obra pía del día
--A ver... una pregunta que sólo tu podrías contestar.
--Venga.
--Si fueras hetero y quisieras hacer un trío, ¿dónde buscarías gente interesada?
--Mmmh.... ambas cosas me parecen descabelladas y demodé, pero ...
--¿Cuál te molesta más: ser hetero o querer un trío?
--Ser hetero.
-- Jajajajjaja... en tríos has estado?
--Claro... en heterolandia no. A lo mejor sería interesante probar, just for a change... but nah!!!
--Jajajaja! Tal vez, algún día, ....si llegas al extremo del hastío.
--Ándale... Los tríos o tienen que ser con un completo desconocido o con alguien super de confianza. Ambos casos implican riesgos, pero si se habla de antemano pueque funcione. Para mi, no se me antojan los tríos con gente que conozco, me interesa más ser el tercero anónimo. pero en tu caso si es una idea de tu pareja, es mejor que recurran a una o un profesional
--¿No es mucho riesgo?
--Es mucho más riesgo ir por el chat u otro medio. ¿Qué es lo que quieres, morra o bato?
--Morra
--Ah, no hay bronca, una prostituta es buena opción.
--A él le hace ilusión estar con dos al mismo tiempo y a mi me hace ilusión hacer el amor con una mujer, aunque esté él de estorbante.
--¿Tienes alguna amiga dispuesta?
--No tengo ninguna amiga a quién yo me atreva a preguntarle.
--Pues eso de satisfacer las fantasías de ambos al mismo tiempo puede o ser fabuloso o un desastre.
--Sí... hasta ahorita las fantasías satisfechas han sido fabulosas pero alcanzo a ver los riesgos aquí.
--Es complicado, lo que pasa es que entre batos hay una especie de sobreentendido y de horizontalidad en la dinámica y ni aun así significa que el placer sea parejo (yo no soy muy fan de las permutas), tons ocupan una amiga que sea suuuuuper caliente y les tenga mucha confianza.
--Pues sí... pero no creo tener de esas y pobre de él que me entere de que tiene una.
--Jajaja!!
--¿Ves a lo que me refiero? Tienen que ir creando esos vínculos juntos pues hasta dar con la indicada (si no quieren arriesgarse con una prostituta, claro).
--Sí... suena complicadísimo.
--Pues sí, la opción del clasificado supongo que sigue funcionando, o los grupos Swinger, pero hay mucho de republicano en esas dinámicas y te tienes que topar con mucho freak en al camino.
--Bueno... después de hablar contigo, creo que me voy a arrepentir.
--Es que por eso se llaman fantasías porque si fuera fácil estarían en el cuadro básico. Igual y se da sin que lo esperen, pero esa fantasía de estar con dos mujeres a la vez me parece taaaaaaan oldfashion y machista, pero supongo que el mismo machismo es una fantasía exacerbada
--Jeje, no lo sé. Tal vez sí.
--¿O tu tienes la fantasia de estar con dos hombres a la vez?
--Realmente no. Es decir si se diera, qué rico pero...
--Osea, ¿qué con la cantidad?
--...no me pondría a trabajar en averiguar cómo poder hacerlo.
--¿Que diferencia hace o qué aporta?Ese es el punto.
--No lo sé... supongo que uno como única mujer en un trío, tiene más atención.
--You wish! En una de esas te dejan de público, comiéndote las uñas.
--Sí, no?
--Siempre está ese riesgo
-- Pero se me hace que es más fácil que suceda eso en un trío donde hay más de una mujer.
-- ¿Será?
--Venga.
--Si fueras hetero y quisieras hacer un trío, ¿dónde buscarías gente interesada?
--Mmmh.... ambas cosas me parecen descabelladas y demodé, pero ...
--¿Cuál te molesta más: ser hetero o querer un trío?
--Ser hetero.
-- Jajajajjaja... en tríos has estado?
--Claro... en heterolandia no. A lo mejor sería interesante probar, just for a change... but nah!!!
--Jajajaja! Tal vez, algún día, ....si llegas al extremo del hastío.
--Ándale... Los tríos o tienen que ser con un completo desconocido o con alguien super de confianza. Ambos casos implican riesgos, pero si se habla de antemano pueque funcione. Para mi, no se me antojan los tríos con gente que conozco, me interesa más ser el tercero anónimo. pero en tu caso si es una idea de tu pareja, es mejor que recurran a una o un profesional
--¿No es mucho riesgo?
--Es mucho más riesgo ir por el chat u otro medio. ¿Qué es lo que quieres, morra o bato?
--Morra
--Ah, no hay bronca, una prostituta es buena opción.
--A él le hace ilusión estar con dos al mismo tiempo y a mi me hace ilusión hacer el amor con una mujer, aunque esté él de estorbante.
--¿Tienes alguna amiga dispuesta?
--No tengo ninguna amiga a quién yo me atreva a preguntarle.
--Pues eso de satisfacer las fantasías de ambos al mismo tiempo puede o ser fabuloso o un desastre.
--Sí... hasta ahorita las fantasías satisfechas han sido fabulosas pero alcanzo a ver los riesgos aquí.
--Es complicado, lo que pasa es que entre batos hay una especie de sobreentendido y de horizontalidad en la dinámica y ni aun así significa que el placer sea parejo (yo no soy muy fan de las permutas), tons ocupan una amiga que sea suuuuuper caliente y les tenga mucha confianza.
--Pues sí... pero no creo tener de esas y pobre de él que me entere de que tiene una.
--Jajaja!!
--¿Ves a lo que me refiero? Tienen que ir creando esos vínculos juntos pues hasta dar con la indicada (si no quieren arriesgarse con una prostituta, claro).
--Sí... suena complicadísimo.
--Pues sí, la opción del clasificado supongo que sigue funcionando, o los grupos Swinger, pero hay mucho de republicano en esas dinámicas y te tienes que topar con mucho freak en al camino.
--Bueno... después de hablar contigo, creo que me voy a arrepentir.
--Es que por eso se llaman fantasías porque si fuera fácil estarían en el cuadro básico. Igual y se da sin que lo esperen, pero esa fantasía de estar con dos mujeres a la vez me parece taaaaaaan oldfashion y machista, pero supongo que el mismo machismo es una fantasía exacerbada
--Jeje, no lo sé. Tal vez sí.
--¿O tu tienes la fantasia de estar con dos hombres a la vez?
--Realmente no. Es decir si se diera, qué rico pero...
--Osea, ¿qué con la cantidad?
--...no me pondría a trabajar en averiguar cómo poder hacerlo.
--¿Que diferencia hace o qué aporta?Ese es el punto.
--No lo sé... supongo que uno como única mujer en un trío, tiene más atención.
--You wish! En una de esas te dejan de público, comiéndote las uñas.
--Sí, no?
--Siempre está ese riesgo
-- Pero se me hace que es más fácil que suceda eso en un trío donde hay más de una mujer.
-- ¿Será?
jueves, octubre 26, 2006
Gracias por todo II
A mi me tocó ser el último, todos me empujaban para que siguiera en la línea, pero siempre me pasaba al final, como esperando tirar el último penalti.
No hubiera podido hacer nada al verle sus ojos desorbitados por el terror, esa expresión que ni acompañada por el lodo del campo empañaban su belleza. Llegó un momento en que sentí que sólo me miraba a mi, sin importar cuál de mis compañeros estuviera encima de ella, pero cuando tocaba mi turno y vi que ella estaba inconsciente me puse como loco y les grité que se fueran... le cubrí el cuerpo desnudo con los pedazos que quedaban de su uniforme escolar, limpié su rostro y la besé en los labios.
Sentí que empezaba a despertar, como en el cuento de la bella durmiente, y en ese momento mi verga empezó a hincharse y a palpitar debajo de mi trusa... cuando ella abrió los ojos sentí tanta vergüenza que le cubrí la boca con mi mano izquierda mientras con la otra la volteaba para metérsela por detrás...
Me vine unos segundos después, me subí el shorts y salí corriendo dejándola a ella tirada debajo de la oscura portería. Entré a casa sin saludar a nadie, directo a la regadera para lavar los restos de sangre, semen y lodo de mi cuerpo.
Lloré toda la noche... nunca he vuelto a tener un orgasmo como el de mi primera vez.
No hubiera podido hacer nada al verle sus ojos desorbitados por el terror, esa expresión que ni acompañada por el lodo del campo empañaban su belleza. Llegó un momento en que sentí que sólo me miraba a mi, sin importar cuál de mis compañeros estuviera encima de ella, pero cuando tocaba mi turno y vi que ella estaba inconsciente me puse como loco y les grité que se fueran... le cubrí el cuerpo desnudo con los pedazos que quedaban de su uniforme escolar, limpié su rostro y la besé en los labios.
Sentí que empezaba a despertar, como en el cuento de la bella durmiente, y en ese momento mi verga empezó a hincharse y a palpitar debajo de mi trusa... cuando ella abrió los ojos sentí tanta vergüenza que le cubrí la boca con mi mano izquierda mientras con la otra la volteaba para metérsela por detrás...
Me vine unos segundos después, me subí el shorts y salí corriendo dejándola a ella tirada debajo de la oscura portería. Entré a casa sin saludar a nadie, directo a la regadera para lavar los restos de sangre, semen y lodo de mi cuerpo.
Lloré toda la noche... nunca he vuelto a tener un orgasmo como el de mi primera vez.
miércoles, octubre 25, 2006
Gracias por todo
(Relato reggaeton)
Me dan risa quienes dicen que ser mujer es difícil.
Yo desde que menstrué por primera vez y mis senos empezaron a crecer supe que era tan fácil como pelar un plátano para que alguien más se lo coma.
Entonces no era totalmente conciente del poder seductor de un uniforme escolar -mi subconsciente parecía tener mejor información que yo o en mi sangre nadaba el gen de potencial piruja- pero igual me subía la pretina de la falda para que quedara más corta cuando caminaba a la escuela y me divertía escuchar todos los comentarios y chiflidos de los hombres que parecían perros oliendo un hueso: el de mi trasero.
Nunca entendí del todo esa fascinación de los hombres con mis nalgas que a mi me parecían grotescas, a diferencia de mis senos (con sólo tocarme los pezones me enciendo cual rocola de cinco pesos), que siempre me han gustado porque no me pesan tanto ni rebotan como mi trasero.
Perdí la virginidad en un campo de futbol mal iluminado, aunque no podría presumir que con todo el equipo porque cuando desperté ya no había nadie para darle las gracias o gritarle: ¡Goooool!
En ese momento descubrí que ser mujer es dar gracias por todo, ponerte un letrero de CÓGEME en la espalda y salir a la calle buscando a quién complacer hasta que le agarras el gusto al golpe y al escupitajo, a todo eso que incluye el apostolado femenino.
Yo le doy gracias a Dios por todo: por haber nacido mujer, por tener buena nalga y por ser tan comprensiva y suave como la mantequilla.
Me dan risa quienes dicen que ser mujer es difícil.
Yo desde que menstrué por primera vez y mis senos empezaron a crecer supe que era tan fácil como pelar un plátano para que alguien más se lo coma.
Entonces no era totalmente conciente del poder seductor de un uniforme escolar -mi subconsciente parecía tener mejor información que yo o en mi sangre nadaba el gen de potencial piruja- pero igual me subía la pretina de la falda para que quedara más corta cuando caminaba a la escuela y me divertía escuchar todos los comentarios y chiflidos de los hombres que parecían perros oliendo un hueso: el de mi trasero.
Nunca entendí del todo esa fascinación de los hombres con mis nalgas que a mi me parecían grotescas, a diferencia de mis senos (con sólo tocarme los pezones me enciendo cual rocola de cinco pesos), que siempre me han gustado porque no me pesan tanto ni rebotan como mi trasero.
Perdí la virginidad en un campo de futbol mal iluminado, aunque no podría presumir que con todo el equipo porque cuando desperté ya no había nadie para darle las gracias o gritarle: ¡Goooool!
En ese momento descubrí que ser mujer es dar gracias por todo, ponerte un letrero de CÓGEME en la espalda y salir a la calle buscando a quién complacer hasta que le agarras el gusto al golpe y al escupitajo, a todo eso que incluye el apostolado femenino.
Yo le doy gracias a Dios por todo: por haber nacido mujer, por tener buena nalga y por ser tan comprensiva y suave como la mantequilla.
jueves, octubre 19, 2006
Mi destino está en Madrid
(según pronósticos llegados a mi correo electrónico)
Manolete!!!
Si sé que te encantará Madrid, desde que llegué y vi todo el pedo, sé que debes venir y tal vez como el Esteban jamás regreses a México (ja!): la onda intelectual y gay te va a atrapar y ni qué decir de los tíos y sus culos porque según mis más recientes investigaciones indican que se les da más el culo que las pollas, aunque ellos lucen la verga a costa de lo que sea. Te daría risa ver los aparadores de ropa interior o exterior todo con énfasis en.
Otra cosa: sobarse el culo en público es de lo más natural aquí, eh? El chamois a todo lo que da, con descaro (o será que por más que quiera y aunque presuma de mundana en Europa soy las más humilde provinciana). Me refiero entre parejas, se dan unas sobadas de culo sin distinción de géneros. Y coger en plena calle tambián es muy caché.
Aou contraire del nuevo mundo, las salas de té y los pubs están retacados de pura anciana, las niñas andan de novias bien o en fiestas en casa de...
He recorrido la mayor parte del centro y sur de las Españas y sé que, aunque te podría hablar de ello, lo tuyo será Madrid. Actualmente estoy en Granada y ya visité la Alhambra, el Hospital de San Juan de Dios, La Catedral Coja, y el Aybalcin, que es el barrio moro en donde descubrí que mi vocación son los moros. Olvídate de todas las demás razas amiguito, como que diosito los hizo para mi deleite. Su piel, pelo, ojo cuerpo: todoooooooooo pa’mí.
Hoy a las 9:30 salgo a las Barcelonas en tren-hotel y llego mañana tras doce horas de camino, de ahí salgo a París, aunque aún no tengo claro cuanto me quedaré en Barcelona, así que ahí trataré de darme caña con quien se me atraviese, que Granada me tiene hasta la madre de tanta cultura. Además he visitado Aranjuez, Segovia, Toledo, Sevilla, Ávila y of course, Madrid.
Los españoles, como te lo he dicho, me confirman el dicho de “eres lo que comes”, parecen puerquitos y su culo una papa. Eso sí, parecen muñequitos de arte sacro. Pero desde luego ya indagué con algún italiano que Rambo en sus tiempos le quedó corto... Sí amiguito, soy una puta... muy honrosa.
Me han follao y he follao porque a una en su tierra le enseñan la reciprocidad desde la cuna: los madrileños son mamones de su puta madre, descorteses y gritones como las princesas chilangas, pero igual, a una dama de mi altura ninguna la ningunea y tan pronto aclaré el punto con dos que tres pelagatas me han adorado. Y yo a ellas, vuelvo al punto de ser parejas.
En fin tengo que hacer algunas investigaciones respecto del ambiente en Barcelona porque juras que me voy a ir sin ir a un sauna en Europa.
Te quiero y créeme: tu destino esta en Madrid.
A.
Manolete!!!
Si sé que te encantará Madrid, desde que llegué y vi todo el pedo, sé que debes venir y tal vez como el Esteban jamás regreses a México (ja!): la onda intelectual y gay te va a atrapar y ni qué decir de los tíos y sus culos porque según mis más recientes investigaciones indican que se les da más el culo que las pollas, aunque ellos lucen la verga a costa de lo que sea. Te daría risa ver los aparadores de ropa interior o exterior todo con énfasis en.
Otra cosa: sobarse el culo en público es de lo más natural aquí, eh? El chamois a todo lo que da, con descaro (o será que por más que quiera y aunque presuma de mundana en Europa soy las más humilde provinciana). Me refiero entre parejas, se dan unas sobadas de culo sin distinción de géneros. Y coger en plena calle tambián es muy caché.
Aou contraire del nuevo mundo, las salas de té y los pubs están retacados de pura anciana, las niñas andan de novias bien o en fiestas en casa de...
He recorrido la mayor parte del centro y sur de las Españas y sé que, aunque te podría hablar de ello, lo tuyo será Madrid. Actualmente estoy en Granada y ya visité la Alhambra, el Hospital de San Juan de Dios, La Catedral Coja, y el Aybalcin, que es el barrio moro en donde descubrí que mi vocación son los moros. Olvídate de todas las demás razas amiguito, como que diosito los hizo para mi deleite. Su piel, pelo, ojo cuerpo: todoooooooooo pa’mí.
Hoy a las 9:30 salgo a las Barcelonas en tren-hotel y llego mañana tras doce horas de camino, de ahí salgo a París, aunque aún no tengo claro cuanto me quedaré en Barcelona, así que ahí trataré de darme caña con quien se me atraviese, que Granada me tiene hasta la madre de tanta cultura. Además he visitado Aranjuez, Segovia, Toledo, Sevilla, Ávila y of course, Madrid.
Los españoles, como te lo he dicho, me confirman el dicho de “eres lo que comes”, parecen puerquitos y su culo una papa. Eso sí, parecen muñequitos de arte sacro. Pero desde luego ya indagué con algún italiano que Rambo en sus tiempos le quedó corto... Sí amiguito, soy una puta... muy honrosa.
Me han follao y he follao porque a una en su tierra le enseñan la reciprocidad desde la cuna: los madrileños son mamones de su puta madre, descorteses y gritones como las princesas chilangas, pero igual, a una dama de mi altura ninguna la ningunea y tan pronto aclaré el punto con dos que tres pelagatas me han adorado. Y yo a ellas, vuelvo al punto de ser parejas.
En fin tengo que hacer algunas investigaciones respecto del ambiente en Barcelona porque juras que me voy a ir sin ir a un sauna en Europa.
Te quiero y créeme: tu destino esta en Madrid.
A.
lunes, octubre 16, 2006
E
Yo soy malísimo para las muertes y algo pasa que siempre me entero a destiempo de las que a uno le importan. No sé que será, pero pasa que la gente cercana que se muere, tiene el mal tino de llegar a mi en calidad de mitote. No es que espere yo que el muerto tenga la decencia de avisarme para presenciarla in situ, porque si un poco de energía le quedara al ingrato supongo la utilizaría para sobrevivir.
Soy tan distraído que tengo la impresión de que cuando me toque a mi no me voy a dar por enterado y estaré tan fresco como una lechuga denque Ley, caminando como si nada, asustando a medio mundo con mi alma en Babia (porque ese hipotéticamente momento de pena será para los demás, uno ya qué) y yo con cara de qué le pasa a esta gente, que nunca han visto una cara deshidratada. Si no hay nada que arregle Clinique o Biotherm, o ya de muy extremo un Lancome.
Dado como soy al contrerismo seré el muerto más renuente y así como a la criada bien criada -que de mejores casas la han corrido- me iré cuando me de la gana, no sin antes dejarle claro al que le importe y al que no, que hice mi santa voluntad a cada momento y que si la Calaca me pela los dientes es porque no tiene ojos pa’echarle gotas.
La semana pasada me llegó como mensaje a mi celular la noticia de una muerte anunciada, de un secreto a voces que no por ser así cala menos. Inmediatamente llamé a Tijuana a averiguar qué había pasado y resulta que era noticia ya más bien tibia, hacía una semana que E había muerto y las circunstancias de su muerte fueron en congruencia con el rumbo que él había tomado en la última etapa de su vida: duro como era de roer y a pesar de haber estado siempre enamorado de sus desatinos y del sonido de su voz, E fue alguien que se preocupó por los demás, que hizo todo por asegurar un trato digno a enfermos y por reivindicar los derechos de una minoría constantemente agredida ya sea por el desprecio o por la indiferencia.
E fue sinónimo de lucha, pero al final se rindió a todas sus batallas, pero de la que nunca debió rendirse fue la que lo derrotó: su propio cuerpo. La localización del cáncer en él parecía una mala jugada del destino y recuerdo que cuando me enteré, algunos meses atrás, dije que parecía una muy mala broma. Y lo era, del destino o loquesea, pero ese cáncer fue innecesario, porque él había optado por el silencio ante la sordera de los demás, incluso de quienes lo estimábamos: a oídos sordos mutismo necio.
Me duele enterarme de las circunstancias de su muerte, de su aislamiento y su renuencia a recibir visitas, pero si algo debiera estar en control sólo de uno, eso debería ser nuestra propia muerte. Si en este mundo estamos sepultados por la burocracia, al menos que le llegue a uno el memo de la muerte, para darnos el lujo de ignorar el aviso o al menos de guardar en una cajita de cartón aquello que queremos llevarnos con nosotros.
¿Qué habría querido llevarse E consigo en esa cajita? Seguro a su mamá, pues no habría querido él partir sin sus ojos.
Soy tan distraído que tengo la impresión de que cuando me toque a mi no me voy a dar por enterado y estaré tan fresco como una lechuga denque Ley, caminando como si nada, asustando a medio mundo con mi alma en Babia (porque ese hipotéticamente momento de pena será para los demás, uno ya qué) y yo con cara de qué le pasa a esta gente, que nunca han visto una cara deshidratada. Si no hay nada que arregle Clinique o Biotherm, o ya de muy extremo un Lancome.
Dado como soy al contrerismo seré el muerto más renuente y así como a la criada bien criada -que de mejores casas la han corrido- me iré cuando me de la gana, no sin antes dejarle claro al que le importe y al que no, que hice mi santa voluntad a cada momento y que si la Calaca me pela los dientes es porque no tiene ojos pa’echarle gotas.
La semana pasada me llegó como mensaje a mi celular la noticia de una muerte anunciada, de un secreto a voces que no por ser así cala menos. Inmediatamente llamé a Tijuana a averiguar qué había pasado y resulta que era noticia ya más bien tibia, hacía una semana que E había muerto y las circunstancias de su muerte fueron en congruencia con el rumbo que él había tomado en la última etapa de su vida: duro como era de roer y a pesar de haber estado siempre enamorado de sus desatinos y del sonido de su voz, E fue alguien que se preocupó por los demás, que hizo todo por asegurar un trato digno a enfermos y por reivindicar los derechos de una minoría constantemente agredida ya sea por el desprecio o por la indiferencia.
E fue sinónimo de lucha, pero al final se rindió a todas sus batallas, pero de la que nunca debió rendirse fue la que lo derrotó: su propio cuerpo. La localización del cáncer en él parecía una mala jugada del destino y recuerdo que cuando me enteré, algunos meses atrás, dije que parecía una muy mala broma. Y lo era, del destino o loquesea, pero ese cáncer fue innecesario, porque él había optado por el silencio ante la sordera de los demás, incluso de quienes lo estimábamos: a oídos sordos mutismo necio.
Me duele enterarme de las circunstancias de su muerte, de su aislamiento y su renuencia a recibir visitas, pero si algo debiera estar en control sólo de uno, eso debería ser nuestra propia muerte. Si en este mundo estamos sepultados por la burocracia, al menos que le llegue a uno el memo de la muerte, para darnos el lujo de ignorar el aviso o al menos de guardar en una cajita de cartón aquello que queremos llevarnos con nosotros.
¿Qué habría querido llevarse E consigo en esa cajita? Seguro a su mamá, pues no habría querido él partir sin sus ojos.
lunes, octubre 09, 2006
A destiempo
Hoy se me adelantó el tiempo, como con ganas de que todo sucediera tan rápido de tanto que tarda en suceder. De pronto en mi cabeza había una urgencia por adelantar los acontecimientos, yo que soy de cero planear, programar o predecir. De esas veces en que pretendes hacer las cosas pendientes por tener la seguridad que te atropellará un coche o te caerá un helicóptero encima como al doctor Romano de E. R.
Llamé a una amiga para felicitarla por su cumpleaños justo para enterarme que falta un mes para eso. Estuve una hora antes listo para venir a trabajar, siendo que siempre ando cinco, diez o quince minutos atrasado.
Cuando me di cuenta que faltaba más de media hora para entrar, me detuve a comprar un café y una galleta de avena, me senté, abrí el libro de Vallejo que acabo de comprar en la Feria del Libro (la cual debería llamarse feria del esoterismo y cuya lista de libros parece el Valle de los Caídos... sí de los árboles caídos en vano, su sombra sería más útil que toda esa pila de material flamable de mal gusto: bienvenido Fahrenheit 451 y la distopía que vivimos).
Al recorrer las primeras líneas recordé casi de memoria su contenido, el descarnado amor fraternal de este mi colombiano favorito que despotrica contra García Márquez y sus putas tristes (¡muy contentas habrían de estar las ingratas con esos homenajes de mierda senil!), contra el papa y contra su madre, la loca.
La primera vez que compré este libro fue para regalárselo a alguien, pero luego me arrepentí por la resonancia personal que podría tener en su destinatario la historia de este moribundo y su hermano descreído de todo, menos del cariño: el nihilista traicionándose a sí mismo a través del amor y renaciendo de sus cenizas por medio del recuerdo pasado por la víscera. Creo que la bilis puede ser casi tan vital como la sangre, así que en cuanto tenga oportunidad cumplo con ese primer impulso y “El desbarrancadero” irá a dar a donde pertenece en cuanto tenga oportunidad, que hay que darle un segundo chance a esos impulsos, así sea a destiempo.
Llamé a una amiga para felicitarla por su cumpleaños justo para enterarme que falta un mes para eso. Estuve una hora antes listo para venir a trabajar, siendo que siempre ando cinco, diez o quince minutos atrasado.
Cuando me di cuenta que faltaba más de media hora para entrar, me detuve a comprar un café y una galleta de avena, me senté, abrí el libro de Vallejo que acabo de comprar en la Feria del Libro (la cual debería llamarse feria del esoterismo y cuya lista de libros parece el Valle de los Caídos... sí de los árboles caídos en vano, su sombra sería más útil que toda esa pila de material flamable de mal gusto: bienvenido Fahrenheit 451 y la distopía que vivimos).
Al recorrer las primeras líneas recordé casi de memoria su contenido, el descarnado amor fraternal de este mi colombiano favorito que despotrica contra García Márquez y sus putas tristes (¡muy contentas habrían de estar las ingratas con esos homenajes de mierda senil!), contra el papa y contra su madre, la loca.
La primera vez que compré este libro fue para regalárselo a alguien, pero luego me arrepentí por la resonancia personal que podría tener en su destinatario la historia de este moribundo y su hermano descreído de todo, menos del cariño: el nihilista traicionándose a sí mismo a través del amor y renaciendo de sus cenizas por medio del recuerdo pasado por la víscera. Creo que la bilis puede ser casi tan vital como la sangre, así que en cuanto tenga oportunidad cumplo con ese primer impulso y “El desbarrancadero” irá a dar a donde pertenece en cuanto tenga oportunidad, que hay que darle un segundo chance a esos impulsos, así sea a destiempo.
viernes, octubre 06, 2006
Girlie Talk
-Ni te conté...Un día platicando con el __ no sé como salió que el número de parejas sexuales de sepa quien era como de 20, y me dijo: SON UN MADRAL!!!!
- A-já!
- Y yo así ojo pelon: NETA? SIIIII SON MUCHISISISMAS. PLOOOOOOP, espero nunca quiera saber de mi.
- Jjaja!!
-¿Y cómo te fue con tu comida con el fulanito?
- Bien. Pagué yo.
- y??
- Well... me contó que su madre se cayó y que la llevo al hospital. (dejó claro que al Licona y que le salió muy caro).
- Tiene seguro? buuu
- Pero como es su madre, you know (of course que tiene seguro)
- a turn on conversation
- la mamá le dijo no gastes y él, como crees?
- Totally turn on.
- Just remembering, you know, I’m kind of aroused
-Jaja!!
- Anda al baño, aquí espero.
- Jaja!!
- Hablamos de su viaje al pueblo, de su hipersensibilidad a las malas vibras, de cómo es interesante mi trabajo y saliendo nos encontramos a su ex. Muy conveniente, of course (faltó mencionarte que fue a comer en uniforme, un uniforme horrible).
- Asumo que no sales con el otra vez...
- Asumes mal
- Jaja!!!
- It’s kind of a pro-bonus friendship, U can call it karmic if you want.
- ¿Te dejó a medias con la conversación y necesitas un jaloncito mas??
- No sé, es como que necesito más tiempo para... hacerle pagar todo el interés que alguna vez tuve en él. Get it?
- Mmmm suena a que te estás ablandando.
- Not really. It’s kinda twisted
- O a que yo soy demasiado zorra?
- Es que lo mío es zorrez también, un poquito antropológica y terapéutica para salir de mi rutina. No tengo amigos como él por las razones que están muy claras...
- Claro!
- Tons, quiero esa atención en estos momentos y como ya tengo con quien coger, no estoy con expectativas. Did I make myself clear or am I totally fucked up?
- Poco de esto, poco de aquello
- Ja!
- I’m having fun, es lo importante.
- Con eso!
- Good.
- A-já!
- Y yo así ojo pelon: NETA? SIIIII SON MUCHISISISMAS. PLOOOOOOP, espero nunca quiera saber de mi.
- Jjaja!!
-¿Y cómo te fue con tu comida con el fulanito?
- Bien. Pagué yo.
- y??
- Well... me contó que su madre se cayó y que la llevo al hospital. (dejó claro que al Licona y que le salió muy caro).
- Tiene seguro? buuu
- Pero como es su madre, you know (of course que tiene seguro)
- a turn on conversation
- la mamá le dijo no gastes y él, como crees?
- Totally turn on.
- Just remembering, you know, I’m kind of aroused
-Jaja!!
- Anda al baño, aquí espero.
- Jaja!!
- Hablamos de su viaje al pueblo, de su hipersensibilidad a las malas vibras, de cómo es interesante mi trabajo y saliendo nos encontramos a su ex. Muy conveniente, of course (faltó mencionarte que fue a comer en uniforme, un uniforme horrible).
- Asumo que no sales con el otra vez...
- Asumes mal
- Jaja!!!
- It’s kind of a pro-bonus friendship, U can call it karmic if you want.
- ¿Te dejó a medias con la conversación y necesitas un jaloncito mas??
- No sé, es como que necesito más tiempo para... hacerle pagar todo el interés que alguna vez tuve en él. Get it?
- Mmmm suena a que te estás ablandando.
- Not really. It’s kinda twisted
- O a que yo soy demasiado zorra?
- Es que lo mío es zorrez también, un poquito antropológica y terapéutica para salir de mi rutina. No tengo amigos como él por las razones que están muy claras...
- Claro!
- Tons, quiero esa atención en estos momentos y como ya tengo con quien coger, no estoy con expectativas. Did I make myself clear or am I totally fucked up?
- Poco de esto, poco de aquello
- Ja!
- I’m having fun, es lo importante.
- Con eso!
- Good.
martes, octubre 03, 2006
Don´t look for what you don’t really want to find
Remember the time when I used to dig into trash cans and under the bed or even on the dirty clothes basket to find evidence that would make me decide that I was being cheated on.
I did find everything a lover can find to stop caring and even so, didn’t left. Once, I showed up on his apartment after midnight. He opened the door and I saw another guy was in his bed, as naked as he was. I got in and sat down on the sofa, waiting for the guy to get his clothes on and leave. He just looked at me once, I stared at him all the time… even had the time to see my lover’s reaction: He was as amused as I was.
The guy left, I went to the bathroom and looked at the trash can, there it was a condom with no cum in it. I thought about the multiple meanings of a used condom with no sperm in it:
a dull, boring fuck
a rough unprotected sex with a stranger
a sudden regret on one side of the equation
I finished to pee, took my clothes off and got in bed with my lover, who was staring at me, waiting for who-knows what reaction from me:
a jealous scene
a punch
a speech
a weep
I turned my back on him and hugged the pillow.
He put his arm around me and kissed my neck and shoulder.
Ten minutes later we were asleep.
I did find everything a lover can find to stop caring and even so, didn’t left. Once, I showed up on his apartment after midnight. He opened the door and I saw another guy was in his bed, as naked as he was. I got in and sat down on the sofa, waiting for the guy to get his clothes on and leave. He just looked at me once, I stared at him all the time… even had the time to see my lover’s reaction: He was as amused as I was.
The guy left, I went to the bathroom and looked at the trash can, there it was a condom with no cum in it. I thought about the multiple meanings of a used condom with no sperm in it:
a dull, boring fuck
a rough unprotected sex with a stranger
a sudden regret on one side of the equation
I finished to pee, took my clothes off and got in bed with my lover, who was staring at me, waiting for who-knows what reaction from me:
a jealous scene
a punch
a speech
a weep
I turned my back on him and hugged the pillow.
He put his arm around me and kissed my neck and shoulder.
Ten minutes later we were asleep.
miércoles, septiembre 27, 2006
Más cosas
Un poco a manera de aclaración, pero lejos de pedir disculpas, que la mera verdad no es lo mío, el asunto de los dos amantes (y los que se vayan agregando que la cantidad es irrelevante) podría verse también desde otro punto de vista. Si de lo que se trata es de evitar ese sentimiento tan genuino y con tan poca reputación que es la envida, se puede decir que mi problema es mi incapacidad para conectar emocionalmente con quien comparto la cama.
No es que no conozca yo ese terreno, he tenido amantes con los que he conectado emocionalmente, pero a esos generalmente se les llama parejas y de esas sólo he tenido dos.
La pasión es un elemento siempre inaugural en una relación que tiene como propósito, además del placer sexual, la convivencia. Y ahí es donde la puerca torció el rabo (every fucking pun intended), porque si para algo no estamos listos muchas de las veces es para compartir esas dinámicas tan automáticas y aparentemente fútiles. Sin tanto eufemismo, pues: lo más difícil de incluir en una relación es la cotidianidad, porque abrir ese espacio de nuestra vida no es como abrir la bragueta o las piernas, significa muchas más cosas y entre ellas una que tal vez sea el principal reto: dejar de pensar exclusivamente en uno mismo para dar espacio a las necesidades, los gustos, las neurosis, las trabas de alguien más. Si uno ha vivido con las propias y mal que bien ha aprendido a lidiar con ellas de una u otra forma, imagínense agregar a esa ecuación el equipaje emocional de alguien más y verán que la gente podrá decir que qué bonito y las arañas, pero fácil no es.
El caso es que así tuviera yo cien amantes y me creyera Abdullah eso no significa necesariamente felicidad, simple y sencillamente significa que he aprendido a ver el sexo como realmente es... tanto que apenas recuerdo (liar) la última vez que tuve sexo con alguien que al mismo tiempo quiero... Sin contar, claro, las veces en que me consiento a mi mismo. No hay pierde: si quieren sexo con amor, denle a la masturbación (si ni así, ni como ayudarlos).
No es que no conozca yo ese terreno, he tenido amantes con los que he conectado emocionalmente, pero a esos generalmente se les llama parejas y de esas sólo he tenido dos.
La pasión es un elemento siempre inaugural en una relación que tiene como propósito, además del placer sexual, la convivencia. Y ahí es donde la puerca torció el rabo (every fucking pun intended), porque si para algo no estamos listos muchas de las veces es para compartir esas dinámicas tan automáticas y aparentemente fútiles. Sin tanto eufemismo, pues: lo más difícil de incluir en una relación es la cotidianidad, porque abrir ese espacio de nuestra vida no es como abrir la bragueta o las piernas, significa muchas más cosas y entre ellas una que tal vez sea el principal reto: dejar de pensar exclusivamente en uno mismo para dar espacio a las necesidades, los gustos, las neurosis, las trabas de alguien más. Si uno ha vivido con las propias y mal que bien ha aprendido a lidiar con ellas de una u otra forma, imagínense agregar a esa ecuación el equipaje emocional de alguien más y verán que la gente podrá decir que qué bonito y las arañas, pero fácil no es.
El caso es que así tuviera yo cien amantes y me creyera Abdullah eso no significa necesariamente felicidad, simple y sencillamente significa que he aprendido a ver el sexo como realmente es... tanto que apenas recuerdo (liar) la última vez que tuve sexo con alguien que al mismo tiempo quiero... Sin contar, claro, las veces en que me consiento a mi mismo. No hay pierde: si quieren sexo con amor, denle a la masturbación (si ni así, ni como ayudarlos).
miércoles, septiembre 20, 2006
Cosas
Había decidido no hablar de estas cosas, pero resulta que estas cosas me resultan mucho más apetecibles de escribir que la situación del país, que cada vez se parodia más a si mismo (denle una vuelta de izquierda a derecha o de arriba abajo y verán claramente que si para algo somos buenos los mexicanos es para escarbar en las heridas como si lo único que ocasionaran fueran cosquillas).
Al grano: el caso es que tengo dos amantes (no presumo, yo me conformaría con uno, pero no se puede encontrar todo en una persona) digámosle regulares y encerrados entre comillas si es necesario.
¿Cuantas sesiones son necesarias para que el asunto pase de acostón? En reliada no hace falta sacar cuentas, porque por más bueno que sea uno para las matemáticas un acostón seguirá siéndolo mientras no lo saques del cuadrilátero de tu cama... o del de tu recámara, el baño, que también son cuadrados. Muchas cosas seré yo, pero hobbit no: no soy enano patón (bueno, patón un poquito) y mi departamento es cuadradito como la idiosincrasia local.
Uno de ellos es un amante mediocre y la verdad lo dejo para las emergencias, porque yo cuando tengo malos amantes procuro ponerme a la altura y me porto también muy por debajo de la media, nomás pa no desentonar. El otro es un de un cachondo y una maestría erótica que pone a prueba todas mis aptitudes, recursos y condición. También pone a prueba mi capacidad de concentración porque es tan ocurrente que no se de donde casa tanta guarrada y ahí estoy yo atrapado entre la risa y el orgasmo e intentando entrar en sintonía con el sexo oral, pero el hablado. Yo no soy de hablar mucho durante el sexo, pero uno tiene que ser interlocutor verbal también -no sólo muscular- cuando el momento lo amerita. Días después, sigo saboreando en mi cabeza la sesión más reciente y la comparo con la primera vez que cogimos, que no ha sido superada.
Y no puedo evitar acordarme de aquellas pendejadas morales de la cosificación de las personas y sonreír complacido de la evidente ventaja de convertirte en objeto de placer de alguien más y corresponder de la misma forma, desprendiendo al sexo de todas esas telarañas mentales que lo único que hacen es echar a perder su más elemental chiste.
Al grano: el caso es que tengo dos amantes (no presumo, yo me conformaría con uno, pero no se puede encontrar todo en una persona) digámosle regulares y encerrados entre comillas si es necesario.
¿Cuantas sesiones son necesarias para que el asunto pase de acostón? En reliada no hace falta sacar cuentas, porque por más bueno que sea uno para las matemáticas un acostón seguirá siéndolo mientras no lo saques del cuadrilátero de tu cama... o del de tu recámara, el baño, que también son cuadrados. Muchas cosas seré yo, pero hobbit no: no soy enano patón (bueno, patón un poquito) y mi departamento es cuadradito como la idiosincrasia local.
Uno de ellos es un amante mediocre y la verdad lo dejo para las emergencias, porque yo cuando tengo malos amantes procuro ponerme a la altura y me porto también muy por debajo de la media, nomás pa no desentonar. El otro es un de un cachondo y una maestría erótica que pone a prueba todas mis aptitudes, recursos y condición. También pone a prueba mi capacidad de concentración porque es tan ocurrente que no se de donde casa tanta guarrada y ahí estoy yo atrapado entre la risa y el orgasmo e intentando entrar en sintonía con el sexo oral, pero el hablado. Yo no soy de hablar mucho durante el sexo, pero uno tiene que ser interlocutor verbal también -no sólo muscular- cuando el momento lo amerita. Días después, sigo saboreando en mi cabeza la sesión más reciente y la comparo con la primera vez que cogimos, que no ha sido superada.
Y no puedo evitar acordarme de aquellas pendejadas morales de la cosificación de las personas y sonreír complacido de la evidente ventaja de convertirte en objeto de placer de alguien más y corresponder de la misma forma, desprendiendo al sexo de todas esas telarañas mentales que lo único que hacen es echar a perder su más elemental chiste.
miércoles, septiembre 13, 2006
NICO MO
Cuando una terapeuta te pregunta si ya te aliviaste de tus malestares emocionales no sabe uno si ofenderse o qué. Si la de la pregunta es alguien de tu familia pues la juegas un poco y dices que ahí la llevas, que pasa every once in a while (omites la ocurrencia de compararlo con su marcador rojo cada 28) y que luego pasa, igual que como llegó.
Yo tengo por tradición burlarme de la depresión: la ajena, la mía no tiene chiste, es un aburrido y predecible bajón de pilas, una flashazo pálido de la verdadera depresión, esa que ha llevado a más de una persona cercana y querida a tomar decisiones drásticas que muy poco tienen que ver con la afectación apestosa del grunge. Por eso, cuando mi ánimo se viste de gris tirando a negro, prefiero no aparecer y no tanto por preservar una hipotética imagen de los demás hacia mi sino por genuino e irrefutable desgano.
Me da por dormir más de lo habitual, encerrarme a leer en mi cuarto, regar los libros, la ropa y los zapatos por todo el cuarto como preparando un escenario teatral donde yo soy el actor principal y único público. No me pasa seguido, así que no he perfeccionado la técnica, pero para aventar zapatos y garras por un cuarto no se ocupa mucho talento (éste se ocupa para involucrar a los demás en tu dinámica, como si para estar deprimido necesitaras testigos. Para mi que cuando una depresión ocupa testigos es puras ganas de protagonizar y supongo que no soy nadie para juzgar los arranques histriónicos de gente que erró su profesión, pero tampoco soy dado a ese tipo de solidaridad: el que quiera público que se lo gane).
Hay quienes tienen la capacidad de llenar ese hueco en el estómago que te da vértigo por medio del sexo, que no es más que vértigo reciclado. Pero yo no puedo tener sexo si no estoy contento, hace rato que dejé la etapa (aunque eso no quiere decir que no regrese) de sexo para todo y para todos y para excitarme necesito que mi sentidos estén bien puestos y que la irrigación sanguínea no se estanque sólo en mi cabeza, que la sangre no puede servir a dos amos al mismo tiempo.
Hace dos días sentí que la sangre volvía a su sitio y escribí ese mensaje telefónico que se convierte luego en una llamada, un saludo y una cita concertada para lo mejor que me ha pasado en la cama en los últimos meses...
QUIHUBO, A., HACE RATO QUE NO SE DE TI: “REPORTATE”
---Mensaje no enviado---
¡Maldita sea!, de haber sabido que mi crédito estaba por expirarse no me gasto el último peso en cancelar esa cita emergente en el Valle de México.
NICO MO ayudarme.
Yo tengo por tradición burlarme de la depresión: la ajena, la mía no tiene chiste, es un aburrido y predecible bajón de pilas, una flashazo pálido de la verdadera depresión, esa que ha llevado a más de una persona cercana y querida a tomar decisiones drásticas que muy poco tienen que ver con la afectación apestosa del grunge. Por eso, cuando mi ánimo se viste de gris tirando a negro, prefiero no aparecer y no tanto por preservar una hipotética imagen de los demás hacia mi sino por genuino e irrefutable desgano.
Me da por dormir más de lo habitual, encerrarme a leer en mi cuarto, regar los libros, la ropa y los zapatos por todo el cuarto como preparando un escenario teatral donde yo soy el actor principal y único público. No me pasa seguido, así que no he perfeccionado la técnica, pero para aventar zapatos y garras por un cuarto no se ocupa mucho talento (éste se ocupa para involucrar a los demás en tu dinámica, como si para estar deprimido necesitaras testigos. Para mi que cuando una depresión ocupa testigos es puras ganas de protagonizar y supongo que no soy nadie para juzgar los arranques histriónicos de gente que erró su profesión, pero tampoco soy dado a ese tipo de solidaridad: el que quiera público que se lo gane).
Hay quienes tienen la capacidad de llenar ese hueco en el estómago que te da vértigo por medio del sexo, que no es más que vértigo reciclado. Pero yo no puedo tener sexo si no estoy contento, hace rato que dejé la etapa (aunque eso no quiere decir que no regrese) de sexo para todo y para todos y para excitarme necesito que mi sentidos estén bien puestos y que la irrigación sanguínea no se estanque sólo en mi cabeza, que la sangre no puede servir a dos amos al mismo tiempo.
Hace dos días sentí que la sangre volvía a su sitio y escribí ese mensaje telefónico que se convierte luego en una llamada, un saludo y una cita concertada para lo mejor que me ha pasado en la cama en los últimos meses...
QUIHUBO, A., HACE RATO QUE NO SE DE TI: “REPORTATE”
---Mensaje no enviado---
¡Maldita sea!, de haber sabido que mi crédito estaba por expirarse no me gasto el último peso en cancelar esa cita emergente en el Valle de México.
NICO MO ayudarme.
lunes, septiembre 11, 2006
Mariposa Technigray
(Remember when we found misery, we watched her,
watched her spread her wings and slowly fly around our room,
and she asked for your gentle mind
Misery is a butterfly, her heavy wings will warp your mind
with her small ugly face and her long antenna
and her black and pink heavy wings / Blonde Redhead)
La miseria es una mariposa atrapada dentro de tu cuarto, desplegando sus alas y volando en círculos a tu alrededor para atrapar tu atención. Uno, como le gustan las cosas grandes se cobija bajo su sombra y la mariposa, tan egocéntrica ella, se molesta cuando embelesados con su sombra no prestamos atención al color de sus alas o a su fea cara coronada por unas antenas ridículas.watched her spread her wings and slowly fly around our room,
and she asked for your gentle mind
Misery is a butterfly, her heavy wings will warp your mind
with her small ugly face and her long antenna
and her black and pink heavy wings / Blonde Redhead)
La mariposa no entiende que nosotros queremos que viva más de un día, que nos alimentamos de su denso aleteo, su errático vuelo y su trágica existencia presagiando lágrimas ajenas. Las mariposas no lloran, ni siquiera porque ya no hay niños con redes queriendo atraparlas, ni porque sus santuarios han sido destruidos y son sólo referencia azucarada de poetas cacofónicos (o bloggeros ídem) o de postales antiguas.
Todas ellas son grises, pero se travisten de colores para enredarnos con su carnaval de mentiras y se lamentan tanto de su anacronía como de la falta de supersticiones que las coloquen en el pedestal del miedo, por eso son felices transfigurándose en fantasmas Rorschach.
jueves, septiembre 07, 2006
Cómo perder y no morir en el intento
La pregunta de la noche fue:
N: ¿Tienes alguna cosa de la que no te desprenderías jamás?
Y yo, como esas maquinistas tragamonedas, activando una palanquita esperando que coincidan las tres pantallas y suene esa música irritante que es el éxito ajeno, pero angelical cuando es propio.
N: Un objeto, quiero decir, una prenda: algo físico, tangible...yo por ejemplo no puedo deshacerme de mi Lap-top, la adoro.
I: Ay, sí. Mi Chiquita, mi gordita (refiriéndose a su I-book)
M: Yo acostumbro desprenderme de las cosas que quiero para ver si puedo superarlo fácilmente. Vendí mi I-book y no me dolió demasiado la pérdida. Será que no resultó lo que yo esperaba o que mi insatisfacción es más existencialista y por tanto incomprensible.
-Osea que todo lo que amas lo destruyes.
M: ...Pues ya que estamos con el manual del perfecto sicoanalista express, a mis parejas siempre las he puesto donde hay, para poner a prueba su lealtad o interés en mi. Debo aceptar que es un ejercicio estúpido del que nunca he salido airoso. El apego es muy importante, pero el reto principal es el desapego, y miren que yo no me considero masoquista, ni soy fan del dolor o sus sucedáneos.
Más bien soy fan de ser sorprendido.
N: ¿Tienes alguna cosa de la que no te desprenderías jamás?
Y yo, como esas maquinistas tragamonedas, activando una palanquita esperando que coincidan las tres pantallas y suene esa música irritante que es el éxito ajeno, pero angelical cuando es propio.
N: Un objeto, quiero decir, una prenda: algo físico, tangible...yo por ejemplo no puedo deshacerme de mi Lap-top, la adoro.
I: Ay, sí. Mi Chiquita, mi gordita (refiriéndose a su I-book)
M: Yo acostumbro desprenderme de las cosas que quiero para ver si puedo superarlo fácilmente. Vendí mi I-book y no me dolió demasiado la pérdida. Será que no resultó lo que yo esperaba o que mi insatisfacción es más existencialista y por tanto incomprensible.
-Osea que todo lo que amas lo destruyes.
M: ...Pues ya que estamos con el manual del perfecto sicoanalista express, a mis parejas siempre las he puesto donde hay, para poner a prueba su lealtad o interés en mi. Debo aceptar que es un ejercicio estúpido del que nunca he salido airoso. El apego es muy importante, pero el reto principal es el desapego, y miren que yo no me considero masoquista, ni soy fan del dolor o sus sucedáneos.
Más bien soy fan de ser sorprendido.
viernes, septiembre 01, 2006
diarrhea
tengo días sin leer con demasiada atención los periódicos... de pronto nada tiene sentido ni thesuperficial ni perezhilton con su humor tan tópico y vulgar que se desgasta al segundo renglón... mi ánimo no se compone ante tanta misoginia y homofobia torpemente velada, hija ilegítima de saturday night live, onanista hasta la náusea como cualquier adolescente con miopía de ver sólo su pito... el otro día me intoxiqué con algo que comí y entre el delirio de la fiebre sentí que algo intentaba meterse por mi boca (y no, no era una verga) y yo luchaba por impedírselo: el doctor jekyl queriendo penetrar por la boca mister hyde, reclamando su cuerpo de vuelta... supongo que lo logró, pero el gusto le duró poco porque en la madrugada me levanté a decirle adiós por el escusado... anduve todo el día como zombi y cuando consulté al doctor no le pedí nada para la diarrea, le pregunté cuántos kilos podría bajar si la mantenía unos días y el muy envidioso me recetó pastillas más caras que un doce y me recomendó que comiera mucho pan... ni modo, los doctores con sobrepeso gobiernan el mundo y mi plan de adelgazamiento express se fue literalmente por el caño... hoy me dijeron que el día amaneció más aburrido que de costumbre y yo quiero recordar un día reciente para contradecir la sentencia y todo lo que recuerdo es una canción grunge... para mi el futuro es eso: una banda de rock con vocalista muerto...
miércoles, agosto 30, 2006
Fresita lacaniana, o cómo cada conversación son dos monólogos simultáneos
el j apenas ayer me entregó mi regalo de cumple y tu ni tus luces adivina que fue? - ya sé oye pera me acaba de mandar la quete - manuel - qué? - el documento de la f quiere confirmación - quieres que le diga que no vas a poder - hoy quedé de ir, pero igual dile - bpara qué fecha es, pa inventarme un viaje o algo -?- # de o no te inventes nada - ah, justo -dile de plano que es por la obra - je! - yo lestoydiciendo que no me gustó, y que hablaré de la estructura y del género - que no espere tributo ciego -ja!!- ok -dile que le llevo el____ para que se consiga a otro menso con peor gusto - le diré que de plano no te sientes cómodo con presentarlo - ja ja - ok thanks - quel v presentará al y – ajá y el ch tambien, no? digo, pa equilibrar (if thats possible) - ya le dije que se hiciera a la idea que de seguro le escribirías o le llamarías para informarle –ok- ah mira, pagarán! - no está mal, pero yo prefiero que me paguen por escribir de lo que me gusta - le digo que me de los $ a mí y hasta digo que me gustó ja ja - sino, me siento sucio como maricruz en quinceañera (y eso que no le hicieron nada) ja!! - ya ves que con lana dances the dog or reads the dog – eso - bueno, no es la lana... pero ya había quedado y no podía rajar si rajabas tú - pos si - estamos pensando en el e (digo, la otra opcion era el pl) - ja!!! - porqué no alguien más como de la edad del autor? que le pueda gustar o al menos ser polite - j a r? ja ja - no se quien ese se pero tiene nombre de que le gustará la novela - el que era director del ___, - ah - el l y b presentan a m – claro - a ver, por qué no me ponen con ese que está más guapillo - por que tu misma dijites que es eew el bato, que no? - ah, mamoncillo pero guapo – ok - ah, volviendo a mi, que es el tema principal el j me regaló un idea book adivina de quien? ...warhol! – oorale te sigue! - ya se - el viernes me traigo las tarjetillas y si comemos te las doy... - y si no, no? - ja ja y si no, te las doy el sábado ja ja - ja! o ese día te las dejo por ai - ok ok relajate - estoy leyendoun pinche libro de o p que anoche acabo de aventar - por? - re triste el puto y como que ya me saturé con la infelicidad del mundo ja - y eso que se murio al mafuz, lo mas radical que se puede hacer en estos dias es ser feliz - por sup - porque no hay nada que justifique la felicidad – no hasta el equipo de ja anda bien loser - hablande de felicidad el a te manda una copia del disco nuevo de thc lo bajamos ayer - ah mira - hizo copias para el, para ti y para mi - me dijo pero no pensé que hiciera la copia yo tan poco trusty - simon, a qui la traigo si comemos el viernes, te lo doy si no, pos no -ja ja reláaaaajate ja ja – ja - estuvo mal puesto el condicional puesn y ahora que ando leyendo al pinche h como que eso de la infelicidad está muy ad hoc – ja - el muy nazi - estoy leyendo un libro de rl que me prestó el j, apenas lo empecé anoche porque lo que estaba leyendo me ponia de malas - los cuentos gringos? - y me gusta, está escrito desde el punto de vista de un adolescente ... ajá - fijate que cuando compré esa antología comp´re también una de poesía y te entiendo perfectamente - lo peor de todo, se llama - me leo uno o dos poemas al día desde la seman pasada...y se salvan pocos - osea, las antologías las habría de hacer cada quien, no? porque los criterios están de la monda – yup la selección es pésima - ah, también le pedí uno que compró de cp sobre the birds, de hitchkook esa vieja me pone tan de buen humor! - cool el j... ¿lee? - ahi donde lo ves ultimamente casi puro relacionado con sus materias pero antes leía mucho él me prestpo imaculada y algunas cosas de b v hace mucho - mira nomás, autistas vemos y lecturas no conocemos - andale el me prestó saló, de s tambien digo, es muy tópico en sus lecturas, pero sí lee aaah, por él conocí a la c mc también - ya nomás me falta que me digas que a la j - reflejo en tus ojos dorados, por ejemplo... no, esa no - ya no te voy a creer! ja ja - digamos que en mi casa sólo había enciclopedias y literatura trash estadounidense (nacida inocente, sara t y cosas pseudo feministas) ah, y los textos de la am de piaget, freud y esas cosas, que creerás o no pero me entretenía leyendo - todo es tan claro ahora... - jaja!!! - mi favorito fue l, nomás por el nombre ... ah, tambien este h, pero lara castilla no mames!!, me rio tanto de acordarme - ja ja - sabes que hacía comics? que eran como telenovelas con tintes psicoanalíticos y muuucho drama si los viera ahorita me cago de la risa - qué suave sería tenerlos de vuelta - afortunada o desafortunadamente los fui tirando tengo que hacer un post de eso uno de estos dias - voy a omitir que me encantaba pasarme las horas leyendo la enciclopedia universal y unos tomos temáticos que hasta clases de francés tenían, porque van a pensar que me lo inventé - o que viste carácter - y que me estoy inventando un personaje (too late) - de van diem - ja!! - nadie me cree que a los 12 o 13 vi Stalker, de Tarkovski pues... no la has visto? – noup - es fabulosa - yo veía rosita fresita, supongo - como me pudría esa jotería a esa edad un amigo de la secundaria me traía cosido por ese personaje - ja ja las pecas y el pelo rojo, claro un día estábamos conla p y la p hablando de noséqué - pero no me conociste a esa edad era un cerillo - y la p dijo qu equería ser rosita fresita de pequeña y a la o - y el pelo chinesco - le salió naturalote decir yo donatello! - jajaja!! - (de las tortugas ninja) nos reímos tanto – claro...
lunes, agosto 28, 2006
Norteños somos y en el camino...
La primera vez que oí hablar de Nortec, la explosión rave estaba en su apogeo o segundo aire tijuanense, pasando del underground prefabricado al mainstream cool extendiéndose luego al nivel nacional e internacional ya conocido.
Como en todo, desde un principio hubo detractores y fanáticos y, aunque no dejaba de tener un tufillo sobrevalorado, reconozco que los primero parties fueron apoteósicos (además de que no ser visto en ellos era equivalente casi a no existir socialmente).
Acostumbrado a la reserva y el escepticismo, disfruté como enano esas fiestas interminables en Rosarito Beach, cuyo último invitado era el solazo encandilándole a uno el sueño después de bailar muchas horas continuas.
También aprecié gustoso aquellos galerones del Jai-Alai, la pista de baile enorme, las siluetas danzantes cortando armónicamente el espectáculo visual que empataba el sistema productivo de la maquila con los loops de la música electrónica y el conjunto norteño. El arte urbano creyéndose artesanía posmo, la ironía gráfica decorando las secciones del laberinto conceptual que utilizaba el tianguis como modelo curatorial (las camisetas ad hoc y los accesorios a la venta en la entrada para “pertenecer” al fenómeno tijuanense más destacado en mucho tiempo).
La historia no me la sé completa y se que continúa, ni sé quienes siguen siendo parte del colectivo pero tengo la certeza que la plataforma de Nortec ha servido para impulsar otros proyectos sin necesariamente renunciar al original y, tal vez, en un inicio involuntario: crear una identidad musical regional capaz de exportarse y ser apreciada por la mayor cantidad de gente posible, gracias a ese fenómeno tan satanizado como imparable llamado globalización.
Nortec, sin embargo, para mi es el pasado. Una marca que mientras más gente reconoce, más se desgasta el vaquerito con pistolas de serigrafía que ilustra mi camiseta gris que aún conservo (y aún me queda, gracias).
Bailar a Bostich (emblemático DJ norteco) este sábado fue revivir ese pasado acorralado entre sillas de metal y una falta absoluta de sentido ya no digamos estético, sino logístico. Un antro que no es capaz de renunciar a su dinámica de karaoke con pretensiones para presentar una propuesta musical novedosa al menos en esta ciudad, alargando la espera para estimular evidentemente el consumo sin siquiera ofrecer un preámbulo congruente (un ¿DJ? malísimo rompiendo con el mood punk-fresa de Cosmopolitan), sólo reafirma esa necia y provinciana actitud empresarial sonorense que mantiene inexplicablemente a la trova como propuesta identitaria del giro nocturno.
No hay nostalgia trasnochada en mi reclamo, sólo la inquietud legítima de un consumidor que no quiere que le patrocinen deja-vus, sino que por lo menos no insulten su inteligencia.
Como en todo, desde un principio hubo detractores y fanáticos y, aunque no dejaba de tener un tufillo sobrevalorado, reconozco que los primero parties fueron apoteósicos (además de que no ser visto en ellos era equivalente casi a no existir socialmente).
Acostumbrado a la reserva y el escepticismo, disfruté como enano esas fiestas interminables en Rosarito Beach, cuyo último invitado era el solazo encandilándole a uno el sueño después de bailar muchas horas continuas.
También aprecié gustoso aquellos galerones del Jai-Alai, la pista de baile enorme, las siluetas danzantes cortando armónicamente el espectáculo visual que empataba el sistema productivo de la maquila con los loops de la música electrónica y el conjunto norteño. El arte urbano creyéndose artesanía posmo, la ironía gráfica decorando las secciones del laberinto conceptual que utilizaba el tianguis como modelo curatorial (las camisetas ad hoc y los accesorios a la venta en la entrada para “pertenecer” al fenómeno tijuanense más destacado en mucho tiempo).
La historia no me la sé completa y se que continúa, ni sé quienes siguen siendo parte del colectivo pero tengo la certeza que la plataforma de Nortec ha servido para impulsar otros proyectos sin necesariamente renunciar al original y, tal vez, en un inicio involuntario: crear una identidad musical regional capaz de exportarse y ser apreciada por la mayor cantidad de gente posible, gracias a ese fenómeno tan satanizado como imparable llamado globalización.
Nortec, sin embargo, para mi es el pasado. Una marca que mientras más gente reconoce, más se desgasta el vaquerito con pistolas de serigrafía que ilustra mi camiseta gris que aún conservo (y aún me queda, gracias).
Bailar a Bostich (emblemático DJ norteco) este sábado fue revivir ese pasado acorralado entre sillas de metal y una falta absoluta de sentido ya no digamos estético, sino logístico. Un antro que no es capaz de renunciar a su dinámica de karaoke con pretensiones para presentar una propuesta musical novedosa al menos en esta ciudad, alargando la espera para estimular evidentemente el consumo sin siquiera ofrecer un preámbulo congruente (un ¿DJ? malísimo rompiendo con el mood punk-fresa de Cosmopolitan), sólo reafirma esa necia y provinciana actitud empresarial sonorense que mantiene inexplicablemente a la trova como propuesta identitaria del giro nocturno.
No hay nostalgia trasnochada en mi reclamo, sólo la inquietud legítima de un consumidor que no quiere que le patrocinen deja-vus, sino que por lo menos no insulten su inteligencia.
sábado, agosto 26, 2006
miércoles, agosto 23, 2006
Próximamente..
...en un cine cerca de usted
La historia de tres náufragos mexicanos (en realidad eran cinco pero al parecer 2 murieron, sospechosamente, por falta de fe), a la deriva en una panga por más de nueve meses. Zarparon un día en busca de tiburones para cazar y se perdieron en el inmenso mar (la lírica, la lírica...) hasta ser rescatados en aguas australianas por un barco atunero asiático. Dicen que comieron sushi (supongo que ellos no saben que se le llama así al pescado crudo) todo el trayecto y que sólo les faltaron las coronas para prepararse micheladas. Claro, luego todo cobra matices bíblicos y la tempestad y el novenario y el pueblo rezando y los días pasando y el cuerpo resistiendo y las tormentas y las y los y él, sobre todo Él. Dios hizo el milagro, porque nada es más grande que el creador. ¿Ni la necedad humana? Están vivos, y eso es lo que importa: que se han convertido en todos unos triunfadores del reality Survivor por accidente (al parecer por necedad del capitán que no quería perder su equipo de caza, pero pues eso es mero detalle si de lo que se trata es de moralejas, pero como aquí el tinte es épico demos espacio a las parábolas).
Las versiones cinematográficas están ya en proceso. He aquí los pronósticos:
Versión Spielberg:
1) (Rated G)Los náufragos (interpretados todos por Tom Hanks en otra de sus apuestas para romper record como actor oscareado) son salvados por un extraterrestre de manos largas y ojos melancólicos que en su búsqueda de regreso a casa se encuentra a estos pobres cristianos en la misma situación desesperada.
2) (Rated R) Los pescadores se enteran (al quedarse sin ropa) que uno de ellos es un judío espía del Mosad y llevando una Biblia a bordo se enteran que los judíos mataron a Cristo. Hacen un juicio sumario (en realidad lo que quieren es algo que comer que no sea pescado) y están a punto de ejecutarlo cuando aparece un barco Israelí y les lanza un misil inteligente que mata a todos menos al judío, quien resulta un héroe nacional que, sin embargo, se siente culpable por el destino de sus compañeros y va a visitar a sus familias para hablarles de lo valiente que fueron (hay que llevar hartos Kleenex).
Versión Oliver Stone:
Los náufragos mexicanos, interpretados por Charlie Sheen, Colin Farrell y Benjamin Pratt son en realidad informantes de Fidel Castro con nexos con los Arellano Félix. Cuando se dan cuenta que se perdieron en el océano y que cada uno tiene un secreto que proteger, empiezan a enfrentarse para medir fuerzas. Los vencidos sirven como alimento para los vencedores, quienes los consumen en medio de lágrimas mudas, prometiéndose entre ellos llevar el secreto a la tumba... Años después, los falsos pescadores viven atormentados por los remordimientos, uno perdido por las drogas, otro trabajando en Wall Street y el último, ordenado sacerdote, ayudando a la insurrección oaxaqueña.
Nota: Si no le hubiera ido tan mal con Alexander, hubiera incluido sexo entre ellos, así que decidió que no hay nada más inmaculado que el ano de un varón con convicciones.
Versión Farrely Brothers:
Protagonizada por Ben Stiller, Matt Dillon y Jim Carrey (con cameo de Cher como La Virgen): Aquí la historia es lo de menos, hay tres tristes tigres que terminan después de una borrachera en medio del océano y compiten a ver quien cuenta el chiste más malo, quién sobreactúa más o quien se tira el pedo más ruidoso. Gracias a los Pedos, llegan a Sydney, donde se filma la secuela.
Nota: Quien pregunte qué pedo con La virgen de Cher, no entendió el chiste.
Versión Arturo Ripstein, guión de Paz Alicia García Diego (protagonizada por Alberto Estrella, Luis Felipe Tovar y Daniel Giménez Cacho o cualquier ingenuo actor español invitado): los náufragos son unos pescadores alcohólicos, lúmpenes hasta la náusea (no hay de otros para esta dupla), resentidos, pero eso sí: muy calientes. Ya en alta mar, después de haberse cogido todos contra todos hasta desgarrarse las esfínteres y llenar el bote de mierda (de la que se alimentan), los sobrevivientes se enteran al pisar tierra que son hijos de la misma madre: la puta del pueblo (osea, Patricia Reyes Spíndola). Todos se suicidan con el mismo machete después de sufrir el desprecio de su madre y ser señalados por la gente del pueblo.
Versión Dogma-Von-Trier: Se filma sólo de noche, porque para Lars mientras menos luz mejor (iba a ser musicalizada por Björk, pero se acordó que en el dogma no se utiliza música de fondo, así que la islandesa se quedó con las ganas de utilizar su versión cavernícola de El Sirenito, de nuestro Rigo). La historia no se sabe de qué va, ya que los diálogos son en danés antiguo. Lo único que sabemos es que son tres náufragos enfrentados a las inclemencias de la naturaleza, tan grande y tan malvada ella, que luego son rescatados por un barco gringo, donde los explotan y terminan siendo esclavizados en una planta empacadora de atún (y eso lo sabemos por la voz en off, que esa sí es en inglés).
La historia de tres náufragos mexicanos (en realidad eran cinco pero al parecer 2 murieron, sospechosamente, por falta de fe), a la deriva en una panga por más de nueve meses. Zarparon un día en busca de tiburones para cazar y se perdieron en el inmenso mar (la lírica, la lírica...) hasta ser rescatados en aguas australianas por un barco atunero asiático. Dicen que comieron sushi (supongo que ellos no saben que se le llama así al pescado crudo) todo el trayecto y que sólo les faltaron las coronas para prepararse micheladas. Claro, luego todo cobra matices bíblicos y la tempestad y el novenario y el pueblo rezando y los días pasando y el cuerpo resistiendo y las tormentas y las y los y él, sobre todo Él. Dios hizo el milagro, porque nada es más grande que el creador. ¿Ni la necedad humana? Están vivos, y eso es lo que importa: que se han convertido en todos unos triunfadores del reality Survivor por accidente (al parecer por necedad del capitán que no quería perder su equipo de caza, pero pues eso es mero detalle si de lo que se trata es de moralejas, pero como aquí el tinte es épico demos espacio a las parábolas).
Las versiones cinematográficas están ya en proceso. He aquí los pronósticos:
Versión Spielberg:
1) (Rated G)Los náufragos (interpretados todos por Tom Hanks en otra de sus apuestas para romper record como actor oscareado) son salvados por un extraterrestre de manos largas y ojos melancólicos que en su búsqueda de regreso a casa se encuentra a estos pobres cristianos en la misma situación desesperada.
2) (Rated R) Los pescadores se enteran (al quedarse sin ropa) que uno de ellos es un judío espía del Mosad y llevando una Biblia a bordo se enteran que los judíos mataron a Cristo. Hacen un juicio sumario (en realidad lo que quieren es algo que comer que no sea pescado) y están a punto de ejecutarlo cuando aparece un barco Israelí y les lanza un misil inteligente que mata a todos menos al judío, quien resulta un héroe nacional que, sin embargo, se siente culpable por el destino de sus compañeros y va a visitar a sus familias para hablarles de lo valiente que fueron (hay que llevar hartos Kleenex).
Versión Oliver Stone:
Los náufragos mexicanos, interpretados por Charlie Sheen, Colin Farrell y Benjamin Pratt son en realidad informantes de Fidel Castro con nexos con los Arellano Félix. Cuando se dan cuenta que se perdieron en el océano y que cada uno tiene un secreto que proteger, empiezan a enfrentarse para medir fuerzas. Los vencidos sirven como alimento para los vencedores, quienes los consumen en medio de lágrimas mudas, prometiéndose entre ellos llevar el secreto a la tumba... Años después, los falsos pescadores viven atormentados por los remordimientos, uno perdido por las drogas, otro trabajando en Wall Street y el último, ordenado sacerdote, ayudando a la insurrección oaxaqueña.
Nota: Si no le hubiera ido tan mal con Alexander, hubiera incluido sexo entre ellos, así que decidió que no hay nada más inmaculado que el ano de un varón con convicciones.
Versión Farrely Brothers:
Protagonizada por Ben Stiller, Matt Dillon y Jim Carrey (con cameo de Cher como La Virgen): Aquí la historia es lo de menos, hay tres tristes tigres que terminan después de una borrachera en medio del océano y compiten a ver quien cuenta el chiste más malo, quién sobreactúa más o quien se tira el pedo más ruidoso. Gracias a los Pedos, llegan a Sydney, donde se filma la secuela.
Nota: Quien pregunte qué pedo con La virgen de Cher, no entendió el chiste.
Versión Arturo Ripstein, guión de Paz Alicia García Diego (protagonizada por Alberto Estrella, Luis Felipe Tovar y Daniel Giménez Cacho o cualquier ingenuo actor español invitado): los náufragos son unos pescadores alcohólicos, lúmpenes hasta la náusea (no hay de otros para esta dupla), resentidos, pero eso sí: muy calientes. Ya en alta mar, después de haberse cogido todos contra todos hasta desgarrarse las esfínteres y llenar el bote de mierda (de la que se alimentan), los sobrevivientes se enteran al pisar tierra que son hijos de la misma madre: la puta del pueblo (osea, Patricia Reyes Spíndola). Todos se suicidan con el mismo machete después de sufrir el desprecio de su madre y ser señalados por la gente del pueblo.
Versión Dogma-Von-Trier: Se filma sólo de noche, porque para Lars mientras menos luz mejor (iba a ser musicalizada por Björk, pero se acordó que en el dogma no se utiliza música de fondo, así que la islandesa se quedó con las ganas de utilizar su versión cavernícola de El Sirenito, de nuestro Rigo). La historia no se sabe de qué va, ya que los diálogos son en danés antiguo. Lo único que sabemos es que son tres náufragos enfrentados a las inclemencias de la naturaleza, tan grande y tan malvada ella, que luego son rescatados por un barco gringo, donde los explotan y terminan siendo esclavizados en una planta empacadora de atún (y eso lo sabemos por la voz en off, que esa sí es en inglés).
martes, agosto 22, 2006
Nunca mejor dicho
Conquer the world? Madonna is like some hyperactive six year old that still believes in the Tooth Fairy. One day she's trying to sell magic water and the next she trying to adopt Africa. Pretty soon she'll try to buy a unicorn so she can ride it to the North Pole and ask Santa for a shiny new rainbow.
Que alguien le tumbe el rollo a esta vieja y deje de sentirse culpable por todo el dinero que tiene y por haber hecho tanta basura en su carrera como para contaminar el mar muerto (de risa, ante sus declaraciones). A su edad y con esos rollos mesiánicos, eso es involución.
lunes, agosto 21, 2006
Arena y sol
Pasé mi cumpleaños rodeado de arena, olas de agua salada y muchísimo sol. Claro, también había amigos y sobre todo, cerveza, que fue la invitada especial.
Aquí mis recomendaciones para mejorar las playas del mundo en general y las sonorenses en particular:
-Sería mucho mejor si hubiera un regulador para ajustar la intensidad solar y poder uno asolearse a la hora que quiera y el tiempo que uno necesite. Yo sé que en mi caso, asolearse sin protección es apostarle al look de sobreviviente de un incendio forestal, pero pues news here: no soy el único en el mundo al que el sol le puede jugar una mala pasada.
-La arena es muy bonita y tal, pero debería haber una versión que no se te pegue al cuerpo, es de por sí molesto que te quede en los recovecos más insospechados, pero el colmo es cuando estropea cualquier intento erótico. Lo bueno que uno es persistente.
-¿Qué ondas con la sal del mar? Digo, no hay necesidad de ponerle sal al agua si ésta no es en forma de hielo y está acompañada de harto limón, clamato y cerveza. Misterios de la creación, supongo, pero al menos las playas en las que uno se baña deberían ser SALT-free.
Dejando fuera esas imperfecciones de la naturaleza, este fin de semana fue muy divertido. No hubo mañanitas forzadas ni velas que tapizaran un hipotético pastel (que de haber existido lo hubiera preferido de zanahoria), hubo harto alcohol y hartas ganas de divertirse.
Eso de ver a las amistades de uno fuera del ambiente mundano del bar y a la luz del sol puede ser revelador en mucho sentidos: estoy seguro que el más extrañado fue el cantinero. Pude notar la inercia apoderarse de sus cuerpos y arrinconarse en la palapa como lo hacen en la esquina de la barra. Seguro extrañaron el techo de foam donde ensartar aviones de papel y la rocola atragantada de mondedas repitiendo su catálogo cacofónico de sabinas, bobmarlyes, guns&roses y una que otra exquisitez desbalagada.
Debo confesar que al final del segundo día yo mismo estaba extrañando el asfalto y el ruido de los motores. Extrañaba pisar un suelo parejo y que el alcohol se te suba a la cabeza, que en la playa pareciera más bien que te lo untas.
Gracias a los presentes... y a los ausentes también, que la ausencia tiene su gracia.
Aquí mis recomendaciones para mejorar las playas del mundo en general y las sonorenses en particular:
-Sería mucho mejor si hubiera un regulador para ajustar la intensidad solar y poder uno asolearse a la hora que quiera y el tiempo que uno necesite. Yo sé que en mi caso, asolearse sin protección es apostarle al look de sobreviviente de un incendio forestal, pero pues news here: no soy el único en el mundo al que el sol le puede jugar una mala pasada.
-La arena es muy bonita y tal, pero debería haber una versión que no se te pegue al cuerpo, es de por sí molesto que te quede en los recovecos más insospechados, pero el colmo es cuando estropea cualquier intento erótico. Lo bueno que uno es persistente.
-¿Qué ondas con la sal del mar? Digo, no hay necesidad de ponerle sal al agua si ésta no es en forma de hielo y está acompañada de harto limón, clamato y cerveza. Misterios de la creación, supongo, pero al menos las playas en las que uno se baña deberían ser SALT-free.
Dejando fuera esas imperfecciones de la naturaleza, este fin de semana fue muy divertido. No hubo mañanitas forzadas ni velas que tapizaran un hipotético pastel (que de haber existido lo hubiera preferido de zanahoria), hubo harto alcohol y hartas ganas de divertirse.
Eso de ver a las amistades de uno fuera del ambiente mundano del bar y a la luz del sol puede ser revelador en mucho sentidos: estoy seguro que el más extrañado fue el cantinero. Pude notar la inercia apoderarse de sus cuerpos y arrinconarse en la palapa como lo hacen en la esquina de la barra. Seguro extrañaron el techo de foam donde ensartar aviones de papel y la rocola atragantada de mondedas repitiendo su catálogo cacofónico de sabinas, bobmarlyes, guns&roses y una que otra exquisitez desbalagada.
Debo confesar que al final del segundo día yo mismo estaba extrañando el asfalto y el ruido de los motores. Extrañaba pisar un suelo parejo y que el alcohol se te suba a la cabeza, que en la playa pareciera más bien que te lo untas.
Gracias a los presentes... y a los ausentes también, que la ausencia tiene su gracia.
viernes, agosto 18, 2006
... de lo que no se habla.
still resisting?
it's 3:30 am.
there is no electricity.
i cannot upload yesterday's and today's drawings.
the war is "over" since monday.
they are still finding corpses under the fallen buildings.
we still freak out each time we hear a scooter or a truck. we think of the planes.
tomorrow we're recording a "war quartet" with sharif, charbel and marc on electric guitars.
i am still drawing.
i am waiting for the day when i can sleep.
it's 3:30 am.
there is no electricity.
i cannot upload yesterday's and today's drawings.
the war is "over" since monday.
they are still finding corpses under the fallen buildings.
we still freak out each time we hear a scooter or a truck. we think of the planes.
tomorrow we're recording a "war quartet" with sharif, charbel and marc on electric guitars.
i am still drawing.
i am waiting for the day when i can sleep.
jueves, agosto 17, 2006
La Guantera
Miércoles dos por uno en el cine: filas enormes de gent(uza)e que cree que todo lo barato tiene que consumirse en el acto y que mientras más personas quieran entrar a determinada sala es porque la película es mejor.
Uno piensa que el snobismo de uno lo salva de cierto roce social, pero no en miércoles de ceniza cinéfila... Falta mas de media hora para que empiece la función y un baguette de jamón serrano y queso manchego me guiña el ojo y se agarra el paquete: irresistible. Canceló mi acompañante, así que le pongo harta cebolla y mostaza que mi aliento no tiene porqué ser una preocupación en este momento.
En lo que espero para llegar a taquilla leo entero el cuento de navidad de Paul Auster, una señora me pregunta qué leo (seguro porque leo como haciendo playback) y le digo, mostrándole el libro: cuentos urbanos de autores norteamericanos (lo acabo de catafixiar por la primera temporada de Twin Peaks, pero eso no le importa).
Está a punto de llegar mi turno y una lepa me pide de favor que le compre un boleto para ella y su novio: tomando en cuenta que ella viene acompañada y yo no, por pura justicia mezquina y resentida estoy a punto de negarme, pero veo al novio y digo: pobrecita, seguro quiere ver la de Bullock-Reeves, la única función agotada. Le devuelvo el billete de quinientos y me dirijo a mi sala, que ya tiene varias personas haciendo fila en la puerta... filas y filas a puertas que bien pudieran ser el purgatorio de los fashion victims.
Enseguida de mi, se sienta un grupo de gordas que pareciera metieron de contrabando el refrigerador de su casa y nadie se dio cuenta ni por el olor. Por suerte llega una amiga y se sienta conmigo, así que tengo con quien quejarme (la queja se ha convertido en mi deporte favorito). Vemos -entre zumbidos de celulares y cuchicheo de la gente que confunde los lugares públicos con la sala de su casa- Shopgirl, la historia de una vendedora de guantes que vive su propia versión de Pretty Woman, sólo que con más talento que los fellatios prometidos por una boca kilométrica. Además, Meredith toma anti-depresivos para superar -asumo yo- su pésimo gusto para vestir, que parece ser el traje típico del estado de Vermont. De pronto, esta guantera parece una versión más melancólica, menos oligofrénica y más selfcentered de Amélie, salvo que es evidente que aquí de lo que se trata es de la idea que un hombre rico de mediana edad (Steve Martin, escritor y protagonista) tiene de una jovencita apocada a quien idealiza por su sensibilidad e integridad emocional que, sin embargo, no puede amar porque nunca será good enough para su estándar clasista y vacuo.
Uno piensa que el snobismo de uno lo salva de cierto roce social, pero no en miércoles de ceniza cinéfila... Falta mas de media hora para que empiece la función y un baguette de jamón serrano y queso manchego me guiña el ojo y se agarra el paquete: irresistible. Canceló mi acompañante, así que le pongo harta cebolla y mostaza que mi aliento no tiene porqué ser una preocupación en este momento.
En lo que espero para llegar a taquilla leo entero el cuento de navidad de Paul Auster, una señora me pregunta qué leo (seguro porque leo como haciendo playback) y le digo, mostrándole el libro: cuentos urbanos de autores norteamericanos (lo acabo de catafixiar por la primera temporada de Twin Peaks, pero eso no le importa).
Está a punto de llegar mi turno y una lepa me pide de favor que le compre un boleto para ella y su novio: tomando en cuenta que ella viene acompañada y yo no, por pura justicia mezquina y resentida estoy a punto de negarme, pero veo al novio y digo: pobrecita, seguro quiere ver la de Bullock-Reeves, la única función agotada. Le devuelvo el billete de quinientos y me dirijo a mi sala, que ya tiene varias personas haciendo fila en la puerta... filas y filas a puertas que bien pudieran ser el purgatorio de los fashion victims.
Enseguida de mi, se sienta un grupo de gordas que pareciera metieron de contrabando el refrigerador de su casa y nadie se dio cuenta ni por el olor. Por suerte llega una amiga y se sienta conmigo, así que tengo con quien quejarme (la queja se ha convertido en mi deporte favorito). Vemos -entre zumbidos de celulares y cuchicheo de la gente que confunde los lugares públicos con la sala de su casa- Shopgirl, la historia de una vendedora de guantes que vive su propia versión de Pretty Woman, sólo que con más talento que los fellatios prometidos por una boca kilométrica. Además, Meredith toma anti-depresivos para superar -asumo yo- su pésimo gusto para vestir, que parece ser el traje típico del estado de Vermont. De pronto, esta guantera parece una versión más melancólica, menos oligofrénica y más selfcentered de Amélie, salvo que es evidente que aquí de lo que se trata es de la idea que un hombre rico de mediana edad (Steve Martin, escritor y protagonista) tiene de una jovencita apocada a quien idealiza por su sensibilidad e integridad emocional que, sin embargo, no puede amar porque nunca será good enough para su estándar clasista y vacuo.
martes, agosto 15, 2006
Solitaria
Hoy desperté sonriendo de manera inédita, aunque realmente no sé que tan inédita pudo ser si no podía verla, pero al menos la sentí suave, ligera y ... una que no deforma mi rostro y que no me preocupa que acentúe esas líneas alrededor de mis ojos esperando el momento en que se me acabe la crema humectante para hacer su aparición más contundente.
Sentí como si me hubiera curado de una larga enfermedad a la que ya me había acostumbrado, una especie de solitaria que en momentos me oprimía el pecho y me provocaba despertar con la almohada húmeda... a veces, mientras caminaba rumbo a casa, sentía cómo ese bicho imperceptible en algún microscopio o ultrasonido, me tomaba del cuello y hasta impedía que respirara normalmente, me entraba un vértigo como aquel que se siente frente al metro o los altos edificios de las grandes ciudades... sí, esa sensación que es más cercana a la fascinación que al pánico y que te provoca lanzarte al vacío sin más protección que tu piel haciendo el amor con la fuerza de gravedad.
Hoy, en un sueño poblado por seres reconocibles y entrañables, sentí cómo ese peso que he cargado por más tiempo del reglamentario se desprendía de mi y se iba no se a dónde, pero fue el abandono más reconfortante y esperado...
En ese sueño caminaba ligero, sonreía sin cinismo e intentaba ver el rostro de quien provocaba ese efecto en mí y todo lo que podía ver era un decapitado que tenía una fuente de luz donde debía ir su cabeza.
Sentí como si me hubiera curado de una larga enfermedad a la que ya me había acostumbrado, una especie de solitaria que en momentos me oprimía el pecho y me provocaba despertar con la almohada húmeda... a veces, mientras caminaba rumbo a casa, sentía cómo ese bicho imperceptible en algún microscopio o ultrasonido, me tomaba del cuello y hasta impedía que respirara normalmente, me entraba un vértigo como aquel que se siente frente al metro o los altos edificios de las grandes ciudades... sí, esa sensación que es más cercana a la fascinación que al pánico y que te provoca lanzarte al vacío sin más protección que tu piel haciendo el amor con la fuerza de gravedad.
Hoy, en un sueño poblado por seres reconocibles y entrañables, sentí cómo ese peso que he cargado por más tiempo del reglamentario se desprendía de mi y se iba no se a dónde, pero fue el abandono más reconfortante y esperado...
En ese sueño caminaba ligero, sonreía sin cinismo e intentaba ver el rostro de quien provocaba ese efecto en mí y todo lo que podía ver era un decapitado que tenía una fuente de luz donde debía ir su cabeza.
jueves, agosto 10, 2006
Elogio a la ignorancia
Yo no lo sé de cierto, pero parece... que nuestro gober precioso -ahora resulta- es especialista en sexualidad. Para quien crea que tener chamacos implica mayo esfuerzo intelectual, supongo que cualquier padre de familia podría ser un especialista: con los ojos cerrados se puede engendrar (generalmente la ceguera implica más que cerrar los ojos), pero así no se diseñan políticas públicas relacionadas con la educación, sea ésta sexual o no.
Para censurar no hace falta justificación -sólo poder- y al paso que vamos, la tierra volverá a ser plana (al menos será más barato viajar, si de verle el lado positivo a todo se tratara) y Juárez y todo aquello que arrinconó al clero a administrar conciencias -atrapadas en el síndrome de Estocolmo que es la fe cristiana- serán borrados de los libros de texto, el diablo tendrá la cara de Darwin y todos los demás científicos serán los apóstoles de un complot parecido al de El Código Da Vinci, pero al revés, sólo que igual de mal escrito.
El oscurantismo es lo que viene, y la estupidez disfrazada de buena voluntá: la mayor muestra de neo-patriotismo será una barriga de mujer embarazada haciendo juego con la de pusilánime varón domado cantando un soldado en cada hijo te diooooooo. ¡Amén!
Para censurar no hace falta justificación -sólo poder- y al paso que vamos, la tierra volverá a ser plana (al menos será más barato viajar, si de verle el lado positivo a todo se tratara) y Juárez y todo aquello que arrinconó al clero a administrar conciencias -atrapadas en el síndrome de Estocolmo que es la fe cristiana- serán borrados de los libros de texto, el diablo tendrá la cara de Darwin y todos los demás científicos serán los apóstoles de un complot parecido al de El Código Da Vinci, pero al revés, sólo que igual de mal escrito.
El oscurantismo es lo que viene, y la estupidez disfrazada de buena voluntá: la mayor muestra de neo-patriotismo será una barriga de mujer embarazada haciendo juego con la de pusilánime varón domado cantando un soldado en cada hijo te diooooooo. ¡Amén!
miércoles, agosto 09, 2006
In love with a beauty
Cuando un cantante utiliza las palabras teléfono (celular, para ser más precisos), vibrador, britneyspears, electroclash, karaoke y drogas en una misma canción, todas ellas rimando dentro de una melodía azotada, cantada con una afectación de gran dama de la canción, muchos tirarían tomates verdes fritos encima de él: yo, por supuesto, lo amé.
Era suficiente la puntada de describir al Mesías alternativo que está por llegar con una mirada inocente, un vergón y calentadores, escapado de una película porno de los 70, pero Rufus Wainwright tiene las cualidades (y los defectos, ¿para qué engañarnos?) de figuras como Nina Simone, John Lennon, Leonard Cohen y hasta Fiona Apple.
Es como el Elton John de nuestra generación. Y, aunque nunca he sido fan de esa dama histérica en que se ha convertido el británico, he de reconocer que los unen más de una semejanza (el mal gusto para vestir, la más visible).
Rufus -con nombre de perro y todo- bien podría musicalizar el soundtrack de cualquier joto creyéndose el cuento de que vive en “Queer As Folk” (él mismo parece salido de ahí), pero si algo salva al neoyorquino-canadiense del cliché es su discurso político contrastado por sus toques de cursilería, amortiguando con harta y refrescante ironía sus arranques líricos.
Canta Old Whore’s Diet con Antony (sin The Johnsons), le dedica Dinner at Eight a su padre después de una pelea, haciendo analogía con David y Goliat, escribe sobre el 11-11, sobre Natasha (una drag queen que se encontró en la calle) y tiene una canción por cada integrante de su familia... lo bueno de esto es que no tiene una familia como la mía (de ser así, habría emprendido una aventura similar a la de Sufjan Stevens -otra joyita musical- en su afán de hacer un disco por cada estado de EU).
Era suficiente la puntada de describir al Mesías alternativo que está por llegar con una mirada inocente, un vergón y calentadores, escapado de una película porno de los 70, pero Rufus Wainwright tiene las cualidades (y los defectos, ¿para qué engañarnos?) de figuras como Nina Simone, John Lennon, Leonard Cohen y hasta Fiona Apple.
Es como el Elton John de nuestra generación. Y, aunque nunca he sido fan de esa dama histérica en que se ha convertido el británico, he de reconocer que los unen más de una semejanza (el mal gusto para vestir, la más visible).
Rufus -con nombre de perro y todo- bien podría musicalizar el soundtrack de cualquier joto creyéndose el cuento de que vive en “Queer As Folk” (él mismo parece salido de ahí), pero si algo salva al neoyorquino-canadiense del cliché es su discurso político contrastado por sus toques de cursilería, amortiguando con harta y refrescante ironía sus arranques líricos.
Canta Old Whore’s Diet con Antony (sin The Johnsons), le dedica Dinner at Eight a su padre después de una pelea, haciendo analogía con David y Goliat, escribe sobre el 11-11, sobre Natasha (una drag queen que se encontró en la calle) y tiene una canción por cada integrante de su familia... lo bueno de esto es que no tiene una familia como la mía (de ser así, habría emprendido una aventura similar a la de Sufjan Stevens -otra joyita musical- en su afán de hacer un disco por cada estado de EU).
martes, agosto 08, 2006
Rubio
Un día quería ser rubio y tenía cinco años: el domingo, en el comedor donde estaba toda mi familia, mi abuelo oyó, me llevó a la biblioteca, me dijo que bajara la cabeza y cerrara los ojos. De un cajón del escritorio sacó oro molido y lo derramó sobre mi cabello, me cayó algo en los ojos y me dijo:
--Ahora ya eres rubio.
Todo brillaba y todo desaparecía de inmediato. Al volver al comedor ya todo era igual...
Julio Galán (Múzquiz, Coahuila, 1959-Zacatecas, 2006)
sábado, agosto 05, 2006
Touché
martes, agosto 01, 2006
Déjà vu
Te diría que me quedo con nuestros mejores momentos. Aquellos donde nuestros brazos descansaban en el cuerpo del otro o cuando nos quedábamos en silencio después de coger, sin importar que el semen sobre nuestro vientre se secara mientras nos acariciábamos la cara, el cabello y las manos, besándonos los hombros y el cuello.
Te diría que sólo te recuerdo sonriendo y midiendo las asimetrías de mi rostro divertido ante sus imperfecciones, deteniéndote en mis ojos para besar los párpados.
Te diría que olvidé los momentos amargos y desagradables. Mi indolencia ante tus ausencias y tu insistente búsqueda de algo a lo que aferrarte, tus deslices compulsivos aprovechando mis despistes, llegando al punto de poner en mis narices lo que yo no tenía interés en ver. Porque querer significarlo todo para una persona es casi como querer que nunca oscurezca y porque los celos nunca han sido cute ni alimentan nada que no tenga apetito por sí mismo.
Te diría que lamento no haber estado nunca en tu mismo canal y en insistir cambiar el rumbo de una discusión o en apagar los reclamos con el control remoto de mi huída. Me declaro culpable por no tener el suficiente entusiasmo para acorralarte y asfixiarte como estoy seguro hubieras deseado, por que para ti el amor es una opera sin acto intermedio.
Te diría que lamento haberme tragado mis palabras al volver contigo: no una, sino varias veces, pero yo necesito de intermedios y hay secuelas en la vida que valen la pena, hasta que ya no.
Te diría que te extraño... pero sería confundir sentimiento con déjà vu.
Te diría que sólo te recuerdo sonriendo y midiendo las asimetrías de mi rostro divertido ante sus imperfecciones, deteniéndote en mis ojos para besar los párpados.
Te diría que olvidé los momentos amargos y desagradables. Mi indolencia ante tus ausencias y tu insistente búsqueda de algo a lo que aferrarte, tus deslices compulsivos aprovechando mis despistes, llegando al punto de poner en mis narices lo que yo no tenía interés en ver. Porque querer significarlo todo para una persona es casi como querer que nunca oscurezca y porque los celos nunca han sido cute ni alimentan nada que no tenga apetito por sí mismo.
Te diría que lamento no haber estado nunca en tu mismo canal y en insistir cambiar el rumbo de una discusión o en apagar los reclamos con el control remoto de mi huída. Me declaro culpable por no tener el suficiente entusiasmo para acorralarte y asfixiarte como estoy seguro hubieras deseado, por que para ti el amor es una opera sin acto intermedio.
Te diría que lamento haberme tragado mis palabras al volver contigo: no una, sino varias veces, pero yo necesito de intermedios y hay secuelas en la vida que valen la pena, hasta que ya no.
Te diría que te extraño... pero sería confundir sentimiento con déjà vu.
viernes, julio 28, 2006
Mesías Gay
He will then be reborn
From 1970's porn
Wearing tubesocks with style
And such an innocent smile
Better pray for your sins
Better pray for your sins
'Cause the gay messiah's coming
He will fall from the star
Studio 54
And appear on the sand
Of Fire Island's shore
Better pray for your sins
Better pray for your sins
'Cause the gay messiah's coming
No it will not be me
Rufus the Baptist I be
No I won't be the one
Baptized in cum
What will happen instead
Someone will demand my head
And then I will kneel down
And give it to them looking down
Better pray for your sins
Better pray for your sins
'Cause the gay messiah's coming
Rufus Wainwright
jueves, julio 27, 2006
El confort de los...
Lo mejor de los extraños es que no se toman el tiempo para juzgarte y hacerte pagar por tus errores o tus pretensiones. Lo mejor de un extraño es que se va y al mismo tiempo siempre es el mismo con una máscara diferente.
Un extraño es el lego de una pirámide formada de posibilidades abortadas a priori, una frase escrita en el viento que pudo ser bella o desagradable, pero que puede ser borrada y olvidada o grabada en nuestra piel y reinventada cada vez en el recuerdo.
Un extraño no te desgasta, te recubre la piel y se incrusta en tu concha... como la chaquira de un vestido de carnaval.
Un extraño es el lego de una pirámide formada de posibilidades abortadas a priori, una frase escrita en el viento que pudo ser bella o desagradable, pero que puede ser borrada y olvidada o grabada en nuestra piel y reinventada cada vez en el recuerdo.
Un extraño no te desgasta, te recubre la piel y se incrusta en tu concha... como la chaquira de un vestido de carnaval.
lunes, julio 24, 2006
Blue
Me levanté de la cama como sonámbulo, caminé hasta el baño sin ponerme las sandalias, oriné sin levantar la tapa y me metí a la regadera con todo y ropa. El agua era tibia y yo esperaba a que corriera el chorro lo suficiente para que me refrescara y nunca cambió la temperatura. El agua que corría hacia el resumidero de pronto se fue tiñendo de azul y ni siquiera reparé en que mis boxers eran negros y la camiseta blanca...ni siquiera en que no había razón para que se decolorasen.
Me quito la ropa mojada, empapo la esponja con el jabón líquido olor lavanda y empiezo a tallarme el pecho, los brazos, las axilas, los genitales, los muslos y las piernas. Al llegar a los pies, cambio de esponja y los tallo hasta que duele un poco. Vuelvo a tomar la otra esponja y me tallo el cráneo, las orejas y la nuca. Tomo el jabón neutro y me enjabono el rostro y lo tallo con fuerza para obligarme a despertar.
Al ponerme de nuevo debajo de la regadera, siento como la temperatura ha mejorado y la frescura del agua hace que me quede minutos parado, viendo cómo la espuma se desvanece entre mis pies y no me sorprende que sea azulosa, casi tanto como cuando pones Pato Purific en el tanque del escusado (si no fuera porque registro el color, juraría por mi indiferencia que soy daltónico).
Cuando el agua está a punto de desbordar el espacio de la regadera, cierro la llave y estiro la mano para alcanzar la toalla, pero me doy cuenta que no hay ninguna. Salgo y me acerco al clóset empapando el piso del baño, tomo una toalla y me acerco al espejo para secarme (no sé porqué tengo la costumbre de verme al espejo mientras me seco).
...al colgar la toalla me doy cuenta que tiene manchas azules, volteo a verme de nuevo al espejo sin notar nada fuera de lo normal: es evidente que tengo más de tres días sin rasurarme, mis ojos están un poco hinchados y tienen ese dejo de tristeza que yo nunca había notado hasta que alguien me lo señaló: un extraño salido de la nada, creyéndose en una película de Eliseo Subiela (diría mala, si acaso tuviera de otras), sólo que sin gabardina ni la voz o el rostro de macho llorón de Darío Grandinetti.
Me quito la ropa mojada, empapo la esponja con el jabón líquido olor lavanda y empiezo a tallarme el pecho, los brazos, las axilas, los genitales, los muslos y las piernas. Al llegar a los pies, cambio de esponja y los tallo hasta que duele un poco. Vuelvo a tomar la otra esponja y me tallo el cráneo, las orejas y la nuca. Tomo el jabón neutro y me enjabono el rostro y lo tallo con fuerza para obligarme a despertar.
Al ponerme de nuevo debajo de la regadera, siento como la temperatura ha mejorado y la frescura del agua hace que me quede minutos parado, viendo cómo la espuma se desvanece entre mis pies y no me sorprende que sea azulosa, casi tanto como cuando pones Pato Purific en el tanque del escusado (si no fuera porque registro el color, juraría por mi indiferencia que soy daltónico).
Cuando el agua está a punto de desbordar el espacio de la regadera, cierro la llave y estiro la mano para alcanzar la toalla, pero me doy cuenta que no hay ninguna. Salgo y me acerco al clóset empapando el piso del baño, tomo una toalla y me acerco al espejo para secarme (no sé porqué tengo la costumbre de verme al espejo mientras me seco).
...al colgar la toalla me doy cuenta que tiene manchas azules, volteo a verme de nuevo al espejo sin notar nada fuera de lo normal: es evidente que tengo más de tres días sin rasurarme, mis ojos están un poco hinchados y tienen ese dejo de tristeza que yo nunca había notado hasta que alguien me lo señaló: un extraño salido de la nada, creyéndose en una película de Eliseo Subiela (diría mala, si acaso tuviera de otras), sólo que sin gabardina ni la voz o el rostro de macho llorón de Darío Grandinetti.
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